¿RUMBO A VENEZUELA?

IRSA se suma a las multinacionales que consideran que la Argentina ya es “hiperinflacionaria”

Al igual que muchas mega-empresas que operan en la Argentina, para IRSA Propiedades Comerciales -que lidera Eduardo Elsztain-, la Argentina ya es una economía “hiperinflacionaria”, en base a la International Accounting Standard 29 (IAS 29), la norma global que obliga a las multinacionales a ajustar sus balances. La semana pasada otras compañías como Unilever, Nestlé, Mondelez, Kimberley-Clark, Carrefour, Pfizer y Johnson & Johnson, también habían calificado a la economía argentina como "hiperinflacionaria" ante sus accionistas.

Para IRSA Propiedades Comerciales, la filial de shoppings y oficinas del holding que lidera Eduardo Elsztain, la Argentina ya es una economía “hiperinflacionaria”, basándose en la International Accounting Standard 29 (IAS 29), la norma global que obliga a las multinacionales a ajustar sus balances.

Sin embargo, en su presentación a la Securities and Exchange Commision (SEC), de los Estados Unidos, la empresa aclaró que esto todavía no impactó en los resultados de su año fiscal 2018, cerrado el 30 de junio. Por lo pronto, la ganancia del ejercicio escaló de $3377,5 millones, en 2017, a $15.656 millones.

“Eso es por el efecto de un mayor valor de mercado de las propiedades de inversión. Al ser dolarizadas, capturan el impacto de la depreciación cambiaria”, explicaron fuentes del grupo.

Cabe destacar que la IAS 29 obliga a las compañías regidas bajo las normas internacionales de información financiera (NIIF) a ajustar sus estados contables por inflación. Según ella, una inflación acumulada mínima del 100% en tres años califica a una economía de “hiperinflacionaria”.

“Hemos determinado que, al 1 de julio de 2018, la Argentina califica como una economía hiperinflacionaria de acuerdo con los parámetros de la International Accounting Standard 29, ya que la inflación acumulada en los 36 meses previos a esa fecha, medida por el índice de precios mayorista publicado por el Indec excedió el 100%”, precisó el formulario 20-F. IRSA CP aclaró que la IAS 29 será aplicada para sus estados financieros finalizados después de esa fecha.

“La IAS 29 requiere que la información financiera registrada en una moneda hiperinflacionaria sea ajustada con la aplicación de un índice general de precios y expresada en la unidad de medida (la moneda hiperinflacionaria) al final del período reportado”, agregó. “En consecuencia, nuestros estados financieros consolidados y auditados incluidos en este reporte anual serán ajustados por un índice general y expresados en la unidad de medida (la moneda hiperinflacionaria) corriente al final del reporte periódico más reciente”, puntualizó. “No hemos estimado aún el impacto de la aplicación de la IAS 29 en nuestros estados financieros consolidados”, aclaró. Los datos auditados incluidos en su reporte anual, añadió, no fueron reexpresados en moneda constante.

No obstante, aclaró que el peso califica como una moneda de economía hiperinflacionaria bajo la IAS 29. Aunque, advirtió, tampoco puede asegurar que las agencias regulatorias argentinas exijan aplicarlas en los balances domésticos. De ocurrir, eso podría tener efectos adversos en su situación económica y financiera, y, en consecuencia, el resultado de su operación.

Vale recordar que la Argentina ya fue calificada economía hiperinflacionaria por los cuatro principales estudios de auditoría contable del mundo, lo que obliga a multinacionales a adaptar sus balances.

Las multinacionales que operan en el país califican a la Argentina como una economía hiperinflacionaria ante sus accionistas. Mega-empresas de la talla de Unilever, Nestlé, Mondelez, Kimberley-Clark, Massalin, Ford, Acelor Mittal, Bunge, Cencosud, Carrefour, Pfizer, Johnson & Johnson, Novartis, IBM y General Electric advirtieron a sus inversores que el manejo de los activos y de los pasivos monetarios, la política de stocks y de ventas de parte de la filial local debe ser analizada bajo los parámetros de una economía hiperinflacionaria. El mismo criterio se utiliza para leer los números de las filiales en Venezuela.

“Ha habido una devaluación significativa en Argentina y su economía es ahora considerada como hiperinflacionaria, con lo cual la suba de precios es excluida de la suba de las ventas generales desde el 1 de julio”, informó el jueves pasado Unilever a sus accionistas.

También advirtió que sus ventas en América latina resultaron dañadas por la caída del volumen de consumo en Argentina. “Hay dos países en donde hemos visto cambios extremos del índice de precios al consumidor. El primero es Venezuela (y) el segundo es Argentina. El trato para ambos países se mantendrá bajo análisis regular, pero para ninguno de los dos tenemos expectativas de que nuestro tratamiento cambie para fin de año”, concluye. Además, Unilever sacó un comunicado en donde aclara que “las cuatro grandes firmas de contabilidad llegaron a un consenso acerca de que las condiciones están dadas y que la Argentina debe ser clasificado como hiperinflacionaria”.

El mismo jueves, en una conferencia ante representantes de los inversores, François-Xavier Roger, gerente financiero de Nestlé a nivel global, señaló que “desde el 1 de octubre estamos moviendo a la Argentina hacia un tratamiento contable de hiperinflación. Hemos aplicado el mismo tipo de medidas para Venezuela, para asegurarnos de que nuestros indicadores reflejen la realidad económica”. De todas formas, tranquilizó a los accionistas diciendo que “sólo para darles una perspectiva, Argentina es relativamente chica para nosotros, el 0,5 por ciento de las ventas”.

Mondelez, otro gigante de la alimentación, ya aclaraba en su reporte trimestral del segundo trimestre que “Argentina se ha vuelto una economía altamente inflacionaria. Cambiaremos la moneda de análisis desde el peso argentino al dólar, activos en pesos serán medidos en dólares”. La operatoria nacional explica el 2,1 por ciento de las ganancias de la firma.

Kimberley-Clark informó para el segundo trimestre que estuvo “monitoreando los números de inflación y la volatilidad cambiaria. Como resultado, decidimos adoptar la contabilidad de alta inflación para las subsidiarias argentinas, lo cual implica denominar los balances locales en dólares”.

En tanto, el laboratorio Novartis informó el viernes pasado que “la Argentina se ha vuelta hiperinflacionaria el 1 de julio, lo cual requiere implementación retroactiva de la contabilidad hiperinflacionaria desde el 1 de enero”. Por su parte, la farmacéutica Pfizer informó a la SEC estadounidense que en el segundo trimestre el impacto de “la operatoria en Argentina bajo condiciones hiperinflacionarias no tiene impacto en la empresa”.

La tabacalera Massalin también informó el tratamiento de los números de la filial local bajo los parámetros de una economía altamente inflacionaria desde el 1 de julio. En tanto, Johnson & Johnson comenzó a aplicar en el tercer trimestre los criterios contables de alta inflación y aclaró que “los efectos de la devaluación bajo el contexto de alta inflación no se espera que tengan efectos materiales en los resultados de la compañía”.

El miércoles pasado, Carrefour publicó en su reporte global a los inversores los resultados de la aplicación de las normas “vinculadas a la situación de hiperinflación en Argentina”. A su vez, la multinacional chilena Cencosud, que maneja Jumbo, Plaza Vea y Falabella, entre otros, analizó en su presentación del segundo trimestre que “Argentina es actualmente una economía hiperinflacionaria para efectos contables”.

Desde el segundo trimestre, General Electric designó a la economía de Angola como altamente inflacionaria y el 1 de julio etiquetó a la Argentina del mismo modo, “motivo por el cual estamos calculando el impacto en nuestros informes financieros”. La automotriz norteamericana Ford también explicó que “desde junio de 2018 Argentina ha sido clasificada como una economía altamente inflacionaria”. “Estamos evaluando el impacto en nuestras operaciones de la Argentina”, indicó Ford. Para la metalúrgica Acelor Mittal “Argentina fue definida como una economía hiperinflacionaria desde julio de 2018. La compañía está analizando el impacto de la aplicación de la contabilidad hiperinflacionaria sobre las operaciones argentinas”.

Según publicó Página/12, la empresa suiza Holcim, de materiales para la construcción admitió que si bien en la situación económica nacional corresponde aplicar los criterios de contabilidad de hiperinflación, decidió por ahora posponer esa decisión a raíz de los desafíos en la implementación y a la espera de que la situación mejore. También Bayer-Monsanto indicó que está en proceso de análisis para ver si aplica el protocolo de hiperinflación.

La cerealera Bunge informó que “desde el segundo trimestre, la economía argentina debe ser considerada como altamente inflacionaria, por lo cual las subsidiarias cambiarán su moneda de cuenta al dólar. No se espera que este cambio tenga impacto sobre los estados financieros consolidados”. También IBM consideró a la economía argentina como hiperinflacionaria.

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