SANTIAGO LEIRAS

¿Pasó el momento de las PASO?

El colectivo "Cambiemos" quiere eliminar las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) porque cree que así estimularía la fragmentación del Partido Justicialista y sus colaterales agrupadas todas en el panperonismo. Sin embargo, las PASO ameritarían un debate más profundo e interesante que la simple conveniencia de quienes han demostrado gran impericia para gobernar desde 2015 (de lo contrario no precisarían recurrir a la estratagema). Aquí una aproximación al respecto:

 

Hace pocos días atrás el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la Dirección Nacional Electoral-DNE, anunció el calendario electoral para las elecciones generales del año próximo estableciendo el domingo 11/08/2019 como fecha para la realización de las PASO en todo el territorio nacional, continuando el desarrollo del cronograma con la celebración de elecciones generales en primera vuelta el día 27/10/2019 y el ballotage, de ser necesario, el domingo 24/11/2019.

Las PASO o Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, cabe recordar, son el mecanismo aprobado en el año 2009, y estipulado en la Ley 26.571, denominada “Ley de Democratización de la Representación Política, Transparencia y Equidad Electoral”, sancionada el 02/12/2009 para la elección de los candidatos de los partidos y coaliciones partidarias.

En aquel año 2009, en medio de la crisis financiera internacional, se llevaron a cabo elecciones legislativas que culminaron, entre otros hechos de carácter disruptivo, con la derrota del ex presidente Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires frente a un desconocido empresario, Francisco de Narváez, quien encabezaba la lista de la agrupación Unión-PRO, una alianza entre los dirigentes Mauricio Macri, Felipe Sola (¡Sí, como Usted lo puede leer, Felipe Solá!) y el propio Francisco De Narváez.

El objetivo primordial de la iniciativa (por lo menos el oficialmente declarado) era desalentar la fragmentación partidaria, en parte producto de la eclosión del año 2001, y la emergencia de nuevas organizaciones que la fomentaran.

Han pasado casi diez años ya de la puesta en práctica de la mencionada ley, y se ha hecho uso de dicho instrumento jurídico para las elecciones multinivel de 2011, 2013, 2015 y 2017; representa éste un buen momento entonces para realizar algún balance sobre las consecuencias de la aplicación de la ley sobre la base de dicha experiencia:

1. En una parte importante de las elecciones primarias llevadas a cabo, el proceso electoral se ha transformado en un ritual que lleva a consagrar fórmulas establecidas de antemano, dado que la contienda política se encuentra limitada por acuerdos dirigenciales que restringen la competitividad.

2. Dado que la ley ha tenido un impacto más bien limitado sobre la dinámica interna de los partidos políticos, las PASO se han transformado de hecho en una suerte de primera vuelta electoral, transformándose la competencia presidencial sin ir más lejos en un escenario a tres vueltas -primaria, primer y segundo turno-

3. Si la ley se proponía limitar el peso de los personalismos en la vida partidaria, sus efectos han sido más bien limitados en este aspecto.

4. En consecuencia, se cumple con la simultaneidad y obligatoriedad de la norma, pero se limita severamente la apertura de las primarias.

Teniendo en consideración este breve balance realizado es que cabe preguntarse por la necesidad de preservar este instrumento jurídico y político como marco para el desarrollo de la competencia electoral. Van aquí algunas posibles propuestas de reforma:

1. PAO en lugar de PASO: es decir, mantener la obligatoriedad de las primarias abiertas (Primarias Abiertas y obligatorias) pero no su simultaneidad.

2. PASNO en lugar de PASO: preservar el carácter simultáneo y abierto de la elección, pero no su obligatoriedad,

3. PANSNO en lugar de PASO: esta posibilidad sería la de una primaria abierta no simultánea ni obligatoria. ¿Puede un partido político o coalición electoral ser obligado a funcionar democráticamente en su vida interna?

4. Mantener las PASO, pero modificando algunas de sus cláusulas, por ejemplo, aquella que impide conformar fórmulas alternas que consagren al ganador como el primer miembro de la fórmula y al segundo como su compañero de fórmula.

5. Eliminación directa de las PASO.

Abrimos desde estas breves líneas el debate para una reforma política sobre esta ley y otros instrumentos tales como la potencial instrumentación del voto electrónico en todo el país -pero esta última discusión la dejamos para una próxima columna-.

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