DE LASCURAIN A UBERTI Y OLAZAGASTI

Más detenciones y el cerco se estrecha: ¿Y si CFK renunciara a los fueros?

Por orden del juez Claudio Bonadio fueron detenidos el ex titular de la Unión Industrial Argentina y de ADIMRA (Asociación de Industriales Metalúrgicos) Juan Carlos Lascurain y Raúl Vertúa. Las fuerzas policiales buscan al exfuncionrio kirchnerista Claudio Uberti y al exsecretario privado de Julio De Vido, José María Olazagasti. En ese contexto ocurre el siguiente análisis:

La política tiene su dimensión agonal y en este campo juegan más las destrezas personales que la fuerza de los rivales.

Los hechos nos demuestran que el poder es circunstancial y que la persona más banal nos puede sumergir en el más intrincado de los laberintos, en los que el poder se esfuma, se vuelve un bien inservible y solo valen las habilidades y el sentido de la orientación.

Seguramente nadie pensó en los cuadernos y reacción posterior de Oscar Centeno ni en la llorosa palinodia del ex juez federal Norberto Oyarbide.

Son los imprevistos, los cisnes negros de la vida.

El señor Centeno, un ser común, que tenia la manía de escribir, sin saber el motivo (N. de la R.: aunque existe la versión de que trabajaba para Inteligencia de Ejército), era su pulsión; generó, sin proponérselo, una cuestión político-judicial cuyas consecuencias son difíciles de predecir.

Los llantos de Oyarbide podrían llevar a la anulación de algunos de sus fallos que quedaron firmes.

Lo cierto es que no es el poder lo que resolverá la cuestión sino las destrezas personales. Es una suerte de póker político y solo al mostrarse las cartas se conocerán los resultados y cuál de las escaleras reales prevalecerá.

Pues bien, quizás en el momento menos pensado y menos oportuno, Cristina Fernández de Kirchner se encuentra en ese profundo laberinto juridicopolítico en la búsqueda de una salida.

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Un trabajo de D'Alessio/Berensztein

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Poco importa la calidad de sus abogados ante la evidencia de los hechos, y ella debería tener en cuenta que el peronismo en su integridad ve en ese juicio del financiamiento espurio de la política, el modo de cerrarle el paso a su candidatura y aprovechar el máximo posible de su caudal de votos, insuficientes para ella y necesarios para el peronismo racional.

Pero también el peronismo piensa que esa causa penal servirá para ponerle institucionalmente y con buenos modales el fin a los sueños de reelección de Mauricio Macri, que por otra parte el fortalecido “círculo rojo” ya lo ha decidido.

El vaciamiento del financiamiento de los PPP (Participación Público Privado) será un claro indicio.

Éste es el póker político que se está jugando.

El cansino tratamiento que le está dando el Senado al pedido de allanamiento de domicilios de CFK formulado por el Dr. Claudio Bonadío, es importante no por la concreción de los allanamientos en sí mismo, solo tendrían un relativo valor simbólico, sino por el mensaje tácito que los senadores del peronismo le están haciendo llegar, sobre sus fueros. 

Tal como en el cuento de Groucho Marx, el Senado le está diciendo, éstos son mis principios, pero tengo estos otros

El hecho que está dando vuelta en la cabeza de algunos políticos oficialistas y peronistas es qué les conviene más, Cristina presa vs. Cristina libre.

Algunos temen que si se decretara su prisión en alguna de las causas en trámite, el hecho podría provocar, en especial en algunas zonas del conurbano, alguna reacción social difícil de controlar y, además, de imprevisibles consecuencias políticas.

Tampoco ayuda la gestión de la economía por parte del gobierno cuando se estaría pensando en una nueva convertibilidad flotante, que sería el epílogo de un gobierno desfalleciente.

Otros, el peronismo especialmente y sus aliados, especulan con la posibilidad de aprovechar la causa para negociar algún tipo de renunciamiento electoral de Cristina, por lo menos para el 2019.

Lo cierto es que CFK sabe que sus fueros de senadora nacional no son una garantía para ella, tal como no lo fueron para Julio De Vido. Espejo que debería tener presente.

Pues bien, Cristina, quien entiende a la política de modo agonal, sabe que su fuerza en este momento no es el poder político sino su destreza política.

La jugada que le aconsejaría un buen asesor, es la renuncia a sus fueros, con lo cual ganaría –detenida o libre-el centro de la escena.

Además, le cambiaría el escenario al Poder Judicial, ya que una cosa es pedir su desafuero para detenerla y otra es tenerla enfrente sin fueros y resolver su detención.

El fuero, que es un privilegio institucional, puede ser renunciado, salvo que se comprobara que la renuncia no obedece a una decisión libremente tomada.

Lo que podría ocurrir es que el juez no la acepte, pero el efecto político estaría logrado.

En caso de ser detenida, la celda que debería ocupar, se convertiría en un lugar de peregrinación política; y si permaneciera en libertad la peregrinación se debería dirigir a Juncal y Uruguay o El Calafate, según sus humores. Ella tiene los elementos para preparar la escenografía adecuada en los dos casos, ya demostró que si su viudez le permitió lograr el famoso 54%, su detención o excarcelación seguramente le incrementaría su caudal actual.

La renuncia a sus fueros la amigarían nuevamente con el 'peronismo racional' porque alimentaria la ilusión del retorno en 2019, le garantizaría tranquilidad judicial para ella y sus hijos y dejaría a esta frágil coalición electoral que es Cambiemos, sin su rival preferido, con lo cual el panorama electoral cambiaría radicalmente.

Los cuadernos de Centeno se convertirían en historia lejana y el país volvería a funcionar quizás un poco mejor, igual o peor…

Esto podría parecer un comentario cínico, pero ¿alguien sabe si realmente existe o es posible una normalidad diferente…?

Como vemos, “se puede”, en la realidad, no se puede. Al margen, Amado Boudou, que no es del palo, ¿será la Maria Julia del Kirchnerismo…? (los dos viene de la UCeDé).

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