MARCELO TROVATO

Están muy asustados...

Días complicadísimos por delante, luego del G20. ¿Cuántas conspiraciones tendrá que inventar Patricia Bullrich para que la economía no establezca un cerco en derredor de la Administración Macri? Aquí algunas reflexiones muy importantes:

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Pronóstico Bursátil). En manos de un ministro de Hacienda que está sostenido por ser el nexo con el prestamista de última instancia, que tiene sus ahorros en el exterior y que dice que "este plan a otro Gobierno lo hubiera hecho caer" y que al día siguiente le envía un mensaje a los inversores: "estén tranquilos" está la Argentina.

El mismo ministro que elabora este informe -pero, al parecer, no lo mira, no lo entiende, o se hace literalmente el boludo-.

Resulta que ahora el Banco Central nos dice que, porque el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), respecto de la inflación para 2019, cayó por primera vez 0.08 centésima (de 32.9% a 32.1%), el piso pactado y acordado con el FMI de Tasas de Interés no inferiores al 60% se modificarán a partir del 03/12, es decir, post Cumbre del G20 y previo a la primera revisión 2019 por parte del FMI.

Y, tal como si esto fuera poco, el presidente del BCRA manifiesta: "La determinación de tasas por subastas de LELIQ puede implicar una mayor variabilidad en la tasa de interés de las mismas, pero no necesariamente deberá trasladarse a una variabilidad de las tasas de depósitos y préstamos del sistema financiero".

Es decir, que los bancos, cuyo objeto es ganar dinero con el spread entre las tasas que cobran y las que pagan, van a dejarlas quietas porque, quizá ¿se transformen en Sociedades de Fomento...?

Ahora, a los que nos toman de boludos es a nosotros. Esta semana el dólar mayorista subió 0,63 centavo por el solo hecho de bajar la tasa 4,4%.

En consecuencia se nos presentan algunas dudas al respecto, a saber:

> ¿Perforar el piso de 60% acordado tiene la aprobación del FMI...?
> ¿Los bancos de verdad pasarán a ser benefactores del inversor...?
> ¿El tipo de cambio se va a quedar quieto...?
> ¿Los controles de capitales (Com. BCRA A6595 Nov. 2018) no nos va a devolver a Mercado de Frontera?
> ¿Pasamos la primera revisión del FMI de 2019...?
> ¿En Hacienda y BCRA se habrán enterado de las lluvias en la 'zona núcleo'...?
> ¿La base monetaria se contrae $28.000 millones pero con un D.N.U. (Decreto de Necesidad y Urgencia) autorizan gastos adicionales por $200.000 millones....?
> Al Sr. Presidente, mientras le arreglan su cabello ¿le avisaron que quiebran 30 pymes por mes...?

A estas y a otras tantas dudas que nos surgen se contestan con una sola respuesta: la macro economía argentina está crujiendo y todavía no hemos visto lo peor.

En consecuencia, todas estas manifestaciones de deseo son una reacción de autodefensa al susto que tienen de despertarse un día y que la clase media les ponga la Casa Rosada de sombrero.

Siempre sostuvimos que era preferible un dólar de $65 y una tasa del 35% en lugar de un dólar de $35 y tasas superiores al 60%. Pero que ello necesitaba de tres cualidades indelegables:

> asumir el costo político,

> resignar aspiraciones electorales, y

> valentía para hacerlo.

De nuevo: ya es tarde para darse vuelta, porque todas las jugadas dan mate:

> deberemos pagar intereses de deuda por el 8% del PBI,

> la cosecha fina será una gota de agua en el desierto,

> la cosecha gruesa es una esperanza puesto que la realidad dice que ni siquiera se ha comenzado a sembrar, y

> estamos muy lejos de ver sus resultados.

Si miramos este cuadro comparativo vamos a notar un gran ausente -pero que no lo veamos no significa que desaparecieron- y son ¡¡¡los intereses de la deuda los tenemos que pagar!!!

No nos mientan más:

> duplican la valuación de los automotores,

> subieron bienes personales,

> traicionaron a los que blanquearon el dinero en el exterior,

> no cumplieron con la Ley de Reparación Histórica a los Jubilados,

> suben 10 x 1 la valuación fiscal de las viviendas en C.A.B.A.,

> aprobaron un Presupuesto que es lisa y llanamente un mamarracho,

> están rompiendo todos los récords de carga impositiva y...

sin embargo no alcanza.

A partir del 03/12, la Argentina va a ingresar lentamente en el túnel del tiempo y, a medida que avancen las semanas, iremos recorriendo y repitiendo los mismos errores con sus mismas consecuencias.

El túnel hará paradas en 1981, 1989, 1990, 2001, la velocidad a la que vayamos dependerá de varios factores pero este túnel para muchos es ultra conocido, y en virtud de ese conocimiento los sucesos tenderán a anticiparse.

Y la anticipación puede ser de tal velocidad que insistimos con no descartar que se deban anticipar las elecciones pese a que, tal como hacen correr algunos alcahuetes, "nadie quiere agarrar". Todos quieren "agarrar", pero nunca antes de que salgamos del túnel.

En términos de mercado, S&P nos baja la calificación y mientras la renta fija no para de caer la renta variable so pretexto de la aprobación del presupuesto trata de dar altura a los precios y vende. Hasta el legendario Mark Mobius salió a declarar que los activos emergentes están baratos (¿alguna vez lo escucharon declarar que hay que vender porque están caros...?), pero es entendible, Templeton -su viejo amor- todavía tiene una carga pesada argentina en su cartera.

Primero los bonos, después los bancos y finalmente todo el mercado, tanto sea para arriba como para abajo, los bonos siempre avisan; y las paridades junto con el riesgo país vaya si están avisando.

Noviembre pinta feo para los mercados mundiales, las cripto monedas también están avisando y ni que hablar de las principales monedas como el Euro, el Franco Suizo, la Libra, el Mexicano y el Yuan.

El petróleo toda una aventura adivinar que hará en el corto plazo, tiene fundamentos para bajar aún más pero puede ser una caída abrupta para luego, como un resorte saltar hacia los tres dígitos en el mediano plazo.

¿Dónde nos posicionamos hasta que aclare o aparezcan chances de buenos negocios...? En el activo más barato de la Argentina.

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