PARADOJA DE FERMI

La ciencia habla: ¿Y si los extraterrestres somos nosotros?

La paradoja de Fermi se plantea una contradicción: si el universo es evidentemente tan vasto, por qué todavía no nos cruzamos con vida inteligente en el espacio. Miles de estrellas como el Sol (incluso más grandes y más antiguas) solo en la Vía Láctea. Seguramente, habrá planeta similares a La Tierra pero, ¿por qué todavía no encontramos a los extraterrestres? O incluso, ¿por qué no nos encontraron ellos?

El físico Enrico Fermi se preguntó lo mismo que muchos habitantes de La Tierra: "¿Dónde está todo el mundo?". Sin embargo, hay muchos especialistas que dan respuesta a esa pregunta utilizando la ciencia.

> Estamos demasiado lejos. Según esta explicación, la vida extraterrestre no nos alcanza por una cuestión de distancia. La estrella más próxima a la Tierra está a cuatro años luz (harían falta 40.000 años para viajar hasta allá con naves espaciales similares a las actuales y el ser humano solo ha existido por 10.000).

> Los extraterrestres no viven en la superficie. Gracias a las sondas que revelaron que los océanos subsuperficiales de mundos fríos e inhóspitos son un potencial hogar de formas de vida, esta teoría tomó fuerza. Los "aliens" podrían estar viviendo en cualquier lugar donde haya agua subterránea (a salvo de la radiación, las atmósferas tóxicas y de explosiones de supernova demasiado cercanas).

> Exceso de equipaje. Tal vez no es tan fácil hacer un viaje a través del espacio: ¿qué pasaría si una civilización viviese en una supertierra, con una gravedad aplastante, al menos diez veces superior a la nuestra? Hay investigaciones que confirman que las diferencias en lo que se refiere a la gravedad en el espacio pueden afectar gravemente la posibilidad de contacto con extraterrestres.

> Los aliens son máquinas. En La Tierra, la inteligencia artificial está en desarrollo. Shostak, futurista y director del Instituto de Búsqueda de Vida Inteligente (SETI) cree que, en otras civilizaciones, este avance provocó que los seres biológicos dejen de existir. En este caso, no solo deberíamos buscar mundos habitables, sino lugares atractivos para las máquinas (repletos de energía).

>Se destruyeron a sí mismos. En nuestro planeta, no tenemos un futuro esperanzador: contaminación, los daños sobre el medio ambiente y el cambio climático parece que llevarán a La Tierra a la destrucción. Hay quienes creen que esto le sucedió a los extraterrestres. El astrofísico Adam Frank diseñó un modelo matemático para tratar de responder a esta pregunta. Teniendo en cuenta las fuentes de energía disponibles, y conocidas, simuló cuatro escenarios de evolución social. Tres de los cuatro llevaron a un colapso y la mayor parte de la población desapareció.

>El Universo es demasiado inestable. Asteroides, estrellas moribundas, supernovas, erupciones volcánicas, y otros fenómenos pueden causar la destrucción de la humanidad.

>Nosotros somos alienígenas. Hay teorías que sostienen que los seres humanos somos criaturas inteligentes provenientes del espacio exterior. Se trata de la panspermia, según la cual ciertos microbios viajasen a través de asteroides procedentes de otros mundos.

>La vida es más rara de lo que pensamos. Podríamos ser los únicos, si La Tierra fuese el único planea con sus condiciones, que posibilitan el desarrollo de vida inteligente. En el desarrollo de la civilización ha influido que el Sol esté en la zona de habitabilidad de la Vía Láctea, a salvo del núcleo galáctico. Además, es clave la presencia de un planeta tan gigantesco como Júpiter, que con su gravedad nos guarda del impacto de residuos y asteroides, por ejemplo.

>¿Y si no somos capaces de escucharlos? La mayoría de los sistemas de búsqueda de vida inteligente rastrean estrellas similares al Sol. Pero podrían no estar en donde los buscamos o estar emitiendo señales imperceptibles para nosotros, quizás usando frecuencias o códigos que harían que nos pasasen desapercibidas.

>No son muy comunicativos. Quizás no comparten las matemáticas, o su lenguaje matemático (por no hablar del literal) es incompatible con el nuestro. Quizás su fisiología o su forma de pensar les impide comunicarse con nosotros. Hay teorías en las que se plantea la posibilidad de que los extraterrestres nos observen sin intervenir, porque no quieren hacer más que estudiarnos.

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