SEGÚN ESTUDIO

Adolescentes transgénero: Una nueva respuesta a la vieja pregunta, ¿quién soy?

Algunos clínicos admiten que están preocupados de que los adolescentes que transicionan de género hoy, podrían dentro de una década estar buscando revertir esa transición, volver a su sexo natal. Una investigación realizada por Lisa Littman a 250 familias cuyos hijos habían desarrollado síntomas de disforia de género (no sentirse cómodo con el sexo biológico del propio cuerpo) durante o tras la pubertad, arrojó que parece haber una nueva condición que se llama "disforia de género de inicio rápido", en la que los adolescentes que no se sienten cómodos consigo mismos (algo propio de la etapa), adquieren la creencia de que el único camino a la felicidad es la transición de género, en parte influenciados por youtubers o por amigos/conocidos cercanos que se han declarado trans. Littman cree que algunos jóvenes pueden estar buscando la transición de género para escapar de otras dificultades emocionales.

¿Quién decide tu género? La cuestión está en el centro de debates que tuvieron lugar recientemente en 2 países (Reino Unido y Estados Unidos), que tomaron rumbos marcadamente diferentes sobre el tema. La identidad transgénero, explica Psychology Today, se caracteriza por experimentar una incomodidad respecto de, o la imposibilidad de identificarte con, tu sexo biológico. Ha menudo implica el deseo de vivir tu vida perteneciendo al sexo opuesto.

El 22/10, el Gobierno británico completó una consulta de 4 meses sobre los derechos transgénero. Bajo la ley existente, la Ley de Reconocimiento de Género, del año 2004, las personas pueden presentarse con el género que quieran, pero sólo pueden cambiar su sexo en su certificado de nacimiento tras una evaluación psicológica y tras haber pasado 2 años en su rol sexual elegido, explica el semanario británico The Economist. La reforma propuesta permitiría a las personas cambiar de sexo sin tener que pedir permiso al Estado.

En contraste, la administración de Donald Trump planea establecer que las personas transgénero no tienen derecho alguno, bajo la ley federal, a definir su género como distinto que el de su sexo biológico. Esto se basa en la premisa de que el sexo es algo determinado desde la concepción y por lo tanto inmutable. Según esta visión, el género es "determinado por los genitales con los que nace una persona".

The Economist explica que, si bien el fenómeno de los hombres que se visten como mujeres ha existido desde tiempos inmemoriales, la noción de que el género y el sexo biológico son 2 cosas completamente separadas es nueva, y es más compleja de lo que parece.

El asunto quedó en medio de una batalla cultural entre la izquierda progresista y los conservadores

"La búsqueda de una solución a la difícil pregunta sobre cómo decidir el género legal, está oscurecido por una pelea virulenta entre los que hacen campaña por los trans y sus críticos. Esto se amplifica por las guerras culturales entre la izquierda progresista, que toma el tema como el parámetro de la virtud, y los conseradores sociales, que desechan a las personas trans como desviadas. Mientras el Gobierno intenta establecer las reglas, las probabilidades de que lo hagan mal son preocupantemente altas - con consecuencias graves", planteó el semanario británico.

La cuestión de la identidad de género y el derecho a la autoidentificación quedó envuelta en la política identitaria, explica The Economist. "Así como han promovido los derechos trans, también se han vuelto una rígida ortodoxia", explica The Economist. "(...) Los detalles difieren, pero muchos países europeos, incluidos Irlanda, Malta y Bélgica, hicieron ilegal distinguir entre las personas trans y las personas cis (N de la R: aquellas que se sienten cómodas con su sexo natal) en la vida diaria. La campaña está más avanzada en los países de habla inglesa y los nórdicos. En USA, la autoidentificación define el acceso a las instalaciones para 1 solo sexo, tales como los baños, en alrededor de una docena de estados. Nueva Zelanda tiene planes similares a los de Gran Bretaña. Algunos estados australianos consideran dejar el sexo fuera de los certificados de nacimiento por completo. Canadá ha ido más lejos, otorgando a la identidad de género el mismo estatus que al sexo y a la raza en las leyes federales de derechos humanos."

Aumentó mucho la cantidad de niñas que quieren cambiar de género

El fenómeno, explica el semanario británico, ha hecho que aumenten en gran cantidad las consultas a las clínicas de género en Reino Unido. La cantidad de niñas que consultan en el Servicio de Desarrollo de Identidad de Género (GIDS, según sus siglas en inglés), ha subido de 40 en 2009, a 1.806 en 2017/2018. Las clínicas en otros países reportan incrementos similares.

Samiel Veissière, antropólogo y científico cognitivo de la Universidad McGill, escribió en Psychology Today  que algo que está sucediendo que es nuevo, es la cantidad de mujeres jovenes que no están conformes con su género. Históricamente, este fenómeno era mucho más extendido entre los hombres (que no querían serlo).

"Como ha sido atestiguado en controversias recientes, las tasas de identidad transgénero parecen estar en ascenso, particularmente entre la gente joven. La mayor aceptación social de una condición previamente estigmatizada probablemente tiene un rol en este proceso, pero otros hallazgos son claramente misteriosos: la identidad transgénero está siendo ahoa reportada por mujeres jovenes a tasas que exceden claramente todas las estadísticas conocidas hasta la fecha", escribió Vessière.

Alrededor del 40% de los niños que consultan están deprimidos

El GIDS intenta ir despacio, ayudando al niño o niña a explorar por qué quiere cambiar de sexo, explica The Economist. Al menos el 13% de los que consultan tienen algún grado de autismo, comparado con el 1% de la población. Alrededor del 40% están deprimidos.

La mayoría de los pacientes adolescentes pide ir más rápido, también lo piden sus padres, alegando que "prefieren tener una hija viva que un hijo muerto". Los grupos que defienden los derechos de los trans advierten que decirle a un niño que espere podría llevarlo al suicidio.

En USA, por el contrario, algunas clínicas aceleran el proceso de transición de la identidad de género. En una clínica de San Francisco, se ha apoyado la transición social de género (cambio de nombre, pronombre y vestimenta) de niños de 3 años. Johanna Olson-Kennedy, basada en Los Ángeles, quien apoya este enfoque, ha advocado en favor de hacer mastectomías a chicos trans (nacidos niñas) de 13 años. Sin embargo, explica The Economist, hay estudios que sugieren que más de la mitad de los niños trans, más adelante en su vida terminan identificándose con su sexo natal.

La creencia de que el único camino a la felicidad es la transición

En una encuesta reciente a 250 familias cuyos hijos habían desarrollado síntomas de disforia de género durante o tras la pubertad (N de la R: la "disforia de género" es la angustia que provoca sentir que tu cuerpo es del sexo equivocado), Lisa Littman, ginecológa y profesora de la Escuela de Salud Pública en la Universidad Brown, encontró que alrededor del 80% de los jovenes en el estudio eran mujeres de nacimiento.

Otro hallazgo curioso del estudio: para alcanzar el criterio para el diagnóstico de disforia de género, un niño debe haber mostrado características observables de la condición antes de la pubertad. Entre ellas, "un fuerte rechazo a juguetes típicamente femeninos o masculinos" o "una fuerte resistencia a utilizar ropa masculina o femenina". El 80% de los padres en el estudio reportaban no haber visto ninguno de estos signos tempranos en sus hijos.

Muchos de los jovenes en el estudio tenían uno o más pares que recientemente habían "salido del closet" como trans. El 63,5% de los padres reportó que poco antes de anunciar que eran transgénero, su hijo había exhibido un incremento marcado de consumo de internet y redes sociales. El seguimiento de youtubers que hablaban sobre su transición emergió como un factor común en muchos de los casos.

Entre algunas creencias difundidas, señala el Science Daily en base al estudio, está la de que algunos síntomas inespecíficos, como sentirse incómodos en la propia piel o sentir que no encajan (que podría ser parte de la pubertad normal o estar asociados con un trauma) deben percibirse como disforia de género, y la creencia de que el único camino hacia la felicidad es la transición.

Efecto contagio del grupo y las nuevas presiones sociales

Tras el anuncio de su transición, en muchos casos aumentó la angustia, el conflicto con los padres y el manifiesto antagonismo hacia las personas heterosexuales y todos aquellos que no sean transgénero. Littman cree que algunos jóvenes pueden estar buscando la transición de género para escapar de otras dificultades emocionales.

Littman advierte en contra de alentar el deseo de los adolescentes de cambiar de género, en cualquier instancia. A partir de los casos que revisó en su estidio, concluyó que parece haber una nueva condición que llama "disforia de género de incio rápido" (ROGD, según sus siglas en inglés), que emerge por efecto contagio del grupo y las nuevas presiones sociales.

Littman cree que esto puede darse especialmente en casos en los que hubo trauma o algún tipo de complicación en los vínculos, así como en casos de un coheficiente intelectual muy alto y niños muy talentosos. El apoyo de los pares, el presitigio y la identidad que potencia la "salida del closet" de un joven trans, parece ser como una protección en ciertos círculos, explica Psychology Today.

Algunos clínicos experimentados admiten que están preocupados de que los adolescentes que transicionan de género hoy, podrían dentro de una década o 2 estar buscando revertir esa transición, volver a su sexo natal, explica The Economist. Hablan en anónimo por miedo a la oposición de las activistas trans. Los clínicos aseguran que aquellos que quieran revertir su transición, podrían presentar demandas, argumentando que los adultos a su alrededor deberían haber sabido a lo que estaban dando su consentimiento. Sus cuerpos podrían quedar marcados de manera irreversible por las hormonas y la cirugía. 

El estudio de Littman encontró gran oposición y la Universidad Brown dio dar de baja su lanzamiento mediático, citando la preocupación de que pudise ser usado para "desacreditar los esfuerzos por apoyar a los jovenes transgénero e invalidar la perspectiva de miembros de la comunidad transgénero".

Dejá tu comentario