GANADORES Y PERDEDORES EN LA CRISIS

Vidal quiere actualizar el Fondo del Conurbano por inflación, ¿y Macri?

La gobernadora María Eugenia Vidal y los alcaldes del Gran Buenos Aires buscan asegurar la gobernabilidad pero descubren que ellos acuerdan más fácil que el presidente Mauricio Macri y los gobernadores. También coinciden en que la crisis es mucho más profunda y extensa de lo que se encuentra dispuesta a reconocer la Casa Rosada. Ya hay ganadores y perdedores en la crisis que recién está empezando.

El lunes 10/09 los intendentes peronistas fueron a verse mano a mano con los funcionarios de María Eugenia Vidal para pedirle que sancionen la emergencia social, alimentaria y de seguridad.

La reunión fue muy “coherente”, explicaron fuentes oficiales pero aún no ha habido definiciones al respecto.

la gobernadora decidió anunciar el incremento de los valores en las asignaciones sociales que se otorgan a partir del mes de octubre para “pasar este difícil momento”.

En cualquiera de los casos, la agenda en el tramo final del año se trastocó y ello tiene impacto directo en las previsiones electorales. Lo que antes parecía seguro hoy está puesto en dudas y crece la teoría de las dos columnas con el escenario vacío que aún no tiene quien lo ocupe.

Cuando arrancó el 2018 y unos pocos podían aventurar que las dificultades económicas iban a proyectarse de la manera que estamos viendo, había dos columnas donde se basaban las preguntas con miras al tablero electoral.

La primera de ellas, aún vigente, es si Cristina Fernández de Kirchner será o no candidata el año próximo.

Y la segunda apuntaba a saber si el país crecería o no. Este último interrogante ya tiene respuesta. Más que obvia.

En cambio, la otra no la tiene de manera definitiva pero sí crece un sector importante del peronismo la idea que la causa de 'los cuadernos de la corrupción' pueda hacer mella en esa posible decisión de la ex Presidente de volver a presentarse.

Es allí donde surge el escenario aún vacante. La posibilidad que la polarización tan fomentada deje, de a poco, lugar para una tercera opción que surja en el medio de esos dos parámetros. Por ahora, sólo esbozos. No más que ello.

De todas maneras, en las mesas políticas el tema es recurrente. Aunque al mismo tiempo sostienen que es difícil hacer encuestas ahora de posibles escenarios electorales en medio de la turbulencia y la tormenta como define Macri.

Mientras tanto, en el conurbano suceden cosas. Los intendentes contienen la demanda social y piden ayuda a la provincia. Se reúnen más que en otros tiempos. Desde el gobierno bonaerense aseguran que no faltará comida y refuerzan los envíos a los distritos. Los alcaldes quieren que se arme una mesa intersectorial donde se sienten todos los actores, incluida la Iglesia Católica y sus organizaciones que suelen dar alimentos y asistencia.

Alguna de ellas fue visitada por Marcelo Tinelli unas semanas atrás. Pero además hay una preocupación adicional que fue planteada por Gabriel Katopodis, el intendente de San Martín. Tiene que ver con la discusión del Presupuesto Nacional.

El temor de los intendentes es que en la negociación con las provincias del Norte se resignen recursos para Buenos Aires y eso repercuta en la coparticipación municipal.

Ya tienen el ejemplo reciente de la eliminación del Fondo Sojero. Por ello esperan, en vano, reunirse con Mauricio Macri. El propio Katopodis volvió a pedir que el gobierno nacional cambie el modelo económico porque no alcanza con las medidas de emergencia que tomó María Eugenia Vidal.

En forma de gesto, si se quiere, la gobernadora quiere actualizar el Fondo del Conurbano por la inflación. ¿Qué dirá Macri? Cualquier proyecto electoral no puede prescindir de la provincia de Buenos Aires.

Entre las medidas que lanzó María Eugenia Vidal el miércoles 12/09, una de ellas es el aumento del monto que se destina a la comida de los comedores escolares. Cuando asumió este gobierno se pagaban $6 por día por chico, el monto se actualizó a $15 y ahora subirá otro 15%.

Además, como medida adicional comenzaron a transferir el manejo de esa plata a los municipios y no a los consejos escolares que fueron quienes lo manejaron toda la vida. La idea de hacer más cristalino el uso de esos dineros choca con una realidad. Antes los manejos espurios se daban en inflar el cupo de alumnos presentes para sacar una tajada en la diferencia.

Ahora, a causa de que la demanda aumentó, ello es imposible. Por ende, habría algunos vivos que sofisticaron la metodología. No inflan el cupo sino que buscan direccionar las compras de los alimentos a determinados proveedores. Tal como se ve, la crisis social es un problema serio. Pero también un negocio para algunos.

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