BOMBAS, ARMAS Y ANARQUÍA

Terrorismo en Argentina: Se instala la psicosis en marco al G20

Ha sido una semana extraña en materia de seguridad en la Ciudad de Buenos Aires. Actos anarquistas, artefactos explosivos, arsenal de armas y disturbios, han encendido todas las alarmas en el Gobierno y deberán ahora, extremar las medidas de seguridad para lo que será la Cumbre del G20, que se celebrará a partir del 30 de noviembre y recibirá a las figuras políticas más importantes del mundo. En medio de estos hechos irregulares, se instala entonces la psicosis en la sociedad, sobre todo cuando la palabra "terrorismo" se inserta fuertemente en la opinión pública. Hay quienes aseguran que los hechos, a pesar de ser preocupantes, no representan una alta peligrosidad, pero otros temen posibles ataques masivos, incluso, el Reino Unido alertó sobre posibles "ataques terroristas" en Argentina. Lo expresó a través de un comunicado que generó algo de inquietud en Casa Rosada.

Las últimas 48 horas han sido movidas en materia de inseguridad, y se han encendido las alarmas en el Estado por los hechos anarquistas, disturbios, e incluso vínculos con agrupaciones terroristas que han insertado psicosis social en torno a posibles ataques terroristas que puedan ocurrir previo a la cumbre del G20. 
 
Buenos Aires se prepara para recibir la Cumbre de Líderes del G20. Entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, los principales mandatarios del mundo se reunirán en la capital argentina para coronar el trabajo del G20 2018. Ante este hecho, el gobierno británico advirtió, dentro de las recomendaciones a sus ciudadanos que vengan al país, que "los terroristas posiblemente traten de ocasionar ataques en Argentina. Los ataques podrían ser indiscriminados, incluyendo lugares frecuentados por expatriados y viajeros extranjeros". Pero aun cuando faltan 15 días para la importante reunión, ya se han generado situaciones extrañas y hasta inéditas que podrían vincularse a ataques terroristas. 
 
En menos de 48 por ejemplo, ocurrieron una serie de hechos que no solo llaman la atención, sino que asustan a la sociedad. El miércoles 14/11 2 artefactos explosivos (uno detonó) se utilizaron para realizar atentados. Los dos resultaron fallidos: el primero, en el cementerio de Recoleta, el artefacto de fabricación casera explotó en manos de una mujer de 33 años, que se declaró anarquista. La víctima perdió 3 dedos y está en estado de gravedad en el hospital Fernández. El segundo, en la casa del juez Claudio Bonadio. Un joven de 26 años arrojó a su vivienda un explosivo, que pudieron detectar a tiempo y prevenir su explosión. 
 
Mientras todavía la justicia investiga los hechos de ayer 14/11, en donde ya hay 13 personas detenidas enmarcado en los artefactos explosivos, una alarma se encendió en el subte de la Ciudad, específicamente en la línea D. El pánico y terror se adueño de la gente cuando evacuaron los andenes e interrumpieron el servicio por un artefacto extraño que fue dejado en una de las salidas del subterráneo. La psicosis invadió a la gente, previo a que un día antes dos "bombas explosivas" fueron noticia. Parece un chiste, pero después de 40 minutos, el artefacto explosivo resultó ser un televisor portátil. 
 
En ese mismo momento, se estaba conociendo la noticia de que dos hermanos quedaron detenidos por presunta vinculación con agrupaciones terroristas islámicas. La detención se realizó tras una denuncia por vínculos con el terrorismo hecha por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), según informaron fuentes del Ministerio de Seguridad. El juez federal Sebastián Ramos investiga si los sospechosos tienen relación con Hezbollah. Los detenidos: Kevin Gamal Abraham Salomón de 23 años y Axel Ezequiel Abraham Salomón de 26 años. Los hermanos tenían dentro de su casa un arsenal de armas de fuego. 
 
A todos estos hechos extraños se les suman los disturbios que se generan a diario en la ciudad, hoy 15/11 por ejemplo, hubo "peligro de saqueo" en el centro comercial Alto Palermo, ubicado sobre avenida Santa Fe y Coronel Díaz, por lo que tuvieron que desalojarlo. El lugar fue tomado por unos 200 manifestantes que reclamaban trabajo. E se grupo de personas alzaban las banderas de la CTEP.
 
Todos estos hechos irregulares han tenido que obligar al Gobierno a extremar las medidas de seguridad para prevenir inconvenientes mientras se desarrolla la cumbre del G20. Ahora en los medios se discute sobre el anarquismo y los ataques terroristas en el país, pero lejos de dar tranquilidad a la gente, alimentan la psicosis. Incluso, se ha generado polémica y discusiones en torno a lo que es y no, un ataque terrotista. En ese orden, el periodista Pablo Duggan dijo que "Terrorismo es cuando se infunde terror. Cuando un atentado daña inocentes y genera miedo en la población. Un caño de bajo poder en el cementerio no cumple con esos preceptos", escribió a traves de su red social. 
 
Las declaraciones generaron molestia por "minorizar" el hecho. Eduardo Feinmann por ejemplo, lo cuestionó fuertemente durante su programa de esta tarde 15/11 en A24 y en esa línea, agregó que los actos vandálicos o terroristas que se han suscitado están ligados al kirchnerismo. 
 
Los que pasaron desapercibidos: 
 
A pesar de que los hechos ocurridos en las últimas horas generaron alarma y conmoción en la sociedad, hubo hechos similares que no fueron tan relevantes o no tuvieron el impacto mediático que tuvieron los actuales. 
 
Una bomba explotó en una sucursal de Santander Río y otra fue hallada en un colegio. Los dos hechos sucedieron a pocas cuadras de distancia. Fue el 7 de noviembre, pero casi nadie habló de lo sucedido. Uno de los explosivos explotó en la sucursal bancaria de Flores, aproximadamente a la 1 de la madrugada. En ese mismo barrio, pero el 6 de noviembre encontraron un explosivo en la escuela Nuestra Señora de Fátima, pero no llegó a detonar. 
 
Explosiones del G20: 
 
El tema de los explosivos parece costumbre en torno a las cumbres del G20, por ejemplo, en 2017 la reunión se vio empañada por disturbios en los que fueron protagonistas los explosivos. Autos ardiendo, 159 policías heridos, jóvenes encapuchados enfrentándose a vehículos antidisturbios, lanzamiento de cócteles molotov y agentes tratando de dispersar a los manifestantes fueron la cara de la cumbre en Hamburgo.

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