MASACRE DE TLATELOLCO

50 años de una absurda trampa paramilitar

La matanza estudiantil del 02/10/1968 marcó el inicio de una etapa histórica de erosión de la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional y por la democracia en México que culminó 50 años después, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de 2018.

1. El movimiento de 1968 en México fue un movimiento social en el que participaron estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Colegio de México, la Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo​ y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. También profesores, intelectuales, amas de casa, obreros, campesinos, comerciantes y profesionales en la Ciudad de México, Coahuila, Durango, Michoacán, Nuevo León, Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz, constituidos en el Consejo Nacional de Huelga (CNH).

2. Hubo un petitorio escrito del CNH al Gobierno de México pero, de fondo, el movimiento buscaba un cambio democrático, mayores libertades políticas y civiles, menor desigualdad y la renuncia del gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

3. El Estado mexicano, o sea el PRI, juzgó al movimiento como un "Plan Subversivo de Proyección Internacional" para el inicio de un régimen "comunista", y lo criminalizó, argumentando que sus participantes eran un peligro para la seguridad nacional. Entonces, ocurrieron detenciones ilegales, maltratos, torturas, persecuciones, desapariciones forzadas, espionaje, criminalización, homicidios y ejecuciones extrajudiciales

4. El 01/10/1968 ocurrió una matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en Ciudad de México, DF: la Operación Galeana, a cargo del grupo paramilitar denominado Batallón Olimpia, coordinado con la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la llamada por entonces "Policía Secreta" y el Ejército. El objetivo fue una manifestación convocada por el CNH. El responsable de la matanza fue el presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz. Documentos desclasificados de la Central Intelligence Agency (CIA) demuestran que Díaz Ordaz fue colaborador de la agencia estadounidense, y le asignan el código "LItempo-2". Debe señalarse que "LItempo 1" era Emilio Bolaños, sobrino de Díaz Ordaz que podría haber sido el contacto inicial de la CIA, que inició su vínculo con Díaz Ordaz cuando éste era secretario de Gobernación.​ El prefijo LI identificaba operaciones en México y la palabra Tempo identificaba el programa de relación entre la CIA y "altos funcionarios selectos" de México.

5. La Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) de la Procuraduría General de la República concluyó en 2006 que el movimiento estudiantil "marcó una inflexión en los tiempos políticos de México", fue "independiente, contestatario y que recurría a la resistencia civil",​ y se potenció "con las demandas libertarias y de democratización que dominaban el imaginario mundial".

Recordar el 68 "es rendir homenaje a la Universidad y a las y los universitarios, valientes y comprometidos, que defendieron su autonomía, así como sus principios básicos y valores". Foto Jesús Villaseca / La Jornada

02/10/1968: Soldados mexicanos listos para el ataque.

Aquí un texto muy impactante que produjo Pedro Ángeles Becerra:


El movimiento estudiantil de 1968 fue un movimiento social, en el que además de estudiantes de la UNAM y el IPN participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas en la Ciudad de México, y que fue reprimido por el gobierno mexicano mediante la matanza de Tlatelolco ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas.

El genocidio se cometió en contra de una manifestación pacífica por el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia fraguada por el gobierno mexicano en contra
del Consejo Nacional de Huelga, órgano directriz del movimiento.

Este conflicto dio inicio el 22 de julio con una pelea entre estudiantes de la Vocacional 2 y de la preparatoria particular Isaac Ochoterena, en la Ciudadela, lo que se puso de manifiesto la rivalidad entre el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y las preparatorias incorporadas a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En esta época habían llegado a nuestro país muchos periodistas de todo el mundo porque México era la sede de los Juegos Olímpicos que iniciarían el 12 de octubre, por lo que al gobierno de México le interesaba que la imagen de nuestro país fuera de paz y cordialidad, ya que todo el sistema político mexicano llego a extremos asombrosos, controlando muy bien a todos los medios informativos, por que el gobierno quería aparentar que no estaba sucediendo nada y promovía con mucho mas ahínco las Olimpiadas del 68, próximas a celebrarse en México y que se inaugurarían el próximo 12 de octubre (día del descubrimiento de América, en México el Día de la Raza).

Los anuncios luminosos mostraban los aros olímpicos muy junto a la paloma de la paz, mientras cientos de estudiantes eran detenidos, golpeados, vejados, encarcelados y en muchas ocasiones asesinados y/o simplemente desaparecidos.

Para esas fechas también se suscito otra manifestación de estudiantes que conmemoraba la Revolución Cubana, con los de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), que protestaban por la intervención policíaca durante la pelea entre alumnos de la Vocacional 2 y los estudiantes de preparatoria.

La manifestación fue reprimida por la policía, por lo que los estudiantes tomaron las preparatorias 1, 2 y 3 de la UNAM, como una manifestación de protesta ante los enfrentamientos ocurridos entre granaderos y estudiantes, la policía y el ejército rodearon planteles escolares de la Preparatoria Nacional y del IPN, sobre todo en el centro de la ciudad en la que fue destruida una puerta colonial de la Preparatoria 1 (San Ildefonso), varios estudiantes resultaron heridos así como un buen número de ellos detenidos, algunos planteles de la Escuela Nacional Preparatoria fueron tomados por las fuerzas públicas.

En la Ciudad Universitaria, el rector Barros Sierra izó la bandera nacional a media asta en señal de luto por los hechos acontecidos días anteriores, el 1 de agosto el rector encabezó una manifestación desde CU por avenida Insurgentes, Félix Cuevas, avenida Coyoacán y regresó por la avenida de la Universidad donde inicio, concluyendo con un mensaje, en el que manifiesta su inconformidad por los hechos suscitados en los enfrentamientos; al día siguiente fue creado el Consejo Nacional de Huelga (CNH), formado por estudiantes y maestros de la UNAM, el IPN, las escuelas normales, el Colegio de México, Chapingo, la Universidad Iberoamericana, el colegio La Salle, y algunas universidades estatales.

Para el 4 de agosto, el movimiento estudiantil ya había elaborado un pliego petitorio que invalidaba el de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), y contenía los siguientes puntos:

1. Libertad a los presos politicos.

2. Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal. (Instituían el delito de disolución social y sirvieron de instrumento jurídico para la agresión sufrida por los estudiantes.)

3. Desaparición del Cuerpo de Granaderos.

4. Destitución de los jefes policíacos.

5. Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.

6. Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.

02/10/1968: Protestar es subversivo.

El 13 de agosto se realizó una gran manifestación con 150.000 participantes, la que partió del Museo Nacional de Antropología al Zócalo.

En ella declaró la CNH que la FNET no representaba al estudiantado, a dicha manifestación se sumaron los alumnos del Conservatorio Nacional y de la Normal Superior.

El gobierno declaró el 22 de agosto que tenía la mejor voluntad de dialogar con representantes estudiantiles, a lo que los profesores y estudiantes respondieron afirmativamente, estableciendo que el diálogo se realizara en presencia de la prensa, la radio y la televisión.

El 27 de agosto nuevamente los estudiantes se manifestaron en el Zócalo, donde izaron una bandera rojinegra y decidieron dejar una guardia. Pero en la madrugada del 28 fuerzas del ejército y la policía desalojaron a las guardias de estudiantes que permanecían ahí, los soldados los persiguieron y los golpearon con las culatas de sus rifles y a partir de ese momento la represión se volvió sistemática.

Se vivían días de tensión y espera. Pero aun que el CNH insistió en el dialogo público, nunca hubo respuesta por parte del gobierno ni de Díaz Ordaz, por lo que se convoco a una nueva manifestación el 13 de septiembre y se organizaron ceremonias para celebrar la independencia el día 15 en CU (ciudad universitaria), y en el IPN, aquel día 13, el movimiento dio una nueva batalla cívica que permanecería en el recuerdo de muchos: la llamada manifestación del silencio

Para el 23 de septiembre, el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, estaba empeñado en detener las protestas y semanas antes de la masacre, ordenó al ejército ocupar el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El ejército detuvo y golpeó indiscriminadamente a muchos estudiantes, como señal de protesta el rector Javier Barros Sierra renunció, sin que le fuera aceptada su renuncia ya que la Junta de Gobierno le pidió expresamente que permaneciera al frente de la Universidad Nacional Autónoma de México.

A pesar de esto, las protestas estudiantiles no se acallaron continuaron las manifestaciones y crecieron en tamaño hasta que luego de nueve semanas de huelga estudiantil, 15.000 estudiantes de varias universidades marcharon por las calles de la ciudad en protesta por la ocupación del campus universitario.

La tarde del 02/10/1968, un día después de la salida del ejército de los campus de la UNAM y del IPN, miles de personas estudiantes y trabajadores, muchos de ellos
con sus esposas e hijos, se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.

En esta manifestación se infiltró el Batallón Olimpia, que iban vestidos de civiles con un guante blanco en la mano izquierda, quienes se dirigieron al edificio "Chihuahua" donde se encontraban los oradores del movimiento y varios periodistas, pero cuando los lideres del movimiento estudiantil comunicaban a los asistentes a dispersarse pacíficamente y sin caer en provocaciones, los hombres de guante blanco, hicieron que los oradores se tiraran al suelo, aproximadamente eran las 6:20 p.m., cuando unos helicópteros vigilaban a la multitud desde el aire, es entonces cuando aparecieron unas luces de bengala como señal para que los francotiradores del Batallón Olimpia apostados en el edificio "Chihuahua" abrieran fuego en contra de los manifestantes y militares que resguardaban el lugar, y en ese preciso momento empezó la balacera, esto último fue una estrategia de este grupo paramilitar creado por el gobierno mexicano para infiltrarse y detener a los  manifestantes y hacer creer que los estudiantes eran los agresores.

Los militares en su intento de defenderse, repelieron "la agresión de los estudiantes", pero ante la confusión, los disparos no fueron dirigidos contra sus agresores, sino hacia la multitud de manifestantes que se encontraban en la plaza de Tlatelolco, en breve una masa de cuerpos cubría toda la superficie de la plaza.

Muchos manifestantes escaparon del tiroteo, escondiéndose en algunos departamentos de los edificios aledaños, pero el ejército no se detuvo, irrumpiendo a cada uno de los departamentos de todos los edificios de lo que conforma la Unidad Tlatelolco sin orden judicial para capturar a los manifestantes.

La masacre continuó durante la noche, los soldados allanaron los edificios de apartamentos adyacentes a la plaza. Testigos de los hechos aseguran que los cuerpos fueron sacados en camiones de basura, los medios de difusión de todo el mundo publicaron la noticia de que se había registrado el choque más sangriento entre los estudiantes y tropas del gobierno.

Este suceso resume que lo que provocó la matanza de estudiantes del 2 de Octubre de 1968, fue la intolerancia del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz ante las manifestaciones, que por lo general eran llevadas a cabo por los estudiantes que estaban inconformes por la forma de gobierno que estaba rigiendo a México en esos años, también, por la intolerancia hacia las peticiones de estos movimientos, tales como: democracia verdadera, mejores condiciones de vida, justicia e igualdad para todos, así como la libertad de expresión.

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