MALA NOTICIA PARA LA ARGENTINA

Las agencias destrozan a Turquía, los emergentes en problemas

Los mercados están pendientes de lo que sucede en el mundo a partir de la crisis turca. La moneda de Turquía perdió un 38 % frente al dólar desde inicios del año en un proceso que se aceleró abruptamente en agosto, con caídas a mínimos históricos. Tiene un enorme y creciente déficit por cuenta corriente, una inflación de doble dígito y tensiones diplomáticas(8 y una guerra comercial) con Estados Unidos, su socio de la OTAN. Todo esto trajo consecuencias para la economía turca.

En primer lugar, a partir de la crisis que sufrió, el país representa un riesgo más grande que antes a la hora de tomar deuda, según las agencias de evaluación Standard & Poor's (S&P) y Moody's. La causa: una política económica que no tomó las medidas necesarias para frenar la caida de la lira (la moneda local).

"Hemos bajado la calificación de la deuda soberana (de Turquía) a largo plazo en moneda extranjera de BB- a B+, y la de a largo plazo en moneda local de BB- a BB.", indica S&P en un comunicado. ¿Qué significa esto? Que comprar deuda soberana es un negocio inseguro y especulativo. Moody's, por su parte, redujo su nota de la deuda turca de Ba2 a Ba3, y cambió su perspectiva de "estable" a "negativa".

Esta última, a través de un comunicado, culpa a la política: la principal razón de la crisis sería la "centralización del poder", porque el jefe de Estado, Recep Tayyip Erdogan, "es el único responsable para nombrar al presidente y vicepresidente del Banco Central" que, por este motivo, no tiene independencia.

S&P también critica la "concentración del poder alrededor de Erdogan", y predice que Turquía sufrirá una recesión en 2019. Según ellos, el PBI turco, que viene creciendo entre un 3% y 8% anual, se contraerá un 0,5%.

Una tercera agencia, Fitch Ratings, no modificó la calificación (que el mes pasado descendió a BB), pero emitió un comunicado en el que lamenta la "respuesta política incompleta" del Gobierno turco a la fuerte depreciación de la lira. Aseguraron que las medidas tomadas por Turquía para estabilizar el cambio de su divisa, la lira turca, y la economía "son insuficientes". También destacan la importancia de un Banco Central más independiente.

Con respecto a la posibilidad de que Turquía recurra a la ayuda del FMI, ellos prevén que no sucederá "a menos que la situación empeore sustancialmente". Según ellos, el país debe adoptar una política monetaria "ortodoxa".

La deuda externa de Turquía (compuesta por deuda soberana y corporativa adeudada a acreedores extranjeros, típicamente denominada en monedas fuertes) representa alrededor de un 54% del PBI. La buena noticia para los turcos es que, de este porcentaje, sólo el 17% es deuda soberana ya que la mayoría procede de deuda de empresas.

Otra razón para ser positivos, según lo publica el sitio finanzas.com, fue provocada por las acciones tomadas por el parlamento del país, lo que mejorará la liquidez disponible para las entidades financieras. Además, el sector bancario está barato, ya que tiene altos niveles de capital, baja morosidad y es extremadamente rentable. La regulación del sector bancario se asienta en una sólida base. Tras la crisis financiera de 2001, los bancos turcos fueron obligados a limpiar sus balances, algo que completaron a mediados de la década del 2000.

Mientras tanto, ¿a dónde van los inversores? El mercado financiero convulsionó a partir de lo sucedido y Argentina es el país más afectado, si bien todas las economías emergentes fueron afectadas. Según ElEconomista.es, en Argentina "el inmensurable mercado secundario de dólares alimentado por el Banco Central y los problemas para controlar la inflación hacen del peso el activo más vulnerable de los emergentes, que hace que sea más costoso, además, pagar su deuda en moneda, normalmente, denominada en dólares".

Además de Argentina, China y Rusia son los emergentes riesgosos, según los analistas (estos dos también están en medio de una guerra comercial contra USA).

La recomendación para los inversores es apostar a India, el país en vías de desarrollo con una menor deuda en moneda extranjera. El FMI pronostica para la economía india el mayor crecimiento del mundo de cara a los próximos años, en tasas superiores al 7,5 por ciento.

México y Brasil tampoco se verían tan afectados. La divisa del primero es la única de entre las emergentes que suma enteros frente al dólar. La estabilidad del real brasilero, por otro lado, no será segura hasta después de las elecciones de octubre.

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