ACERCA DE LA VIOLENCIA ILEGÍTIMA

¿Un 2do. gobierno de Macri podría ser mejor?

Buena convocatoria del columnista: "Es imprescindible generar una alianza política, un grado más allá de la coalición, sobre algunas pocas ideas directrices con sus respectivos programas, dispuesto a no dejar para mañana lo que se debe hacer hoy. Dejemos de lado la mezquindad de adelantar o atrasar elecciones para perjudicar al rival o especular con ventajas que serán espurias, esas actitudes envilecen a la política y demuestran la diminuta altura de los protagonistas."

Por cierto que la respuesta negativa (¿Un 2do. gobierno de Mauricio Macri podría ser mejor?) no es difícil, por varias razones.

El gobierno empezó mal cuando recurrió a la deuda para financiar un gasto de muy baja calidad y un déficit fiscal extravagante.

En definitiva no hizo más que incrementar el gasto y acelerar la falta de relación entre las principales variables.

Se sobrevaluó un peso carente de valor; se subsidió el gasto en moneda dura, un ejemplo fue el resultado ampliamente negativo de la balanza turística; no se logró bajar la inflación; con el alto nivel de tasas se eliminó de hecho el acceso al crédito; se penalizaron las exportaciones manteniendo retenciones e incrementándolas recientemente, se mantuvo la insoportable presión impositiva y todo ello fue causa de un incremento de la pobreza, que medida solo por ingresos es superior al 32%, sin tener en cuenta el informe de UNICEF sobre el nivel de pobreza de 6,5 millones de niños.

Esto significa que dos generaciones podrían estar perdidas lo que es un lastre negativo para la esperanza de un futuro mejor.

Tal como lo resumí, en materia de economía no pegaron una.

El gobierno de Macri cometió otro error grave se cobijó en su soberbia sin causa y despreció la política que es la ciencia del arte de gobernar.

Políticamente, se comportó como los peores gobiernos sin advertir que en los tiempos que vivimos, gobernar es explicar, persuadir y consensuar con todos, tal como dijo Emilio Monzó, “…saber roscar…”.

'Cambiemos' está lejos de ser una alianza política es apenas una endeble coalición electoral unida por las patéticas miserabilidades de sus dirigentes, conducida por una suerte de capataz de estancia que es el PRO.

El “Reglamento General para el empleo de las armas de fuego por parte de los miembros de las Fuerzas Federales de Seguridad” se refiere a una cuestión muy grave, no tanto por su contenido sino por el modo y la forma en que se legalizó.

Por la naturaleza de la cuestión y el grado de sensibilidad que estos temas tienen en la sociedad, debió someterse, como mínimo, a consideración de todos los integrantes de la coalición “Cambiemos”, las fuerzas políticas con representación formal en el Congreso y con las organizaciones sociales que carecen de representación que, nos guste o no, representan, con sus más y sus menos, a uno de cada tres argentinos, que también son ciudadanos indigentes.

De todos modos la gravedad de la cuestión está en el articulo 3ro. en cuanto exceptúa de dar la voz de alto o de cesar en la supuesta actividad ilícita en “…aquellas situaciones donde dicha acción pueda suponer un riesgo de muerte o de lesiones graves a otras personas, cuando se pusiera indebidamente en peligro sus propias vidas o su integridad física, o cuando resultare ello evidentemente inadecuado o inútil, dadas las circunstancias del caso”.

Tal como se ve, se confunden situaciones, ya que el supuesto contemplado es mas bien un caso de “defensa propia” que de “principio para la acción” y ese supuesto debe ser ponderado en la situación de riesgo por el agente, para lo cual debe contar con una adecuada capacitación profesional y una nivel de madurez superior al de la gente común y debidamente comprobado.

Por otra parte la norma tiene un nivel de discrecionalidad inadmisible dado que un “piquete” podría ser interpretado como un caso de “peligro inminente” o amenaza de lesiones que podría se respondido con armas de fuego.

Es cierto que la inseguridad es una cuestión, pero la seguridad se garantiza mediante la disuasión y no mediante la amenaza, más aun ésta irrita e impulsa el uso de la violencia ilegitima.

Este es un típico caso de confusión entre “gestión” y “política”.

El Reglamento de marras es una muestra de gestión que, incluso le doy la posibilidad de ser efectivo, más no por deja de ser un pésimo acto político y como tal no contribuye al bien común.

Este gobierno y lo comparo con el gobierno “K” tiende a confundir sus “ideas”, por cierto bastante oscuras y confusas con el bien, y lo ratifican con el eslogan “haciendo lo que hay que hay que hacer”. En eso es kirchnerismo en estado puro. Por ese motivo, uno y otro se sienten opuestos infalibles y se necesitan por lo menos para mantenerse o conseguir el poder

Lo que no advierten ni uno ni otro es que el 60% los rechazamos y que no nos conformamos ni con el mal menor ni con su sofistica ideológica de dudoso buen gusto.

Si Macri y CFK tuvieran sensibilidad deberían buscar la forma de oxigenar sus cuadros, renunciando públicamente a participar en las próximas elecciones, no sólo por el rechazo que generan sino porque erraron y los dos son responsables de la triste realidad actual.

Es imprescindible generar una alianza política, un grado más allá de la coalición, sobre algunas pocas ideas directrices con sus respectivos programas, dispuesto a no dejar para mañana lo que se debe hacer hoy.

Dejemos de lado la mezquindad de adelantar o atrasar elecciones para perjudicar al rival o especular con ventajas que serán espurias, esas actitudes envilecen a la política y demuestran la diminuta altura de los protagonistas.

Señores políticos, de una buena vez comiencen a roscar para el bien común.

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