2040 FECHA TOPE

Ni nafta ni gasoil: Chau a los motores tradicionales

Si bien aún no se habló de una prohibición taxativa del uso de estos vehículos, sino de ir retirándolos de circulación, la ministra de España para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, abrió la polémica (y las dudas) al afirmar que "el diésel tiene los días contados, durará más, durará menos, pero sabemos que su impacto en partículas y el aire que respiramos es suficientemente importante para ir pensando en un proceso de salida".

 
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica de España, aseguró que el diésel "tiene los días contados". De este modo, "durará más, durará menos, pero sabemos que su impacto en partículas y el aire que respiramos es suficientemente importante para ir pensando en un proceso de salida", concluía la ministra.
 
Ribera, antes de comparecer en la Comisión para la Transición Ecológica del Congreso de los Diputados, al ser preguntada sobre si el Gobierno se plantea medidas para facilitar ese cambio en los combustibles que se utilizan, dijo que "el cambio que asistimos necesita muchas cosas a la vez".
 
Explicó que, junto a señales de tipo regulatorio y limitador, el proceso se tiene que acompañar "con facilidades que permitan ir cambiando el patrón que aplicamos e ir cambiando también el patrón de nuestros vehículos privados".
 
Preguntada sobre qué diría a una persona que se acaba de comprar un auto diésel, Ribera dijo que, aunque las personas que acaban de comprar un auto conocen "en gran medida" las consecuencias que su vehículo tiene en la calidad del aire, es verdad que el coste de comprar un coche de una categoría o de otra no refleja el coste real del impacto que tiene.
 
Ribera agregó que, por tanto, no se puede culpabilizar al que compra ese auto y para facilitar comportamientos de consumidor responsable tiene que haber señales fiscales, de mercado, que permitan discriminar lo que significa cada opción de forma intuitiva y natural sin hacer un "análisis profundísimo".
 
Sobre una posible subida de impuestos que pudiera afectar a este tipo de vehículos y la suba que planea Pedro Sánchez al combustible, la ministra se remitió a su colega María Jesús Montero, titular del departamento de Hacienda, quien rechazó cualquier afán recaudatorio de la iniciativa diciendo que se trata de una "fiscalidad medioambiental que busca evitar comportamientos agresivos con el medio ambiente".
 
En cuanto a las restricciones que quiere poner Madrid a los vehículos más contaminantes, respondió que le parece muy "razonable y normal que la alcaldesa de una gran capital, como es Madrid", Manuela Carmena, "se plantee medidas para facilitar una movilidad de calidad, pero que afecte cada vez en la menor medida posible a la salud de los ciudadanos".
 
Preguntada si el Ministerio que dirige tiene planteadas medidas en materia de movilidad, contestó que todavía no, pero "es evidente que la acción en materia de movilidad no sólo es acción local".
 
En este sentido, dijo que el Gobierno de la Nación tiene que plantearse qué señales fiscales, qué señales regulatorias y cómo acompaña a las grandes ciudades en ese proceso de cambio".
 
Lo cierto es que la guerra al diésel inicia un camino de no retorno con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. 
 
Según un borrador del ministerio de Ribera de la Ley de cambio climático y transición energética al que tuvo acceso un grupo de periodistas, la idea es establecer por ley que a partir de 2040 no se permita la matriculación y venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones "directas" de dióxido de carbono, entre los que se incluirían los vehículos diésel y gasolina.
 
La futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética que está elaborando contempla la prohibición de matricular vehículos que emitan gases contaminantes dentro de 22 años. En 2040 entrará en vigor esta medida que afectará a los coches con motor a gasolina y diésel, pero también a los híbridos y a los coches que funcionan con gas natural, según recoge el borrador.
 
Además, el Ejecutivo también pone sobre la mesa su intención de que esos vehículos dejen de circular a partir de 2050, de forma que en las ciudades y carreteras españolas sólo haya coches eléctricos o propulsados por hidrógeno y otras tecnologías 100% limpias. 
 
La norma afectaría, además de a los coches gasolina y diésel, a todos aquellos vehículos que sean de combustión, es decir, los automóviles que utilicen gas natural comprimido (GNC), gas licuado de petróleo (GLP) y los híbridos, ya que estos emiten CO2 cuando no están usando electricidad.
 
Según las previsiones con las que trabaja el Gobierno, en 2050 estará prohibido circular con  turismos que emitan dióxido de carbono de forma "directa" .
 
La norma que prepara el Gobierno espera, además, fijar como obligatorio la instalación de puntos de recarga eléctrica en las instalaciones de suministro de combustibles y carburantes en distintos plazos y en función de su volumen de ventas.
 
La propuesta del Gobierno, han explicado fuentes del Ministerio, es similar a la del Reino Unido, que anunció que prohibirá la venta de coches diésel y gasolina en 2040 y que en 2050 ya no podrán circular.
 
Francia también afirmó que prohibirá la venta de coches de combustión en 2040, según la misma fuente, que precisó que Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda pretenden lograrlo en 2030 y Noruega en 2025.
 
Los fabricantes han pedido al Gobierno "una transición ordenada" hacia los vehículos de bajas y cero emisiones, para que la producción de las fábricas no se vea (y con ello, los empleos) afectada. En este sentido, el presidente ya había anunciado, en el mes de octubre, que el Ejecutivo firmará un "acuerdo estratégico de futuro" para la automoción para darle al sector "una legislación estable", un marco de previsibilidad, inversiones y mejorar la formación. "La ministra de Industria, Reyes Maroto, lo firmará en las próximas semanas", había dicho Sánchez el pasado mes durante su visita a la fábrica de la firma Renault en Valladolid.

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