20 AÑOS DESPUÉS

Lewinsky revela todo: La tanga, cómo se manchó el vestido, la culpa y el terror

Pasaron 20 años del affaire entre Monica Lewinsky y Bill Clinton, que sacudió al mundo y casi le cuesta a él su presidencia. En una nueva serie documental, la ex becaria de la Casa Blanca revela detalles sobre cómo fueron sus encuentros con Bill, desde el día que notó que su tanga estaba en exposición y la dejó así para que él la notara, hasta el interrogatorio del FBI que le dio ganas de saltar por la ventana, pasando por cómo se manchó con semen el famoso vestido que quedó como prueba de la incontenible pasión entre el Presidente y su becaria.

Ella era becaria de la Casa Blanca, él era el Presidente de Estados Unidos. Ella tenía 22 años, él 49. Corría 1995 cuando comenzaron un affaire que casi le cuesta a él la presidencia. 20 años después, el "escándalo Lewinsky" sigue dando que hablar.

Y fue precisamente ella, Monica Lewinsky, la que decidió revelar nuevos detalles sobre los encuentros que mantuvo con el entonces Presidente de USA, en una serie documental del canal A&E que comenzó a transmitirse el domingo 18/11.

"Adiós, escándalo Lewinsky", había destacado la mujer, quien hoy tiene 45 años, en un ensayo publicado recientemente con Vanity Fair. "Creo que 20 años son bastante para llevar ese peso." Lewinsky brindó 20 horas de entrevista para la docuserie, llamado "The Clinton Affair".

Sobre la atracción que ejercía Bill Clinton sobre la gente

"No lo entendí hasta que estuve por primera vez en su presencia", dijo sobre la atracción que ejercía el expresidente en las personas. "Estaba de alguna manera impresionada por su habilidad de sostener (la atención) de todos los que estaban allí -no sólo mujeres jóvenes, no sólo mujeres viejas, sino que hombres jóvenes, gays, heterosexuales- todo el mundo se emociona con su presencia. Me tengo que reír de mí misma de jóven, pero fue en ese momento que me empezó a gustar", reveló Lewinsky.

Cuando Monica se volvió a poner el traje verde para que él la notara

"Cuando surgía la opotunidad de atender a alguna ceremonia de partida o algún otro evento, yo iba. La primera vez (que lo vi), él parecía estar en piloto automático, por lo que mi atracción hacia él menguó. La segunda vez fue diferente. Me prestó mucha atención. Se quedó un buen rato ahí parado y sostuvo mi mano durante más tiempo que el apropiado, me dio lo que otros han descrito como el Bill Clinton completo. Se siente como si sos la única persona que está allí. Al otro día, los empleados teníamos preparada una fiesta sorpresa para Bill en el Jardín Sur, e hice algo muy tonto - corrí a casa durante el almuerzo y me volví a poner el traje verde salvia que había usado el día anterior, cuando él me había prestado atención. Pensé que me volvería a notar, y me notó. Durante el curso del resto de agosto, septiembre, octubre y hasta noviembre, tuvimos una serie de estos encuentros con coqueteo. Realmente no se sentía para mí como nada más que, siento esta atracción, y la persona por la que siento esta atracción me está de hecho prestando atención."

La tanga a la vista

En uno de esos encuentros, Lewinsky quiso subir la temperatura. Había habido una fiesta sorpresa para uno de los empleados de Clinton, y en un momento, Lewinsky notó que su tanga estaba a la vista, y decidió dejarla expuesta para que Clinton la notara. "Me di cuenta de que la parte superior de mi ropa interior había estado mostrándose, mi ropa interior era una tanga. Y pensé: 'Bueno, subiré el juego'. Sabía que él estaba saliendo de una habitación. Y en lugar de ponerme los pantalones, como lo hubiera hecho en cualquier otra incidencia, no lo hice. No era evidente para todos los demás en la sala, pero él se dio cuenta."

Poco después, ella pasó por una oficina en la que estaba Clinton. "Y me hizo pasar - no creo que mi corazón hubiese latido alguna vez tan rápido. Yo no sabía que estaba en el precipicio de una trampa para conejos", rememora. Fue el comienzo de una relación de casi 2 años, período durante el cual tendrían al menos un encuentro sexual por semana.

El famoso vestido manchado con semen

Lewsinky también hace referencia en la docuserie al famoso vestido manchado con semen de Clinton. El encuentro sucedió el 28/2/1997 (unos pocos meses antes, en noviembre de 1996, Clinton había sido reelecto). Clinton invitó a Lewinsky para que estuviera presente durante su mensaje radial, rememoró ella. "Dijo que tenía un regalo para mí. Yo no sabía si podría verlo a solas o no", dijo Lewsinky. "Cuando le fui a dar la mano y tomarme una foto con él, me dijo 'Oh, ve a ver a Betty, tiene algo para vos."

El expresidente se refería a Betty Currie, su secretaria personal, cuyo escritorio estaba afuera pero pegada a la Oficina Oval. "Ella me trajo hacia la Oficina Oval y los 3 nos mentimos en el estudio de atrás, ella se fue al salón comedor a esconderse", agregó Lewinsky. "Para que todo el mundo pensara que no estábamos a solas."

El Presidente dio a Lewsinky una caja con un pin para sostener el sombrero. Le dijo que era porque ella siempre se veía muy linda en sombrero o algo así, rememora Lewinsky. También le regaló el libro "Hojas de hierba" de Walt Whitman. "Fue un regalo muy significativo para mí. Es un libro íntimo que no se regala a la ligera", dijo Lewinsky, asegurando que el regalo hizo que desaparecieron las dudas e inseguridades que sentía en ese momento.

Ella explicó que esta era la primera vez que el Presidente y ella podían estar solos desde que él había sido trasladado al Pentágono -una decisión que ella cree que fue tomada para que no afectara las elecciones presidenciales-. "Y entonces fuimos al baño y tuvimos mayor intimidad. Él me prestó alguna atención (N de la R: ¿Lewsinky podría estar haciendo referencia a que le practicó sexo oral?) y luego yo fui recíproca, cuando hasta ese momento él siempre se había detenido antes de completar su parte", dijo Lewinsky, cuidando sus palabras. "Me paré y dije que quería pasar esa etapa y finalmente dijo que sí." Ahí fue cuando el vestdo fue manchado, contó Lewinsky, que en ese momento no se había dado cuenta.

 

En 1998, cuando lo tocó brindar testimonio ante un gran jurado, Lewinsky dijo que había pensado inicialmente que las marcas en su vestido "podían ser una salsa de espinaca o algo así."

En una entrevista anterior, la exbecaria dijo que no notó la mancha hasta que sacó el vestido para usarlo el Día de Acción de Gracias. Se lo probó frente a su amiga Linda Tripp. Cuando ambas mujeres concluyeron que el vestido estaba manchado con semen del Presidente, Tripp -quien estaba grabando a Lewinsky, explica el New York Post- la alentó a que se lo quedara.

Cuando Lewinsky pensó que la única solución era saltar por la ventana

El escándalo explotó en 1998, cuando surgieron reportes de que el entonces Presidente, Bill Clinton, mantenía una relación extramatrimoniral con la interna de la Casa Blanca. Los hechos subsiguientes llevaron a que Bill Clinton fuese sometido a juicio político en diciembre de 1998, del que fue exonerado.

En la docuserie, Lewsinky rememora cómo fue el interrogatorio del FBI, una vez que el escándalo había estallado. Dijo que se sentía tan mal que en un momento llegó a pensar que la única solución sería suicidarse. "Para cooperar y para evitar enfrentar cargos, debía hacer llamadas monitoreadas que ellos escucharían y grabarían, y debía usar un micrófono e ir a ver a gente en persona. La tierra debajo mío se deshizo en ese instante. Sentí tanta culpa y tenía terror. Ellos imaginaban que yo me daría vuelta muy fácil. No tenían ningún plan sobre qué hacer si yo decía que no. Durante las primeras horas, alternaba entre llorar histéricamente y luego cerrarme. En uno de esos períodos de cerrarme, recuerdo mirar hacia la ventana y pensar que la única manera de arreglar esto era matarme, era saltar por la ventana. Me sentía muy mal, tenía miedo, estaba mortificada y temía lo que esto podría ocasionarle a mi familia y todavía estaba enamorada de Bill. Me sentía muy responsable", reveló Lewinsky entre lágrimas.

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