PRESIÓN IMPOSITIVA CON FACILIDADES

AFIP no acusa recibo de recesión y desempleo, pero abre el paraguas

El delay de dos meses en la liquidación de impuestos decisivos para la recaudación como el IVA (ocupa la cuarta parte) y porque el que le sigue, ganancias, reúne la mitad con anticipos generados en un año en que las había, 2017, ayudó a disimular la recesión. Y como hasta ahora tampoco se nota el faltante previsional del 2 al 3% de los empleados privados que dejaron de tributar al desaparecer de la nómina, según revelan desde las ART, no trasunta los problemas de empleo resultantes. Mientras los números que reflejan situaciones pasadas le dan bien aún, el titular del organismo recaudador, Leandro Cuccioli, sale a acordar con las entidades empresarias facilidades de cobranza para que el cumplimiento se resienta lo menos posible: planes de pagos, flexibilidad con los embargos, suspensión de ejecuciones, constituyen un colchón para amortiguar una eventual interrupción de la cadena. Entretanto, se junta también con el juez Claudio Bonadío para coordinar que, una vez que defina los montos y tiempos que surjan de los arrepentidos a raíz del caso detonado por los cuadernos de las coimas, tomen la fuerza de una DDJJ y su cobranza pueda ser reclamada. Publica Carlos Burgueño en Ámbito que el primo de Macri, Angelo Calcaterra, lo mismo que Javier Sánchez Caballero IECSA) y Carlos De Goycoechea (de Isolux, que además conformaba una UTE con IECSA), ya se encuentran en ese trance. Al parecer estarían confiados en que las urgencias fiscales hagan sacar un blanqueo a medida (del tipo del que permitió regularizarse a otros miembros del gobierno con las cuentas offshore) que los salve de la ley Penal Tributaria por el delito de evasión, en la que los propios arrepentidos terminaron autoimputándose al acogerse a una declaración voluntaria.

El administrador de AFIP, Leandro Cuccioli, a esta altura debería estar sacándole una foto para subir a Instagram al cierre de la recaudación impositiva que tuvo el 1er semestre, cuando de la mano de la industria manufacturera, comercio e intermediación financiera entraron en la caja más pesos nominales que los que se llevó la inflación.

El tributo de mayor incidencia en los ingresos, que es el impuesto al valor agregado (IVA), reflejo directo del consumo de bienes y servicios en blanco, mejoró en casi 50%, el que le sigue, ganancias, le pisó los talones, y algo más atrás vino el de débitos y créditos (al cheque): los 3 crecieron a un nivel más parecido a la tasa de interés que al IPC.

Estos números había computado el Fondo Monetario Internacional al momento de tratar la solicitud de crédito stand by argentina: la inflación superior al 30% licúa gastos, pero hasta ese momento, lejos de afectar a los ingresos, se vio superada por la recaudación.

En la visita de la plana mayor de AFIP al comité ejecutivo de la Unión Industrial Argentina, Cuccioli aseguró que la recesión aún no había afectado las entradas y trató de tender puentes con los privados para evitar lo más posible que se resienta el cumplimiento de los pagos cuando la caída del consumo y el desempleo hagan mella en las arcas empresarias.

Habló de:  

-suspender ejecuciones,

-facilitar levantamiento de embargos de cuentas bancarias y

-mejorar condiciones de planes de pagos.

Las Pymes le pidieron que no se considere por 6 meses el scoring para acceder a créditos y las más grandes reclamaron por la devolución de IVA y reintegros exportadores, así como por el control de la informalidad.

Es que el optimismo transmitido por el titular de AFIP tiene un delay de dos meses, ya que en los datos de junio, por ejemplo, la contabilidad del IVA (que explica la cuarta parte del ingreso) corresponde a mayo, y si en el reporte pendiente de julio no se llegara a hacer sentir es porque se aplicaron algunos cambios reglamentarios en la imputación del  impuesto que lo reforzarán como rubro.

En las últimas liquidaciones presentadas por los mayores agentes de cobranaza de IVA de la actividad económica, los supermercados, pega el 4% menos de ventas que, según la cámara del sector, hubo en julio, repercutirá recién este mes.

Otra fuente de aportes a la caja fiscal, como la seguridad social, venía empatándole a duras penas a la inflación hasta mitad de año, mientras estaba equilibrada la creación y destrucción de empleo, pero ahora los reportes concretos sobre las nóminas de personal en blanco que llegan muestran otra cara que la estadística no tardará en captar: una de las principales ART, que cubre al 20% de los trabajadores registrados en el país, reveló que en junio se dieron de baja 6.000 y en el 2do trimestre totalizan 20.000. Implicaría una caída del 2 al 3% interanual, cuyos aportes faltarán en adelante.  

IVA, una pizca del supermercado a la Aduana

Aunque la devaluación haga repuntar la ventanilla exportadora no alcanzará para contrarrestar la retracción importadora, ni los cheques y ganancias que la actividad económica interna deje de generar mientras dure la recesión interna.

De ahí que, además de tapar las filtraciones que ocasionan a la recaudación impositiva los trastornos en las cadenas comerciales y bancarias de pagos en ciernes, la administración tributaria vuelva a dirigir la mirada hacia la evasión, repentinamente catapultada a primer plano por los cuadernazos.

A diferencia de cuando lo hiciera en 2016 al lanzar un blanqueo apoyado en la exteriorización de activos y sinceramiento fiscal camuflado dentro de una ley de reparación histórica a los jubilados, la olla a mano para rascar, en esta oportunidad, la sirvieron las anotaciones del chofer del ex secretario de Energía, Roberto Baratta, que describen el circuito de las coimas por las obras públicas, lo cual motivó la confesión de 6 empresarios arrepentidos las que, a los efectos de la AFIP, serán como DDJJ una vez homologadas por el juez Claudio Bonadío y que sirvan para iniciar el reclamo por los montos de hecho evadidos.

Puede haber una causa penal por los delitos impositivos que saldrían a la luz como consecuencia de esas declaraciones voluntarias, que podrían terminar siendo usadas como autoimputaciones, o un plan de pagos dentro de la prerrogativa del arrepentido, no especificado en la ley vigente, o sea un blanqueo forzoso.

Los bancos, mientras tanto, se encuentran peinando el circuito del dinero desde que lo depositan las cajas estatales hasta que se acredita en las cuentas bancarias de las empresas, recorrido en el que difícilmente puedan generarse fugas justificables hacia los retornos para funcionarios e intermediarios de esos negocios.

El blanqueo de las coimas, en todo caso, transita por usinas de dinero en negro (muy comunes en la construcción), que son cuevas donde convergen fondos que constan en facturas truchas lavados, entre otros medios, a través del mercado cambiario spot, en el que operaciones menores a los 500 euros o dólares, que son las que mueven el blue, se hacen sin respaldo fiscal y fugan hacia lavaderos internacionales. Las que no entran en esa cocina, van a la caja chica de la política envasadas en bolsos.

En el último Foro de Convergencia Empresaria, el titular de ABA, Claudio Cesario, mencionó el tema como al pasar en declaraciones a la prensa, cuando explicó cómo controlaban los bancos el circuito de transferencias originado en la obra pública.

Otra fuente no menor de eventual ingreso fiscal surgiría de que se haga ley la figura de extinción de dominio que otorga al Estado la facultad de recuperar los bienes utilizados para la comisión de delitos o fruto de ellos (corrupción), trabada porque la bloquean tres enfoques distintos en el Congreso, que seguramente los cuadernazos presionarán para unificar.

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