¿DEMAGOGIA O HUMILDAD?

Papa sugiere "vender bienes de la Iglesia"... como última opción

La Iglesia Cristiana, según la prensa italiana, cuenta con un millón de inmuebles parroquias y monasterios, a lo que habría que sumar pisos, garajes, cementerios, colegios o casas del cura en pueblos de los que no hay registros públicos disponibles. El Papa Francisco habló sobre la posibilidad de la venta de inmuebles para ayudar a los pobres pero dio muchas más razones para no hacerlo.

El Papa Francisco I brindó su mensaje a las personas que asistieron a una conferencia con la temática "¿Dios ya no vive aquí? Cesión de lugares de culto y gestión integrada de los bienes culturales eclesiásticos",  celebrada en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y destinada, justamente, a intentar de evitar la venta de los inmuebles de la Iglesia y predicar el uso de las Iglesias vacías como lugares culturales y de exposición museíca como primera opción antes de la venta.
 
En vistas del notable vaciamiento de las iglesias a las que el Papa les dio muchos motivos como a falta de fieles, así como también la ‘‘distribución diferente de la población en las ciudades y en las áreas rurales’’, se vio en la necesidad de tener que aclarar la situación inmobiliaria que supone no tener sentido si no hay nadie quien las utilice y que ha reportado casos en algunos países de Europa, como en Canadá y en Estados Unidos, en las que las edificaciones fueron subastadas por falta de fieles y convertidas en heladerías, shoppings, entre otras. 
 
Señaló que los bienes eclesiásticos son ‘‘testimonios de la fe de la comunidad que los ha producido a lo largo de los siglos’’, motivo por el cual vendrían a ser instrumentos de evangelización. No obstante, aclaró que esta ‘‘elocuencia original’’ puede mantenerse incluso cuando ya no son utilizadas en la vida cotidiana, como convirtiéndolos en museos. 
 
Afirmó que es posible vender bienes de la Iglesia "en caso de necesidad" de los pobres pero aclarando que esta "no debe ser la primera o única solución".
 
Finalmente aclaró que esta decisión debe ser tomada por los obispos recomendando que si es tomada debe ser fruto de una "reflexión coral en el seno de la comunidad cristiana y en el diálogo con la comunidad civil".
 
"La venta no debe ser la primera y la única solución en la que pensar, ni llevarla a cabo nunca para escándalo de los fieles. Si fuera necesaria, debería ser incluida con tiempo en la programación ordinaria pastoral, precedida de una información adecuada y compartida", recomendó por fin el Papa.
  

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