DIPUTADOS

Monzó: Última reelección, oda a la 'rosca' y ¿palo a Marcos Peña?

El diputado fue respaldado para dirigir la Cámara Baja un año más. Ratificó que no buscará renovar su banca. Reivindicó la negociación política y dijo que la misma se hace de manera personal y "no por las redes".

Emilio Monzó fue reelecto como presidente de la Cámara de Diputados, en lo que será su último año en el cuerpo legislativo, ya que ratificó nuevamente que no buscará una nuevo mandato al finalizar el corriente.

Monzó, un peronista que se unió a las filas del macrismo, ejercerá la conducción de la Cámara Baja por 4to mandato consecutivo.

“Me siento orgulloso como político”, resumió el legislador.

“Reivindico la ‘rosca’ ",dijo, para luego definirla: “A veces me tomo el trabajo de definirla, porque es algo muy humano. Es entregar el ser, algo de lo que es uno con el otro. Las conversaciones que tenemos casi en forma permanente tienen un gran porcentaje de lo que somos en la vida. Y eso es la rosca, pero en base a ella se generan los acuerdos, las leyes, para lograr sacar al país adelante”.

“Esto no se hace de manera virtual, no se hace con las redes sino de manera personal”, señaló abriendo las suspicacias sobre si ese mensaje iba dirigido al jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien impulsa a las redes sociales como la principal herramienta de comunicación del Gobierno.

De acuerdo a Parlamentario.com, Monzó destacó que “el futuro de los acuerdos está en el diálogo”, y se comprometió a “contribuir en lo que esté a mi alcance para cerrar grietas”. Reconoció el “año complejo”, pero destacó los acuerdos alcanzados, y citó el “histórico debate” sobre la despenalización del aborto, en el que participaron todos los sectores de la geografía nacional, y la definió como “una experiencia de enriquecimiento institucional”, y un “valioso aporte de participación ciudadana”.

Lo definió como “un logro de todos”, y dijo esperar que marque el camino para otros temas a debatir.

El reelecto presidente de la Cámara destacó la aprobación de la Ley Justina y la normalización de villas, entre otras, y valoró la transparencia en el uso de recursos, valorando particularmente la tarea de la secretaria administrativa Florencia Romano.

En otro de sus párrafos destacó los trabajos realizados para la puesta en valor del edificio Del Molino, y destacó el papel del diputado opositor Daniel Filmus, y el del oficialista Facundo Suárez Lastra.

Luego admitió la necesidad de alcanzar más sesiones sobre tablas, y regular las cuestiones de privilegio. Fue en ese tramo que ratificó su decisión de que este sea su último año como diputado, al contestarle a Graciela Camaño, que minutos antes había dejado una puerta abierta al señalar que ella se iría al concluir su mandato y no sabía si él también lo haría. “Graciela, nos vamos juntos”, aclaró sonriendo.

Sobre el final reivindicó la “vocación de diálogo, el respeto de las ideas y la pluralidad democrática de la Nación”, para expresar luego su “enorme gratitud” hacia sus pares, y dijo someterse a “la obligación de rendir cuentas hacia la ciudadanía”. Por último, agradeció a su familia, y “a los militantes y dirigentes políticos que hoy me acompañan”, citando puntualmente al ministro Rogelio Frigerio, a su vice Sebastián De Luca, y al diputado provincial Marcelo Daletto.

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