OCDE

Mucho pesimismo: Las proyecciones para 2019 empeoraron para la Argentina

Las malas noticias fluyen como el agua para el Gobierno de Mauricio Macri. Ahora el pesismo llega desde la OCDE, que empeoró las proyecciones para 2019: espera que el PBI se contraiga un 1,9%.

 
La noticia "consuelo" es que no seríamos los únicos. En el escenario global, no sólo recortó por segunda vez en dos meses sus previsiones de crecimiento para 2019, sino que también instó a los Estados a prepararse para "tiempos más difíciles" y a reforzar su colaboración por temor sobre todo a la guerra comercial.
 
Las recientes turbulencias financieras en el mundo y las presiones generadas por disputas arancelarias han tenido efectos dispares en las economías de América Latina, señaló la Organización para el Comercio y el Desarrollo (OCDE) en su último informe, en el que pronosticó un mayor deterioro de la actividad en Argentina y Brasil en 2019. 
 
La entidad espera que el PIB local se contraiga un 1,9% en 2019, en fuerte contraste con la proyección anterior de una expansión de un 0,1%, como consecuencia de desequilibrios fiscales y de las políticas de ajuste del Gobierno de Mauricio Macri. En tanto, el organismo espera una contracción de un 2,8% en 2018. 
 
Para el caso de Brasil, en su reporte de noviembre, la OCDE mantuvo su previsión de crecimiento durante este año en un 1,2%, pero ahora prevé que la mayor economía de América Latina se expanda un 2,1% en 2019, menos que el 2,5% que había anticipado. 
 
Respecto al escenario global, tal como se mencionó, recortó por segunda vez en dos meses sus previsiones de crecimiento para 2019, instando a los Estados a prepararse para "tiempos más difíciles" y a reforzar su colaboración por temor sobre todo a la guerra comercial.
 
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rebajó otras dos décimas su previsión de crecimiento mundial para situarla en el 3,5%, cuando en junio era todavía del 3,9%.
 
Confirmó así la desaceleración del crecimiento mundial, aunque mantuvo sin cambios su proyección para este año, en el 3,7%, después de haberla bajado una décima en septiembre.
 
"Negociar un aterrizaje suave siempre ha sido delicado, pero el ejercicio es hoy particularmente difícil", previno la jefa economista de la OCDE, la francesa Laurence Boone, que constata la acumulación de nubarrones en el horizonte.
 
Identificó los mismos tres riesgos importantes que en septiembre: las tensiones comerciales, una subida de las tasas de interés estadounidenses más fuerte de lo esperado y que penalizaría a los países emergentes y una desaceleración importante de la economía china.
 
Ante el riesgo de un freno más brusco de lo previsto del crecimiento mundial, la OCDE instó a los gobiernos a "reforzar su cooperación y a prepararse para tiempos más difíciles", sobre todo para reaccionar conjuntamente con medidas presupuestarias.
 
La OCDE mantuvo sin cambios sus previsiones para la economía estadounidense, que continúa así uno de los ciclos de crecimiento más largos de su historia al ritmo de 2,9% este año y de 2,7% el que viene.
 
En cambio, volvió a recortar sus proyecciones para la zona euro, cuya economía solo debería crecer este año un 1,9% y un 1,8% en 2019, una décima menos en ambos casos de lo previsto en septiembre.
 
Para China, la organización redujo también una décima sus previsiones para este año, hasta el 6,6%, y el próximo, al 6,3%.

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