HISTORIAS VERDADERAS DEL ÉXODO

A Bogotá en silla de ruedas: un viaje de 500km para huir de Venezuela

José Agustín López está en silla de ruedas hace 13 años, y su situación empezó a empeorar con la crisis en Venezuela. Al igual que millones de compatriotas, José decidió buscar una mejor vida en otro país, en este caso Colombia. Él junto a su hijo, Jefferson Alexis López, ambos de escasos recursos, decidieron emprender la marcha, como otros miles más lo están haciendo, a pie. O en este caso en silla de ruedas. Conozca la conmovedora historia.

José Agustín López está en silla de ruedas hace 13 años, y su situación empezó a empeorar con la crisis en Venezuela. Al igual que millones de compatriotas, José decidió buscar una mejor vida en otro país, en este caso Colombia.

Él junto a su hijo, Jefferson Alexis López, ambos de escasos recursos, decidieron emprender la marcha como otros miles más lo están haciendo, a pie. O en este caso en silla de ruedas; teniendo como meta la capital neogranadina Bogotá, donde esperan encontrar la asistencia médica que se les negó en su país de origen, Venezuela.

A pesar que José ama con el alma a su tierra, tiene muy presente que para personas como él  resulta imposible seguir viviendo allí, Por eso, decidió viajar en su silla, que apenas funciona, desde San Cristóbal, capital del Estado de Táchira, hasta Bogotá. Con un par de maletas y un colchón para el recorrido de 500 kilómetros que les espera.

“Vine a Colombia más que todo buscando mi medicación, buscando una silla de ruedas y buscando cualquier monedita para llevar a la casa y hacer mercado. Eso es lo único que le pido a mi Dios”, relató para El Espectador, José, quien antes de estar cuadripléjico producto de un accidente de tránsito, se desempeñaba como mensajero.

El viaje de un venezolano parapléjico por Colombia 

El estar postrado en una cama le provocó una escara y a raíz de eso fue sometido a una colostomía. José relata entre lágrimas cómo se las ingenia para cambiar constantemente el sistema de drenaje de sus esfínteres. “No encuentro las bolsas, no encuentro antibióticos, no encuentro el adhesivo en Venezuela. Tengo que ponerme unas bolsas de las que dan en las bodegas (Verdulerías)”, explicó.

El objetivo más cerca de padre e hijo, pasa a ser Pamplona a 75 kilómetros de Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela.  

“Junto a mi padre luchando allá vamos. Atravesando toda Colombia si es preciso”, dice Jefferson quien se encargó de empujar la silla de ruedas de su padre por más de 3 días.

“Sueño con que Venezuela salga adelante. Porque hay pobreza y hambre”, sumó el discapacitado llorando: “Vino el fracaso total de Venezuela. Es muy doloroso”.

Sin embargo, esta historia conmovedora tuvo un final feliz. Luego de medio luchar por 3 días en las carreteras colombianas se hizo un pequeño milagro. José y Jefferson llegaron a destino gracias a una ambulancia que los rescató en el camino.

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