EN EUROPA

La guerra de precios recién comienza

Volkswagen apuesta a lanzar un auto eléctrico que costará menos de US$23.000. Así buscará cambiar la imagen tras el escándalo que produjo la manipulación de valores contaminantes en sus motores Diesel. Competirá con Tesla líder en el sector de nuevas tecnologías.

En un mercado que evoluciona presionado para discontinuar los motores clasicos, Volkswagen anunció que, muy pronto, presentará un vehículo eléctrico que costará menos de US$23,000. Así abrirá una dura batalla contra Tesla, por ahora, pionera en lo suyo.

De esta manera la compañía alemana buscará limpiar su imagen tras las investigaciones que demostaron una importante manipulación en las cifras de emisiones contaminantes de los motores Diesel armados e instalados en el viejo continente. Las fábricas en Emden, Zwickau y Hanover se ocuparan del asunto.

La terminal elabora un plan para fabricar 200.000 unidades del automóvil eléctrico conocido como "MEB entry", mientras hará que el sedán mediano I.D. Aero alcance las 100.000 unidades, precisó una fuente a la agencia Reuters.

Los planes se debatirán en una reunión de la junta de supervisión el próximo 16 de noviembre, cuando el fabricante con sede en Wolfsburgo, Alemania, también discutirá si concluye un acuerdo de gran alcance con el productor de celdas de batería SK Innovation y con su rival Ford Motors.
 
En ese mismo orden "tanto Volkswagen como Daimler están preparados para ofrecer reacondicionamientos de hardware para limpiar vehículos diésel más antiguos a su propio costo", dijo el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, luego de una reunión con ambas terminales y agregó que "BMW aún se niega a hacerlo".
 
Ocurre as tres grandes automotrices se comprometieron a gastar hasta 3.000 euros en diversas medidas, incluidos incentivos para cambiar los vehículos por unos más modernos.
 
Scheuer afirmó que "todos están dispuestos a seguir adelante con los incentivos, para convencer a sus clientes para que compren vehículos más nuevos y más limpios que tengan menos emisiones y que no se vean afectados por las prohibiciones de uso".
 
El Gobierno presionó a los fabricantes de automóviles para que asuman más de los costos de modernizar sus vehículos, aunque los gigantes automotrices de Alemania mostraron reacios a gastar más de lo necesario.
 
"Volkswagen, Daimler y BMW se asegurarán de que sus clientes puedan permanecer móviles", dijo Scheuer, instando a rivales extranjeros como Fiat y Peugeot a que se unan a los esfuerzos que, según sostuvo, las empresas alemanas habían realizado.
 
Los escándalos que involucran esquemas para ocultar los niveles verdaderos de emisiones contaminantes de los automóviles diésel asestaron repetidos golpes a la reputación mundial de la industria automotriz alemana en los últimos años.
 
 

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