MÁS DE 130.000 FAMILIAS
Créditos UVA: Buscan un "amortiguador" por el impacto de la inflación
Uno de los sectores que se vio más afectado por el impacto de la inflación altísima que se registra este año, sumado a la devaluación que sufre la moneda nacional y la pérdida de poder adquisitivo, es el de los créditos hipotecarios en UVA que tomaron muchos argentinos en los últimos dos años. Se trata del bolsillo de más de 130.000 familias, para quienes el Gobierno analiza medidas que evitan que se incremente fuertemente el peso de la cuota sobre los ingresos.
19 de septiembre de 2018 - 13:06
Desde que se inició la entrega de créditos hipotecarios con el sistema de Unidad de Valor Adquisitivo, UVA, se entregaron más de 130.000 créditos en todo el país. Este sistema se ajusta por inflación por lo que en los últimos meses se vio seriamente afectado.
Muchos especialistas alertaron por este tema, lo que reactivó la discusión sobre el impacto que puede llegar a tener las cuotas en la economía familiar.
Cuando se anunciaron estos créditos, en marzo de 2016, su gran ventaja era que la cuota inicial era menor a un alquiler mensual promedio, lo que bajó las barreras de entrada para acceder a una vivienda. Sin embargo, luego de un pico en 2017, a partir del segundo trimestre de este año, comenzó a ser una opción cada vez menos beneficiosa. De ahí que las ventas de propiedades concretadas a través de hipotecas inmobiliarias comenzaron a caer fuertemente.
Según un análisis realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), si se tomó un crédito de US$80.000 bajo la modalidad UVA en abril de 2016 a 30 años, la cuota pasó de $8.613 en abril de 2018 a $9.543 en agosto de 2018. Es un incremento de $930 en la cuota, que representa 10,8% de aumento. Pero si se compara con la cuota inicial de abril 2016, que era de $5.353, el aumento asciende a $4.191 adicionales, 78,41% más.
Al momento de la entrega de los créditos se estipula que la cuota no puede superar el 25% del ingreso familiar. Por eso, y ante la fuerte suba, el Gobierno estaría pensando en mecanismos para que los deudores puedan apelar a algún "amortiguador" para la relación cuota-ingreso.
Las opciones que se están considerando son:
Un seguro, que se activaría en caso de que la relación entre la cuota indexada y los ingresos del deudor supere determinado porcentaje. De esta forma, si al inicio del crédito la relación cuota ingreso era de, por ejemplo, 20%, el seguro se activaría si esa relación salta al 25%. Se está estudiando quién pagaría ese seguro. Todo indicaría que debería haber un aporte extra a la cuota que debería abonar el tomar del crédito.
Otra alternativa es crear un fondo compensador que también se active cuando se altere por encima de un límite la relación cuota-ingreso.
También se hablaba de que dicho fondo compensador se fondee con el 10% de las utilidades que obtenga anualmente el Banco Central.
Hace unos días, diputados de la oposición impulsaron un proyecto para que la cuota se actualice por el Coeficiente de Variación Salarial o el IPC, el menor de ellos.
Otro proyecto de los senadores del PJ establece que recién “una vez que el CVS acumulado desde la fecha de ingreso al crédito alcance el de la moneda indexada, el ajuste se efectuará por este último”.
Y contempla que si los salarios crecen un 5% por encima de la devaluación, los Bancos podrán recibir una “prima adicional” equivalente a 1,5% de la cuota hasta cubrir ese desfasaje.
Actualmente, quienes están pagando créditos UVA tiene la posibilidad de apelar a la cláusula que dice que si la inflación supera por más de un 10% la evolución de los salarios, los bancos deberán ofrecerles a sus deudores la posibilidad de extender por un 25% el plazo del préstamo originalmente otorgado.
Al haberle ganado la inflación a los salarios, y suponiendo que este año el IPC crece un 45% y los sueldos 25%, una cuota que en enero representaba el 25% del salario, terminará el año representando el 28% en la cuota a pagar en diciembre.