LA ESPIRAL DEL 2DO. SEMESTRE

Con el dólar como máximo artillero, los precios golean al alicaído salario

Al iniciarse el 2do semestre abrieron fuego los combustibles, al subir YPF del 5 al 8%; y a partir de ahí derrama sobre los costos del transporte de pasajeros y de carga, en toda la cadena logística, lo cual incide en el índice minorista del INdEC más del 1%. Se extiende por la canasta básica, que proporcionalmente se descarga con mayor virulencia de menor a mayor en la pirámide socioeconómica. Reaparecen en escena, en consecuencia, las paritarias, que empezaron el año con el tope del 15% y que ahora siguen arriba del 20%, con el 25% de Camioneros de faro, que suenan hasta a moderados frente a una inflación recalculada, como mínimo, en 28% para 2018. Sin contar lo que suceda con el tipo de cambio en este primer trimestre del 2do. semestre, que los economistas descreen que encuentre su techo en $30, los 3 meses finales reciclarán la suba de las naftas y de las tarifas de servicios públicos, según admitió la semana pasada el nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel, ante productores, transportistas y distribuidores del sector. Los combustibles estaban hasta hace 3 meses entre los más caros de la región (medidos en dólares), cuando costaban US$1,30, y ahora quedó entre los 6 más baratos, con 0,92 por litro de nafta. Por encima de Venezuela, que está a 0,01; Ecuador a 0,39; Bolivia, 0,54, y Colombia, US$0,81, de acuerdo con la web Global Petrol Prices. En la carrera precios-salarios, el que remarca primero, remarca dos veces, con lo cual el poder adquisitivo de los beneficiarios de planes sociales, los que ocupan las escalas de menor a mayor de los convenios colectivos y los profesionales independientes, en ese orden, persiguen de atrás el costo de vida, mientras recrudece el freno recesivo, o sea que las empresas que venden menos, las que tienen menos espaldas financieras (llámense Pymes) y las nóminas de personal más expuestas a las políticas de despidos y suspensiones, cada vez mayores, tiran de la soga hasta donde les permite este sosegate económico. La consecuencia es que consumen menos, como refleja la caída superior al 4% en las ventas minoristas que acusa CAME, y se tornan más selectivos a la hora de gastar.

YPF, que tiene el 55% del market share de los combustibles, dio el puntapié inicial al Índice de Precios al Consumidor de julio, al arrancar con un aumento del 5 al 8% en las naftas que le fija un piso al mes próximo a 1,5%.

El incremento, con el que se terminarán alineando Shell y Axion (de Pan American Energy), se suma al 5% que regía desde junio, acordado en mayo entre las refinadoras y el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren, en el que se preveía para este mes hasta 3% para todas las naftas y gasoils comercializadas en el país, en la práctica rebalsado.

Ya con Javier Iguacel al frente de la cartera subieron ahora 5% en lugar del 3% pactado y aún así, según la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), el precio de los combustibles sigue atrasado 30% y sería el 6to más bajo en América Latina.

Más allá del relegamiento relativo estimado por los empresarios del sector, la fórmula aplicada para ajustar los valores adquirió su propia dinámica, ya que tanto la cotización internacional del crudo como la persistente devaluación interna del peso, combinados, constituyen un multiplicador inercial para el surtidor y, por ende, derrama la incidencia sobre los costos logísticos de toda la economía.

El derrumbe de la moneda nacional, que no encuentra piso, traslada la devaluación a los precios internos agrupados como núcleo, como también a los regulados, como ser tarifas de servicios públicos, salud, educación, cigarrillos, etcétera, cuya tasa anualizada se encuentra en 38,9% promedio. Por todo concepto, el índice general a mayo proyecta 26,3% y con "tendencia creciente", de acuerdo al cálculo documentado por los asesores económicos del jefe justicialista en el Senado, Miguel Pichetto, al que tuvo acceso Ámbito Financiero.

"El salario real - relación entre el nominal, neto del efecto inflacionario- del sector privado registrado presentó una caída del 1,2% en el 1er bimestre de 2018. De esta manera, de acuerdo a las proyecciones respecto de la inflación anual y las pautas salariales, la pérdida del salario real estimada para 2018 es de, aproximadamente, un 5%", señaló el informe, que además recuerda la baja del 4,5% en 2016 y la recuperación "solamente de un 2,5% en 2017". De modo que proyecta para 2018 una caída del 5%.

Habría que aclarar que, al momento de hacerse, la medición no contemplaba la incidencia de las paritarias de este año, y sí en cambio la última cuota del escalonamiento acordado en las de 2017.

Del núcleo al dígito

Sin embargo, a medida que se cerraba la mayoría de los convenios colectivos con el tope del 15% y cláusula gatillo, el juego de pinzas que han ido ejerciendo las tarifas reguladas y tipo de cambio volátil acelera la inflación y afecta el poder adquisitivo de los ingresos.

Como consecuencia, "en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el gobierno detalla que prevé que el consumo se reduzca un 0,9% en términos reales liderado por una caída en el consumo público (Estado Nacional) del 2,2%. De esta forma, el consumo del sector privado se reduciría un 0,6% (ambos, en términos reales)", concluye el reporte justicialista.

El efecto ya se siente en la actividad comercial. Las ventas minoristas en pequeños y medianos comercios, medidas a precios constantes, experimentaron junio con una caída de 4,2% frente a igual mes del año pasado, en tanto acumulan una baja anual de 2,8% en el 1er semestre, de acuerdo con el informe que acaba de difundir la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Sin desestacionalizar, hubo el mes pasado una mejora del 15,7% en el consumo doméstico comparado con mayo, debido a que en el 6to mes del año se celebró el Día del Padre y comienzan los anticipos de aguinaldo que le inyectaron más liquidez al mercado de consumo, evaluó.

No obstante, del universo de 2.000 comercios pymes de la ciudad de Buenos Aires, el Conurbano bonaerense y el interior del país relevado, surge que de la comparación anual que 19 rubros que concentran la venta minorista familiar retrocedieron, según los casos:

- Marroquinería -7%;

- Alimentos y Bebidas, -1,1% a precios constantes, acumula -1.2% en el semestre;

- Indumentaria, 4,8% en la comparación interanual y -4,1% en los 6 primeros meses de 2018;

- Calzados, -4,7% y acumulan una baja de 3,7% en lo que va del año.

"En algunos comercios consultados se llegó a vender apenas 1 o 2 unidades por día. En otros, salvo el frío y que la gente compró menos en los centros comerciales y más en los comercios de barrio, en el caso específico de estos productos", evaluó CAME.

El aumento del dólar y el deteriorado poder adquisitivo de las familias retrajeron las decisiones de gasto, sobre todo de bienes durables, interpretó la entidad. Tampoco ayudaron el paro general, el de camioneros y los partidos de la selección (sólo movilizadores de ciertos rubros) en el Mundial de Rusia 2018, que dejaron las calles vacías y restaron ventas al comercio Pyme", resaltó el informe.

Sólo el 24,3% de los comercios consultados para la elaboración de este informe mejoraron su performance (en mayo 25,8% y en abril el 32,8%), mientras el 64,9% registró variaciones negativas y el 10,7% se mantuvo sin cambios.

Se dio una relación causa-efecto realimentada porque el menor consumo causó problemas de empleo e ingresos, especialmente en los sectores de  medios y bajos recursos.

El reflejo resalta en "el acuerdo paritario que vamos a firmar es del 24%. No es lo ideal, es lo posible", dijo el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), Rodolfo Daer, en declaraciones a FM La Patriada.

Se suma así a la lista de sindicatos con acuerdos por encima del 20% que abrió el Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca), conducido por Hugo Moyano, con un incremento del 25%.

En realidad, según el Observatorio de Derecho Social de la CTAA, "la industria manufacturera no encuentra su piso tras la caída constante y ya pierde casi 80.000 puestos de labor en comparación a septiembre de 2015", reseñó Luis Campos, coordinador de ese estamento, a BAE Negocios.

La UOM consignó que, desde 2015 a la fecha, su sector resumió 28.000 despidos y 22.000 suspensiones.

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