DESTRUYENDO EL EMPLEO REGISTRADO

Engaños de la suba de la recaudación de AFIP

Muy incompleta, superficial e irreal la lectura que hizo Leandro Cuccioli, titular de la AFIP, del comportamiento de la recaudación que realiza la ex DGI. Hay problemas muy serios que debería comprender antes que resulte dramáticamente tarde.

El martes 04/09, el flamante Directorio de AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), informó los números sobre la recaudación de agosto que subió un 32,6% en términos nominales interanuales.

La recaudación tributaria alcanzó en agosto los $ 293.418,4 millones, con un incremento interanual del 32,6%.

Los rubros en alza fueron el IVA importaciones, Ganancias y el Impuesto al Cheque.

Por el contrario, la seguridad social y las retenciones sufrieron una baja.

Las contribuciones patronales sufrieron una baja por la disminución del mínimo no imponible, aseguró Leandro Cuccioli, director de la AFIP.

También él sostuvo:

> La seguridad social recibió en forma de aportes el 24,9% y por contribuciones sólo el 21,7%. Esto es culpa de la baja del mínimo no imponible de los impuestos al trabajo consagrado en la Reforma Tributario.

Por su parte, los impuestos a la seguridad social aportaron $69.916 millones, con una variación del 21,5%, suba que se vio moderada por los efectos de la reforma tributaria.

Entonces: según el director de AFIP, la baja de la recaudación de las cargas sociales por el mínimo imponible impuesto por la “truncada” reforma tributaria, y esto, no es empíricamente cierto.

Mi análisis, en contra de los dichos del director de AFIP, no es la verdad absoluta pero mi especialidad en “cargas sociales” me lleva a derrumbar los dichos de Cucciolo contrastado con una triste realidad social y laboral.

Para un entendimiento, explico algunos conceptos:

> ¿Qué son las cargas sociales? Es el conjunto de contribuciones y de aportes destinados al sistema de la seguridad social.

Las contribuciones (23%) las debe pagar el empleador mediante el formulario 931 S.U.S.S. (Sistema Único de la Seguridad Social) AFIP todos los meses por sus empleados registrados.

Los aportes (17%) están a cargo de cada empleado, que el empleador debe retener en concepto de aportes a la seguridad social.

Estos aportes los soporta el empleado y están reflejados en sus recibos de haberes.

Las cargas sociales representan más del 60% de la economía argentina.

Éstas financian el Sistema Integrado de Jubilación y pensiones (21.17%); Obra sociales (9%); el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (4.5%); las asignaciones familiares de ANSeS (4.44%), el Fondo Nacional de Empleo (0.89%) y las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo.

Todo esta financiación depende del sector privado: las empresas -de las que el 80% son las Pymes, el motor de la economía argentina y del empleo genuino-.

Pero la Argentina funciona al revés.  Las cargas sociales son más regresivas, ya que impactan con similar intensidad, en forma independiente del nivel de las remuneraciones, y afectan de manera mucho más intensa a los salarios y a las empresas.

La regresividad se observa en la distribución del empleo en la Argentina, siendo la principal causa de contar con bajos índices de empleo registrado.

Si bien debemos tener en cuenta que los aportes y contribuciones de la seguridad social son uno de los tres pilares de la recaudación nacional tributaria, estos no pueden equipararse al Impuesto al Valor Agregado (IVA), y tener más carga porcentual que Ganancias.

El IVA subió de manera interanual. No porque haya subido el consumo, todo lo contario. El motivo es la consecuencia de los índices inflacionarios y la suba de precios. En la Argentina, los ingredientes de la canasta básica pagan IVA (impuesto al valor agregado).

Es harto polémico afirmar, tal como sí hizo el titular de la AFIP, que el IVA subió en términos interanuales, teniendo la góndola remarcada y explotada de precios que son inalcanzables para cualquiera persona. Por supuesto que el IVA va a subir si la inflación va derecho al 40% y los precios suben día tras día.

Volviendo a las cargas sociales, esta financiación no puede caer exclusivamente sobre los hombros de las empresas: el Gobierno Nacional debe tomar medidas tributarias reales que auxilien al ingreso de recursos al sistema previsional argentino.

La Reforma Tributaria creó un mínimo no imponible, que arranca en $2.400, sobre el cual no se pagarán las contribuciones patronales. Sobre este mínimo imponible, el 17% deduce el empleador por cada trabajador: descuenta $408 por empleado.

Ahora bien, no es lógico ni profesional que el director de AFIP diga que la recaudación en materia de las cargas sociales bajó por culpa del mínimo no imponible de la reforma tributaria. Inadmisible.

Él debiera conocer el motivo por el cual bajó la recaudación de las cargas sociales.

La recaudación por las cargas sociales tuvo una baja porque el desempleo sufrio una suba del 0.7% en el último mes.

El empleo registrado dependiente registró una baja del -0.50% y se perdieron en los últimos 30 días más de 30.000 puestos de trabajo genuino. Sumado a esto, el temor de las empresas a emplear trabajadores sin que ello culmine con un endeudamiento, debido al alto impuesto al trabajo y presión tributaria.

Estas cargas ocasionan el principal problema del empleo en Argentina, provocando que las empresas no puedan registrar a sus trabajadores y que haya cada vez más empleo no registrado tal, como registró el ultimo mes el exMTSS (Ministerio de Trabajo y Seguridad Social).

Las empresas no toman personal porque no hay producción y porque los riesgos fiscales son atroces de un Estado opresor y asfixiantes en materia fiscal, tributaria y laboral.

El minimo no imponible que impuso la reforma tributaria es completamente irrisorio y no influye en el presupuesto de recaudación de AFIP.

Fijar las cargas sociales con un sentido de progresividad y con la aplicación de un mínimo no imponible, ajustado por inflación, en forma gradual hasta alcanzar los $12.000, a valores de hoy, a partir de enero de 2022, no es lo que se necesita para que suba el empleo en la Argentina.

Ni hablar de acrecentar las cargas sociales en las Pymes, hoy del 17,50%, incrementando 0,5 punto porcentual anual a partir de 2019 hasta llegar al 19,50% en el 2022, “gradualmente”, y unificarlo al tributo de las grandes empresas, bajando su carga social de 21% a 19.5%.

Todas estas medidas, no son el cambio.

La reforma tributaria, mediante un mínimo no imponible y la detracción de un mínimo, no beneficia a las pymes y encubre una suba fiscal en materia de seguridad social llevándola a la misma mesa que las grandes empresas, y nada tiene que ver con la recaudación impositiva en materia de cargas sociales.

La Administración Macri debería dejar de difundir a la sociedad teorías falsas, y no publicar en redes sociales aspectos positivos de una economía derrumbada y encubriendo una crisis laboral con un manto de alegría y globos amarillos.

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