ANIVERSARIO

La historia de Mary Prince: Google celebra la lucha contra la esclavitud

El buscador de Google suele aprovechar aniversarios y efemérides para honrar eventos o personajes que marcaron historia. En el día de hoy, 1/10, le toca a Mary Prince, en el 230° aniversario de su nacimiento: negra, esclava, inglesa, abolicionista y escritora. Su autobiografía fue la primera historia de vida de una mujer negra publicada en Reino Unido.

Mary Prince (1788 -1833) nació en Bermudas (islas británicas en el Caribe) en el seno de una familia esclava. Su autobiografía, La historia de Mary Prince, una esclava de las indias occidentales, escrita por ella misma. fue un símbolo para las corrientes abolicionistas, en primera persona relató la vida de los esclavos en Bermudas y la brutalidad con la que eran tratados por sus dueños.

Su libro fue el primer documento histórico que trataba el tema de la esclavitud desde la primera persona: La vida cotidiana de un esclavo que pertenecía a ingleses en las islas caribeñas. Cuando salió a la luz, la esclavitud ya no era legal en Gran Bretaña, pero el Parlamento aún no la había abolido en las colonias, por lo que el relato fue un impulso para el abolicionismo.

Familia de esclavos

Tenía cinco hermanos y, junto a sus padres, todos eran esclavos. En su relato, pasan por su vida cinco dueños diferentes. Cuando ella era bebé, su madre y sus hermanas fueron vendidos al capitán George Darrrel, que regaló a Mary y a su madre a la familia de su nieta, Betsey Williams (de casi la misma edad que Mary Prince).

La niña pasó los primeros años de su vida en la residencia de los Williams, donde su madre trabaja como doméstica. Con Betsey, su pequeña dueña, jugaban juntas. En su libro, explica que este fue el periodo más feliz de su vida, pero dijo que fue asó porque “era demasiado joven" para entender correctamente su condición de esclava.

Cuando cumplió 12 años, tuvo que dejar la casa de los Williams: La famlia ya no tuvo dinero suficiente para mantener a tantos esclavos. Mary Prince, entonces, fue a parar a lo de los Prudden, donde trabajó durante dos meses. Después fue puesta en venta junto a sus dos hermanas menores (que habían nacido en la residencia de los Williams). Finalmente, se separó de sus hermanas porque fueron compradas por tres dueños diferentes.

Dueños brutales

Mary le costó 57 libras de moneda bermudeña al capitán John Ingham. En esta granja ya no fue tan feliz: Su libro relata crueldad por parte de los amos, que que la azotaban como “un castigo ordinario", incluso por una falta leve. Aún era una niña.

Entonces fue que la joven esclava intentó escapar: Quiso refujiarse en la casa de su madre, que hacía labores de criada. Por el peligro que suponía para la mujer tener a una esclava escondida, Mary fue a parar a un agujero en las rocas cerca de la casa y su madre le llevaba comida por la noche. Finalmente, su padre, Prince, devolvió a Mary a la granja de Ingham.

No faltó el castigo: Su dueño la envió a Grand Turk Island por la rebeldía de escaparse. Se trataba de una colonia satélite de las Bermudas en la que había muchas industrias salineras que utilizaban la mano de obra de los esclavos.

Su cuarto dueño, Robert Darrell, la compró por 100 libras (moneda de Bermudas). Nuevamente, crueldad. Mary Prince trabajó en la producción de sal durante alrededor de 10 años, y las jornadas llegaban a durar 17 horas. Luego de ese tiempo, su dueño la llevó a su residencia en Bermudas.

Cuando tenía 20 años, trabajó en un hogar donde lavaba ropa y ganaba dinero para su dueño. Entonces se enteró de que un joven rentista y tratante de esclavos iba a ir a Antigua. Toda su familia estaba allí, así que le pidió a Robert Darrell que le dejara ir "al servicio del señor Wood”.

La esposa de Wood la compró por 100 libras para dedicarla al trabajo doméstico. Estos fueron sus quintos y últimos dueños, con los que trabajó durante 13 años. Luego comenzó a sufrir reuma, enfermedad que la incapacitó para trabajar. Cuando los Wood viajaban, Mary ganaba su propio dinero lavando o vendiendo café y otras provisiones a los barcos.

Luego de unons años, Mary se unió a la congregación de Moravia, que brindaba educación a los esclavos. Aprendió a leer y a escribir y, en 1826 (tenía casi 40 años), se casó con un hombre negro que había comprado su libertad, Daniel James.

Inglaterra

Un año y medio despúes, los Wood se fueron a Londres y se llevaron a Mary con ellos. Entonces, el sistema legal británico ya no permitía la esclavitud en el país (aunque sí en las colonias). Mary, en la calle, era una mujer libre, pero no tenía medios para mantenerse. Cerca de finales de noviembre de 1828, llegó a la oficina abolicionista, donde conoció a Thomas Pringle.

Con la ayuda de este hombre, intentó negociar su libertad, porque quería volver a Antigua con su esposo como una mujer libre. Se decidió llevar el caso de Mary al Parlamento, y se formuló una petición. Fue presentado el 24 de junio de 1829 y en ella expresó su deseo de regresar a las indias occidentales, pero no como esclava. La petición no fue aceptada y poco después la familia Wood regresó a Antigua sin Mary, que quedó desempleada.

Thomas Pringle la contrató como empleada doméstica pagada y Mery se mudó a su casa. Entonces fue el abolicionista la apoyó para que escribiese su historia. La publicación del libro significó la denuncia a Pringle (editor del libro) por dos casos de difamación y Mary Prince fue llamada para testificar en ambos: uno lo ganó Pringle y en el otro el juez dictaminó como exagerada la historia de Prince.

No se sabe si volvió a encontrarse con su marido. Lo único que se conoce a ciencia cierta es que permaneció en Inglaterra hasta, al menos, 1833. Un año después, la esclavitud fue abolida en Bermudas, por lo que ella podía regresar como mujer libre.

El final del libro: “Esto es esclavitud. Le digo que deje que los ingleses sepan la verdad; y espero que nunca dejen de orar a Dios y llamen en voz alta al gran Rey de Inglaterra, hasta que todos los negros pobres sean liberados, y la esclavitud eliminada para siempre”.

Su historia fue publicada por primera vez en 1831, junto a la petición expresa de ella al Parlamento británico para reclamar su derecho a la libertad. La emancipación de los esclavos en las colonias llegó en 1 de agosto de 1834, sin dudas, impulsada por la historia de Prince, es reconocida como una heroína nacional en Bermudas.

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