ELECCIONES 2019

Horacio y Mariú: Retratos de la familia PRO

Las encuestas comienzan a coincidir: Mauricio Macri se ha desinflado como opción 2019 para Cambiemos. Es una situación muy compleja, y acerca de la que nadie quiere hablar en voz alta en Cambiemos. Pero hay que comenzar a analizar sus posibles consecuencias.

Horacio Rodríguez Larreta tiene un par de ventajas sobre María Eugenia Vidal:

** un conocimiento muy anterior, cercano y amigable de la mayoría de los líderes políticos de la oposición, y

** recursos monetarios disponibles para la autofinanciación de un proyecto político personal.

Sin embargo, Vidal tiene una ventaja sobre Larreta: el consenso entre el público elector de Cambiemos que ella debería ser la sucesora natural de Mauricio Macri.

A su vez, Vidal y Larreta tienen 2 ventajas apreciables sobre Macri:

** la opinión pública no los relaciona con el fracaso de la economía 2015/2018, ni con las consecuencias del ajuste según el Fondo Monetario Internacional; y

** ambos no mantienen diferencias, al menos públicas, con la cofundadora de Cambiemos, la diputada nacional Elisa Carrió.

En tanto, Macri tiene 2 ventajas sobre Vidal y Larreta, integrantes del núcleo duro del PRO:

** el sistema republicano argentino es hiperpresidencialista según la Constitución Nacional; y

** el apoyo internacional es dirigido directamente al hoy día jefe del Ejecutivo Nacional.

No obstante, Rodríguez Larreta es lo que coloquialmente se denomina "un tiempista", y él puede no apresurarse. Él evalúa que carece de urgencias sobre su futuro ya que

** goza de un amplio reconocimiento positivo en su distrito electoral, y

** puede ambicionar su reelección en 2019.

Vidal, en forma paralela, abunda en consejeros que le advierten acerca de las erosiones que ha provocado un 2do. mandato consecutivo en Provincia de Buenos Aires, el distrito imposible, tanto a Eduardo Duhalde como a Daniel Scioli, los únicos que lo lograron. No lo consiguieron aunque lo desearon Alejandro Armendáriz, Antonio Cafiero, Carlos Ruckauf y Felipe Solá. Mejor no ambicionarlo y menos conseguirlo, le susurran.

Larreta y Vidal coinciden en sus diferencias simultáneas con Marcos Peña, el colaborador más cercano que tiene Macri.

Pero Marcos Peña hoy es inofensivo respecto del Marcos Peña anterior al derrumbe de la economía.

Vidal y Larreta mantienen otra coincidencia: ambos tuvieron que ganarse, con tesón y audacia, su lugar cerca de Macri. Aún hay quienes recuerdan el humor negro de Macri que apuntaba hacia el hoy jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma.

Para Marcos fue más sencillo: Macri siempre quiso tener un colaborador de prosapia a quien mandonear.

Acerca de Vidal, hay biografías escritas acerca de aquella subestimación hacia ella, en los tiempos anteriores a cuando aceptara que su rostro fuera sinónimo de las situaciones críticas en la Ciudad Autónoma.

Lo cierto es que, al menos por autoprotección, Macri todavía no se ha resignado a aceptar el mandato presidencial único, sin reelección, que él mismo había prometido cuando fue candidato, en 2015.

Mejor expresado: Mauricio todavía escucha a Marcos Peña afirmar que el deterioro es pasajero, y que hay recuperación posible, en especial si el peronismo sigue fragmentado y hay un balotaje con CFK.

Mariú y Horacio coinciden en que hay 2 subestimaciones peligrosas en el futuro de Cambiemos:

** la que supone que el peronismo es tonto; y

** la que supone que el odio oculta el raciocinio a CFK.

Vidal y Larreta, tal como la mayoría de los investigadores de opinión pública -o, probablemente, consecuencia de ellos- prefieren dejar en el corto plazo que los acontecimientos se expresen por sí mismos. Pero ninguno seguirá diciendo que el 2019 es de Mauricio. En cuanto al largo plazo, ya lo dijo John M. Keynes: todos estaremos muertos. Queda el mediano plazo como opción posible.

Ambos, Mariú y Horacio, saben que, si no es candidato, Mauricio será gran elector en Cambiemos, si es que aún se llamará Cambiemos. 

Larreta se considera impulsor de Vidal desde el Grupo Sofía, y Vidal nunca ni menospreció ni ocultó aquel inicio, posterior a su paso por el centro de estudios de Francisco de Narváez.

Ambos mantienen un buen diálogo generacional con varios peronistas prominentes, comenzando por Sergio Massa, tan maltratado por Marcos y Mauricio. ¿Sería esa cercanía un límite para la otra gran electora, 'Lilita'? Ella también comprende el escenario mientras se prepara a saltar por una senaduría nacional por Ciudad de Buenos Aires para la que está amarrando el 'voto duro' de Cambiemos, que la sigue respaldando aún en su presión a la Casa Rosada.

Larreta sabe que su fuerza consiste en mantener ordenado su distrito, y por esto hasta obtuvo una convivencia previsible y estable con Martín Lousteau. Luego, hay que mirar con binoculares. Mirar con microscopio puede ser suicida.

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