02/10/18: ESTADO DE SITUACIÓN

Economía, resistencia social, y política: El choque de los 3 elementos

Cuando la economía prevalece en la agenda de opinión pública significa que hay problemas, y que la política puede haber perdido el timón. Ocurre con demasiada frecuencia en la Argentina, y es consecuencia de su inestabilidad permanente, sus ciclos economicos breves, su desinversión y fuga permanente de capitales. Tal como lo afirma el autor, la coyuntura "es una repetición de anteriores crisis similares". ¿Cuándo y cómo concluye? Aquí algunas aproximaciones:

 

El escenario público nacional puede ordenarse de la siguiente manera: tenemos tres espacios que cumplen los requisitos adecuados al análisis que son

> una lógica interna, y

> diferentes entre sí.

Los espacios son: el económico, el social y el político.

Éste último tiene la prevalencia sobre los otros porque tiene el comando de la acción pública respecto a los otros escenarios.

La gobernabilidad es política que involucra a las políticas económicas y las políticas destinadas a la seguridad social.

La crisis argentina actual es una repetición de anteriores similares, y que ponen a la economía en un lugar destacado, que parece empalidecer a la política, sin embargo, la incidencia innegable de la economía como propuesta y como resultado, no excluye a la política.

En este punto podría decirse que la actual coyuntura económica caracterizada por las turbulencias financieras, una gran devaluación, y un proceso de recesión que recién comienza; proyecta preguntas y dudas que son netamente políticas, como por ejemplo, ¿por qué el actual plan de emergencia que se sostiene con el protagonismo del FMI, no se aplicó cuando asumió el gobierno de Cambiemos planteando una bisagra marcada con los gobiernos de CFK?

La actividad económica o la inactividad económica impacta directamente en el espacio social, empeorando todos los indicadores que registra el Estado, son factores para configurar un clima de malhumor y demanda de los sectores más castigados, los segmentos bajos y medios de la sociedad.

La respuesta organizada supone el compromiso gremial y de los movimientos sociales ante la caída social.

A pesar de la división existente en las centrales de trabajadores, se incrementó la dinámica de la protesta social en que muchas veces las organizaciones ganan la calle para expresarse.

En cuanto a lo político, el gobierno no logra controlar la navegabilidad, demostrando dificultades con el manejo del timón.

En algunos momentos, la incertidumbre y las oscilaciones cambiarias, dieron lugar a percibir que los problemas conducían al gobierno. Esto derivó en una nueva crisis de credibilidad entre el Estado y la Sociedad, entre el gobierno y los ciudadanos.

Todo ciudadano de a pie supone que el gobierno -aunque no lo haya votado- tiene un saber que queda en línea con el poder. Durante los últimos meses, el gobierno que ya había ocurrido durante 2016 y 2017 con idas y venidas, a partir de la Ley Previsional de diciembre, empezó un ciclo nuevo en que la imagen negativa de Mauricio Macri y la gestión superaron a la positiva y hasta la fecha nunca más se recuperaron.

Cayeron las expectativas económicas que no se levantan (poco menos de tres de cada diez cree que la economía va a mejorar).

Mientras tanto, los grandes medios focalizan su comunicación en dos cuestiones:

> los cuadernos de Oscar Centeno, y

> la recesión.

El primero es de naturaleza abstracta y el segundo concreta, lo que genera la esperanza en el kichnerismo que la paralización económica prevalecerá sobre la corrupción.

Las fuerzas políticas van a tomar esos ejes como centrales para su campaña electoral, y van a ponderar según su ubicación en el escenario.

La comunicación del oficialismo pivoteará sobre el tema de la corrupción y la diferencia con el gobierno anterior; en cambio la oposición lo hará sobre la delicada coyuntura económica.

Coyuntura, por otra parte, que nadie sabe con exactitud cuánto durará.

La etapa previa a las campañas electorales para 2019 indican que hay tres fuerzas políticas competitivas:

> el oficialismo,

> el kichnerismo y aliados, y

> el peronismo federal.

Ninguna estará en condiciones de construir una mayoría neta sobre el resto. Por lo tanto, esta es una disputa entre minorías, que posiblemente, alcancen a dirimir la presidencial en un ballotage.

El espacio de la oposición está influido por la candidatura latente de Cristina F. de Kirchner, sobre la cual se orienta gran parte de la actividad periodística, en que lo judicial y lo político suman protagonismo a la ex Pta. Puede que el gobierno repita la estrategia de polarización, subiendo al ring a Cristina, y ésta acepte en pos de su resarcimiento. Su candidatura bajo las condicionalidad de seis causas en que está procesada. Esto significa que su lanzamiento será un desafío al gobierno y al Poder Judicial.

Por otro lado, la candidatura de Macri significa que tiene esperanza en la recuperación económica. Considera que teniendo enfrente a la ex Pta. esto lo beneficiará para el eventual ballotage.

La tercera fuerza es el peronismo federal, constituido por un grupo de dirigentes que están tratando de llegar a acuerdos para formalizar la oferta. Pero, por ahora esta posibilidad no alcanza al tercio de la promesa de voto. Es decir que, hasta la fecha, la pelea principal es entre Cambiemos y el kichnerismo.

Economía, resistencia social, y política son los tres elementos que con su energía positiva y negativa tratarán de prevalecer. Si la política pierde su capacidad de influencia en los otros espacios viviremos muchas horas de angustia e incertidumbre.

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