TRAGEDIA

Buscan a más de 1.000 desaparecidos en el incendio forestal de California

Equipos de recuperación forense buscaban a más víctimas entre los restos carbonizados de la ciudad de Paradise, en el norte de California, mientras más de 1.000 personas figuraban como desaparecidas tras el incendio forestal más letal del estado. Hasta el momento se recuperaron los restos de al menos 76 personas en y alrededor de la pequeña ciudad ubicada 175 kilómetros al norte de San Francisco, en la que vivían casi 27.000 habitantes antes del voraz incendio que comenzó la noche del 08/11. Los bomberos están compitiendo para adelantarse a los fuertes vientos y la baja humedad esperada durante la noche y el domingo por la tarde. Se pronosticó lluvia para mediados de semana, lo que podría ayudar a los bomberos, pero también complicaría la búsqueda de restos humanos. El “Camp Fire” del norte de California ha destruido casi 10,000 hogares y ha incendiado 233 millas cuadradas (600 kilómetros cuadrados). Está contenido en un 55%.

El Sheriff del Condado de Butte, Kory Honea, dijo que los cuerpos de 5 personas más fueron encontrados desde el viernes 16/11 por la noche hasta el sábado. De ellos, 4 víctimas fueron encontradas en Paradise y 1 persona fue encontrada en Concow, lo que elevó el número de muertos a 76, informa KCRA.

Hay 1.276 personas listadas como desaparecidas, dijo Honea.

La Oficina del Sheriff del Condado de Butte está publicando una lista de los nombres de las personas desaparecidas. Honea dijo que la lista podría contener nombres duplicados y que el número de personas desaparecidas es dinámico.

El Camp Fire ya se encuentra entre los incendios forestales más mortíferos de Estados Unidos desde principios del siglo pasado.

87 personas murieron en la tormenta de fuego Big Burn que azotó las Montañas Rocosas en 1910, y en 1918 el Cloquet Fire de Minesota dejó 450 víctimas fatales.

El presidente estadounidense, Donald Trump, quien dijo que la reciente ola de incendios respondía a una mala gestión de los bosques, llegó el sábado 17/11 a California para visitar las zonas calcinadas y reunirse con residentes desplazados.

El gobernador de California, Jerry Brown, y el gobernador electo Gavin Newsom, se unieron a Trump en la recorrida.

Caminando entre las cenizas de un parque de casas rodantes, Trump reconoció la magnitud de la devastación en la zona

“Vamos a tener que trabajar con rapidez... Esperemos que sea el último porque en verdad fue muy, muy grave”, dijo el Presidente de pie en medio del acero retorcido de los vehículos calcinados.

“Nunca hemos visto nada como esto en California... es una devastación total”, declaró Trump en Paradise, la localidad que quedó prácticamente destruida.

Trump dijo que mejorar el manejo de bosques disminuirá los futuros riesgos. La declaración del Presidente evocó su reacción inicial en Twitter tras el incendio, el peor en la historia del estado, en el que pareció culpar a las autoridades locales y amenazó con quitar recursos federales.

Las autoridades atribuyen el elevado número de víctimas mortales en parte a la velocidad con que las llamas se esparcieron por la ciudad, impulsadas por los vientos intensos y alimentadas por la vegetación seca.

Más de una semana después de su inicio, los bomberos han logrado trazar líneas de contención en torno al 55% del perímetro del incendio. Las llamas cubrieron 60.000 hectáreas, dijeron los oficiales de bomberos.

Además de las pérdidas de vidas humanas, el feroz impacto en las edificaciones lo convierten en el incendio más destructivo de la historia de California, lo que plantea el desafío adicional de proporcionar refugio a largo plazo a miles de residentes desplazados.

Con más de 9.700 casas en llamas, muchos refugiados han establecido residencia temporal en casas de amigos y familiares, mientras que otros han construido tiendas de campaña o acampan junto a sus vehículos.

Según informaron las autoridades, al menos 1.100 evacuados estaban alojados en 14 albergues de emergencia establecidos en iglesias, escuelas y centros comunitarios de la región, y un total de más de 47.000 personas permanecían bajo órdenes de evacuación.

Varios refugios están llenos y, aunque las autoridades dicen que todavía tienen espacio para todos, cientos de personas han estado acampando en tiendas y autos en el área.

Los equipos de búsqueda con perros rastreadores han recorrido los vecindarios quemados en busca de cuerpos. El viernes por la noche, el alguacil del condado de Butte, Kory Honea, dijo que se recuperaron los restos de otras ocho víctimas durante el día, lo que elevó la cifra de muertos a 71.

Honea dijo que la lista total de personas desaparecidas se había incrementado a 1.011, por encima de los 630 nombres publicados el jueves 15/11 por la noche.

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