PAPA FRANCISCO

Adiós a tres obispos chilenos y un rosario para Lula (vía Grabois)

Tras el escándalo por pedofilia, el papa Francisco aceptó la renuncia de tres obispos chilenos. Se trata de Juan Barros, Cristián Caro y Gonzalo Duarte. El primero fue acusado por encubrir abusos sexuales de menores por parte de Fernando Karadima en los años 80 y 90. Por otro lado, y en el mismo día (11/6), Lula Da Silva, preso, recibe un rosario desde Roma y hace que una noticia se imponga sobre la otra.

El pasado enero, Francisco visitó el país latinoamericano y defendió al obispo Barros, sosteniendo que no había pruebas para las acusaciones de encubrimiento. Mientras tanto, las víctimas que denunciaban a Karadima sostenían que el obispo estaba "parado ahí, mirando" mientras se cometían los abusos. Luego, el Papa admitió que había cometido un error al defenderlo. Juan Carlos Cruz es uno de los denunciantes del caso.

En los últimos meses, la Santa Sede sostuvo varias reuniones con los 34 obispos de la Iglesia Católica de Chile que ofrecieron su renuncia el 18 de mayo. Luego de los encuentros, los obispos chilenos dijeron que se sometían a la voluntad del Vaticano: "Hemos puesto nuestros puestos en manos del Santo Padre y dejaremos que él decida libremente por cada uno de nosotros".

El papa Francisco, tras aceptar las renuncias, nombró a un administrador apostólico "sede plena" para cada una de las tres diócesis: Osorno, Pierto Montt y Valparaíso.

Mientras tanto, Lula da Silva es trending topic en Twitter, tras haber recibido un rosario desde el Vaticano y compartilo en las redes: "El Papa Francisco envió un Rosario al Presidente Lula, un preso político hace 67 días. El Presidente recibió el Rosario en el cuartel general de la policía federal en Curitiba". El Papa envió un rosario a la celda del expresidente brasileño, que se encuentra cumpliendo una condena de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero.

En el portal de Facebook del exmandatario, hay un texto que se extiende más y cita declaraciones de Francisco de mayo de este año, cuando habló del papel de los medios en la difamación de figuras públicas: "Se generan condiciones oscuras para condenar a la una persona. Los medios comienzan a hablar de la gente, de los dirigentes, y con la calumnia y la difamación los ensucian. Después llega la Justicia, los condena, y al final se hace el golpe de Estado". 

Juan Gabrois, consultor del ex consejo de Justicia y Paz de la Santa Sede y coordinador del Encuentro Mundial de Movimientos Sociales en Diálogo con el papa Francisco, fue quien llevó el presente a la cárcel, con esperanzas de poder dialogar con Lula. Sin embargo, las autoridades no le permitieron concretar el encuentro.

El año pasado, el papa Francisco tuvo un gesto similar con la dirigente social argentina Milagro Sala. Entonces, ella estaba detenida en el penal Alto Comedero y el diputado Gustavo Vera le llevó un rosario de parte del Vaticano.

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