SABALERO EN OCTAVOS DE SUDAMERICANA

Exitosa apuesta de Vignatti en Colón

São Paulo Futebol Clube ya es historia en el camino de Colón en la Copa Sudamericana. Ahora, el rojinegro de la ciudad de Santa Fe deberá medirse con Juniors de Barranquilla, de Colombia, por los octavos de final. Colón, por estar en los 16tos.de final, se llevó US$ 300.000 ($ 9.210.000, al cambio de $30,70). Y por pasar a 8vos., ingresa US$ 375.000 ($ 11.512.500). Colón no sólo va por la gloria deportiva sino también por el rescate definitivo de sus finanzas: quien llega a cuartos de final ingresa U$S 450.000.

Histórico triunfo por penales de Colón de Santa Fe: eliminó a Sao Paulo FC de la Copa Sudamericana.

Ambos equipos ganaron de visitantes, 0 a 1. En el caso del triunfo del 'sabalero', fue histórico: nunca un equipo argentina había ganado en ese estadio en etapa de eliminación.

En el Cementerio de los Elefantes, el gol lo hizo el brasilero Liziero. Los paulistas no son cualquier club. En este momento lideran el Brasileirao, y acaban de ganar como visitantes a Sport Recife.

Entonces llegaron los penales en el estadio Brigadier Estanislao López, y Colón ganó por 5 a 3.

Ahora, el equipo rojinegro se topará en los octavos de final con Junior de Barranquilla, que viene de dejar en el camino a Lanús.

José Vignatti es el presidente del sabalero, secundado por los vicepresidentes José Alonso, Horacio Darrás y Patricio Fleming. Han pasado difíciles momentos pero afirman que han logrado rescatar las finanzas del club santafecino.

Por supuesto que la polémica acompaña a Vignatti. Por ejemplo, en julio, la Liga Santafesina resolvió sancionar a Colón por el incumplimiento del pago de los aranceles de los árbitros y del seguro de los jugadores en cada una de las categorías.

Pero con los éxitos, casi todo se olvida: no sólo es el fútbol así, también la vida.

Interesantes algunos fragmentos sobre Vignatti de Darío Pignatta en el vespertino santafecino El Litoral:

"(...) Con “73” de mano —ésa es la edad de “Fideo”, “Gringo”, “Flaco” o simplemente “José”—, este último desembarco suyo en Colón es el que más respeto me produce. Por como estaba Colón (muy mal) y por como estaba Vignatti desde lo personal, empresarial y familiarmente. Seamos claros: en este último capítulo de amor, lo necesitaba mucho más Colón a Vignatti que Vignatti a Colón. Es así, simple, sin vueltas. En términos de cancha: “Se podría haber hecho tranquilamente el boludo y mirar para otro lado”.

Dicen que tiene guardado en sus oficinas la copia de la resolución donde se decretaba la quiebra y el remate del estadio Brigadier López allá por los ‘90. Eran tiempos del “Fondo Rojinegro”. Ese documento y la postal del Chateau Carreras cuando se perdió por penales con Banfield el ascenso son imágenes que justifican la letra del “Polaco” Goyeneche con su “Naranjo en flor”, cuando canta: “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir...”.

Y si se trata de sufrir, ¿qué decir de esa foto del 13 de junio de 2016?, cuando la mayoría de los medios titularon: “José Vignatti se coronó nuevo presidente de Colón pero no pudo asumir por la irrupción de la barra brava con agresiones”.

Ocurrieron tantas cosas en Colón desde esta última vuelta de Vignatti, que en realidad parecen haber pasado diez años y no sólo dos. Cuando contrató a Paolo Montero, el promedio sabalero estaba a 4 puntos del descenso en los promedios. Hoy, 2 años después, está en octavos de final de la Copa Sudamericana 2018 y clasificado para la próxima Copa Sudamericana 2019.

(...) El 28 de mayo de este año, el propio Vignatti visitó la redacción de El Litoral y el estudio de Cable y Diario (C&D): “Colón debía 200 millones y ahora debe el 10%”.

Tan vivo para comprar como para vender, cerró dos negocios extraordinarios en los últimos tiempos: primero la rotura del blindaje de Lucas Nicolás Alario, después la venta de Germán Conti.

Claro que, no todo fue camino con pétalos de rosas: lo que más le alarmó hace dos años —cuando volvió a la presidencia— se resumía con un pensamiento en medio del mercado de pases: “Colón perdió el prestigio que habíamos conseguido en los años anteriores de gestión... no quiere venir nadie o te piden cosas imposibles”. (...)

“No sabemos cómo hace...a las 9 de la noche estaba saliendo en auto de la puerta de la AFA y a las 5 estaba ya viajando para un remate en el norte de la provincia. Tiene más ganas que antes, com si el tiempo no pasara para José”, me dijo hace poco el “Flaco” Darrás, su terrateniente en el manejo del fútbol profesional.

(...) “Colón es fútbol, muchachos. Si queremos que la gente vuelva masivamente a la cancha, hay que armar buenos equipos y pelear por algo”, dijo en esa primera temporada. ¿Resultado?: entre Paolo Montero y Eduardo Domíguez lo alejaron del descenso, consolidaron el promedio y lo metieron en esta actual Copa Sudamericana.

¿La receta?: jugar fuerte, a ganador, pensando en grande. Por ejemplo, en diciembre del año pasado no le tembló el pulso —luego que sobrevolara el “fantasma Paolo” de nuevo si el DT se iba con contrato firmado— para renovarle a Eduardo Domínguez uno de los mejores contratos que gana un cuerpo técnico en Argentina después de los llamados “clubes grandes”.

Arriesga siempre, muchas veces al límite. Se la jugó con el “Flaco” Conti para no perderlo como a Poblete y lo terminó vendiendo al Benfica de Portugal. Puso millones de pesos para darse el gusto de verlo a “Viruta” Vera como “9” en Colón o repatriar a Alan Ruiz que ganaba cientos de miles de euros en Europa.

¿Por qué juega fuerte Vignatti?: porque sabe que así achica el márgen de error en la cancha y porque desde afuera esa plata grande siempre vuelve a Colón si Colón anda bien. Lo de anoche es la mejor muestra de todas: más de US$ 500.000 de recaudación y otros US$ 300.000 de premios de la Conmebol por eliminar al Sao Paulo de Brasil.

(...) Los años, además, lo fueron haciendo políticamente un poco más correcto a José. Con los suyos y con los otros. Ahora, almuerza con los periodistas, antes les cobraba canon para transmitir.

Además de comprar a Guillermo Ortiz en casi US$ 800.000 (se pagó solo con el penal de anoche), anunció la terminación de obra del anillo alto sur para finales de septiembre, la construcción de la nueva sede social en US$ 1.5 millón y la mejora edilicia del predio en la Autopista (construye lavandería propia, vestuarios para inferiores de AFA y un espacio común para delegaciones visitantes).

En medio de la polémica mediática por la marca de la indumentaria deportiva (N. de la R.: la casa matriz de la firma publicitada negó haber concretado el conchabo), respecto de la franquicia mundial, salió con una gambeta “a lo Vignatti” en Colón: camiseta de edición limitada en la Sudamericana y venta exclusiva en el club, con el 100% del producido para el club. El misil de Fritzler, la pierna de Burián y el derechazo de Ortiz hicieron el resto: hoy “vale oro” esa casaca con Los Palmeras y el continente americano.

(...) Ese pasaje de la nada al todo y del fracaso a la gloria en Colón se llama José Néstor Vignatti. Porque el que vende elefantes...gana elefantes. Y porque el que entierra elefantes —como pasó con el Sao Paulo—, puede soñar todos los días con ser un poco más grande. (...)".

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