DESCUBRIMIENTO

Toneladas de diamantes... inalcanzables

Toneladas de diamantes en el interior de la Tierra, de extracción imposible: a una profundidad de 150 kilómetros. El proyecto para descubrir los diamantes profundos de la Tierra se inició porque los científicos quedaron desconcertados cuando las ondas sonoras se aceleraban significativamente al atravesar las antiguas raíces cratónicas.

El diamante es la segunda forma más estable de carbono, después del grafito. Su nombre proviene del griego antiguo "adámas", que significa "invencible" o "inalterable", y es uno de los minerales más preciados del mundo por sus características físicas y ópticas.

La mayoría de diamantes naturales se forman en condiciones de presión y temperatura extremas, existentes a profundidades de más de 140 km. en el manto terrestre, y son llevados cerca de la superficie de la Tierra a través de erupciones volcánicas profundas por un magma, que se enfría en rocas ígneas conocidas como kimberlitas y lamproitas.

Un estudio científico publicado en la revista "Geochemistry, Geophysics, Geosystems" revela que hay miles de millones de toneladas de diamantes sepultados en el interior de la Tierra.

Sin embargo, su extracción se antoja imposible ya que estas piedras preciosas se encuentran a una profundidad de entre 150 y 300 kilómetros.

Según una investigación conjunta del Instituto Tecnológico de Massachusetts (Boston, USA) y universidades de varios países, los diamantes fueron detectados en las secciones más profundas de los cratones, las masas continentales ubicadas en la litosfera, entre la corteza y el manto.

La litosfera es la capa sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez, formada por la corteza y la zona más externa del manto, que suele tener un espesor aproximado de 50 Km. a 100 km, siendo su límite externo la superficie terrestre.

La litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos bordes se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo (incluido el vulcanismo), la sismicidad o la orogénesis.

Una anomalía ha permitido a los científicos a toparse con este descubrimiento. Cuando los investigadores analizaban las ondas de sonido que ayudan a 'escanear' el interior de la Tierra observaron que estas ondas atraviesan los cratones al doble de velocidad de lo esperado. Y es que el sonido cambia de velocidad en función del tipo de roca que atraviesa.

Los académicos crearon simulaciones informáticas para explicar este fenómeno y han concluido que lo más factible es que las secciones más profundas de los cratones contengan unos porcentajes de diamantes de entre el 1% y el 2%, lo que hace que el sonido los atraviese a mayor velocidad que a través de la roca estándar del cratón.

Al comprar un diamante, la forma es algo importante a tener en cuenta, porque influye directamente en el precio. La forma más popular del diamante, la redonda, tiene un precio mayor que todas las demás formas (conocidas como formas de fantasía) debido a su óptimo brillo, la demanda del mercado y los elevados costos de fabricación.

El peso del diamante, así como el de cualquier otra gema, se considera como un factor de calidad tan importante como el color, la pureza o la talla.

El peso de todas las gemas talladas se expresa en quilates métricos es por lo tanto la unidad básica de medida del peso de los diamantes, e internacionalmente se utiliza la abreviatura “ct”, o “qte”, nunca la abreviatura “k” pues esta se emplea solo para indicar la pureza del oro.

Un quilate equivale a la quinta parte de un gramo, es decir, a 200 miligramos.

La joyería es solo la parte más visible de los usos de este cristal transparente. Otra de sus ventajas reside en su conductividad térmica, 5 veces mayor que la del cobre, y muy útil en los campos de la ciencia y la tecnología en los que se produce un aumento de la temperatura.

Por ejemplo, en computadoras, tabletas y smartphones, donde las capas de los chips se separan por finas películas de diamante sintético que disipan la temperatura y evitan la acumulación de calor.

Los diamantes también se hallan en retinas artificiales, tornos de odontólogos, pasta de dientes, maquinaria pesada, herramientas de la industria minera y cerámica, construcción, automoción, electrónica, óptica...

Pero... primero habrá que conseguir rescatar esas piedras, nada fácil por cierto.

"No podemos llegar a ellos, pero aún así, hay muchos más diamantes que lo que pensábamos hasta ahora", dijo Ulrich Faul, un científico investigador del Departamento de Ciencias Terrestres, Atmosféricas y Planetarias del MIT.

"Esto demuestra que el diamante no es un mineral exótico, sino que, teniendo en cuenta la cantidad, es relativamente común", agregó.

El proyecto para descubrir los diamantes profundos de la Tierra se inició porque los científicos quedaron desconcertados cuando las ondas sonoras se aceleraban significativamente al atravesar las antiguas raíces cratónicas.

Entonces, ensamblaron rocas virtuales con varias combinaciones de minerales, para calcular cuán rápido podían viajar las ondas sonoras a través de ellas.

La investigación apoyada por la National Science Foundation tuvo como objetivo identificar la composición de las raíces cratónicas que podrían explicar los picos en las velocidades sísmicas.

Para hacer esto, los sismólogos en el equipo primero usaron datos sísmicos del USGS y otras fuentes para generar un modelo tridimensional de las velocidades de las ondas sísmicas que viajan a través de los cratones más importantes de la Tierra.

Diamantes / Documental

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