"Con el partido puesto ya a enfriar en el invierno de España, 4.000 efectivos -2.200 policías, 1.700 vigilantes de seguridad del Madrid y 150 sanitarios- tratarán de hacer lo propio con los coletazos que pueda dar fuera del verde. Madrid mira hoy con cierta extrañeza a una masa que grita, siente y vive el fútbol como aquí no se conoce. La enajenación, tan alabada cuando procede como denostada cuando lo merece, hace de este domingo una prueba de fuego para la capital, ante el reto de borrar del mapa cualquier atisbo de belicismo al tiempo que sirve el confeti para la celebración del deporte sudamericano."
Alejandro Díaz-Agero
ABC, Madrid.
BOCA JUNIORS VS. RIVER PLATE
Llegó el día: A suerte y verdad en el Bernabeu
River vs. Boca se enfrentan fuera de Argentina por la final de la Copa Libertadores 2018. Hay que remontarse a 2014 para encontrar el último antecedente de un Superclásico en el exterior. El 30/05 de ese año, en el Estadio Azteca de Ciudad de México, DF., River y Boca en se enfrentaron en un amistoso que terminó quedando en manos del equipo de la banda roja.
Sin embargo, el sábado 08/12/2018, los directivos de River Plate y Boca Juniors se han reunido en el Santiago Bernabéu la noche de antes de la final de la Copa Libertadores para una cena de hermandad entre clubes. Florentino Pérez hizo de anfitrión en un encuentro en el que también estuvieron presentes Luis Rubiales, Gianni Infantino y Jorge Valdano.
En 1913 ambos equipos jugaron el 1er. clásico oficial en días de fútbol aficionado. El diario La Argentina informó: “Boca-River, los dos elencos poderosos de la Boca, se encontrarán por primera vez en esta temporada y quizás también en su vida como instituciones ya instaladas. El match despierta un interés tal que no es exagerado afirmar que concurran a él un número de espectadores como posiblemente no hemos presenciado jamás en nuestras ligas”.
Otra vez recuerda El País que los 7.000 espectadores vieron cómo los jugadores se peleaban a golpes de puño y acentuaban una rivalidad que tampoco se aplacaría cuando River dejó el barrio original, en 1923.
En 1931 se jugó el 1er. clásico en el fútbol profesional, y rozó la tragedia, con tribunas incendiadas y el árbitro yéndose del campo a los 25 minutos.
Eduardo J. Castelao escribió en el diario El Mundo:
"El cronista del diario Clarín en el partido de ida, Martín Voogd, escribía tras el 2-2: «Entre los 28 jugadores que vieron acción tal vez no haya uno que hoy podría ser titular en un equipo top de Europa». Y lo cierto es que una mirada tranquila al partido obliga a concluir exactamente esto. Más allá del voltaje, de los fuegos artificiales, de la máxima intensidad a la que juegan los dos equipos, de las disputas explosivas, este River Plate-Boca Juniors que se disputa este domingo (20.30 horas) entre tanto ruido pasa por ser un partido de fútbol de un nivel medio. Quizá en toda la parafernalia que lo rodea sea uno de los grandes partidos de los últimos años. Pero, escribiendo sólo de lo que pasa en la hierba, la final de la Copa Libertadores está muy lejos de los grandes equipos europeos. (...)".
Sin embargo, Exequiel Palacios, de 20 años cumplidos en octubre, ya tiene un acuerdo con el Real Madrid, y lo confirmó Rodolfo D'Onofrio en España hablando con la cadena radial COPE.
El propio Castelao relata: "(...) El chico acaba de debutar con la selección absoluta -lleva dos partidos- y tiene una pinta estupenda. Entre los informes que maneja el club blanco está también el de lo que hace fuera del campo de fútbol, que en muchas ocasiones, cuando se trata de firmar a gente tan joven, es tanto o más importante que su forma de jugar. (...)".
Castelao se atreve a anticipar:
"(...) Los entrenadores, Guillermo Barros Schelotto en Boca y Marcelo Gallardo en River Plate, han preparado el choque esta semana en Madrid al estilo europeo, es decir, alejando todo lo posible a las cámaras. Sin embargo, los especialistas en fútbol argentino auguran un choque igualadísimo, con mucho roce, pierna fuerte y choques, muchos choques. Hay futbolistas de calidad (el Pity Martínez, Benedetto), pero el miedo a perder se intuye primordial a la hora de afrontar el duelo. El hecho de jugar en otro continente (sin ir más lejos, el estado del césped, más corto, más rápido) es otro factor que influirá en el devenir de una tarde donde el 2-2 de la ida concede al partido un ambiente de final pura y dura, pues los goles en campo contrario no valen doble y se juega en un campo neutral. (...)".
Conmebol
"El caso es que, por una cosa o por otra, guste más o menos la pelota, el mundo entero mira hoy a la Castellana. El partido lo tiene todo para despertar interés hasta en el último de la fila y, si le falta algo, acaso sea el fútbol. La paradoja explica buena parte del sino de esta final, un absurdo vendido bajo el eslogan de puerta grande o enfermería en el que bajo ningún supuesto cabe plantearse las consecuencias de la derrota", afirma el diario ABC, de Madrid.
Recuerda el matutino que la Conmebol, después de presionar hasta lo inhumano para que el encuentro se jugase después del asalto al autobús, con futbolistas en el hospital y otros tantos vomitando en el vestuario, presume ahora de acaparar miradas en todo el globo. No reparan en lo que el viernes 07/12 desmenuzó el entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto: "Por más que sea un clásico y uno tenga la expectativa de ver un gran partido, nuestra idiosincrasia y forma de jugar una final quizás no sea tanto para el espectáculo (...) No creo que vaya a ser un partido muy atractivo en lo visual, sino un partido trabado, en el que no se verá lo mejor de River o Boca".
En el hotel Eurobuilding, próximo al Santiago Bernabéu, la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) ha montado su bunker. El diario ABC entrevistó ahí al paraguayo Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol:
"(...) —¿Cree que esta ha sido la mejor manera de gestionar el problema?
—Nuestra intención siempre fue que se jugara en Argentina. De hecho, hicimos eso el 3 y el 4 de noviembre cuando tuvimos el problema del diluvio. Se insistió y se jugó, y se jugó muy bien. Luego, el 24 y el 25 de noviembre también insistimos en que se jugara en Argentina. Y después teníamos el inconveniente del G-20, teníamos diez días en los que no se podía organizar en Buenos Aires porque quedaban bloqueadas las fechas. Y, en función de eso, vimos que esta era la mejor alternativa. Encontrar un campo neutral y que garantizara que la gente pudiera llegar. Hay mucha gente de Argentina en España, y más en Madrid.
—Lo ve como el mejor remedio, pero, en cierto modo, es dejar a los argentinos sin su gran fiesta.
—Pero hay muchos argentinos aquí que van a ver su gran fiesta.
—Bueno, sí, pero no es lo mismo. Aquí hay unos cuantos argentinos y ahí están todos.
—Ja, ja, ja. Pero de todas las maneras los estadios tienen un límite y no entran todos los argentinos. Van a poder disfrutar del juego por la televisión. De hecho, hubo la oportunidad de jugar ahí. Se dio la primera final en la Bombonera y hubo la oportunidad de jugar en el Monumental. Lamentablemente, no se dieron las condiciones, pero la pelota no puede parar y esta final se tiene que jugar. Creímos que saliendo de ahí, España es el país con mayor población argentina y la conectividad del aeropuerto de Barajas con Latinoamérica facilita la llegada de la gente. Es una decisión excepcional. Tal es así que la próxima final va a ser ya a partido único y será en Santiago de Chile.
—Dice que se intentó jugar en Argentina y que, por lo que pasó, no hubo partido. ¿Se entiende, pues, que fue por culpa de ellos?
—Insisto, nosotros queríamos que se jugara y lamentablemente no se dieron las condiciones. Uno tiene que tomar respuestas excepcionales a problemas excepcionales. Esto no es un intención de la Conmebol de salir y sacar la final de Sudamérica. Nosotros agradecemos que tanto UEFA como la Real Federación Española de Fútbol y el Real Madrid, en nombre de su presidente Florentino Pérez, hayan tenido la amabilidad de abrirnos su casa y darnos la oportunidad de que este encuentro se juegue. Y que disfrute el mundo.
—Los argentinos, en su totalidad, sostienen que el que no se juegue ahí es un fracaso absoluto.
—No. No lo comparto. Reitero, yo creo que esto es una excepción y sí es verdad que hay muchas cosas que replantearse. Hay que hacer autocrítica en Argentina, Brasil y en los otros ocho países de Sudamérica para que la Libertadores vaya retomando la fuerza que en un momento tuvo y que se quedó en el tiempo. Con toda la profesionalización y recursos que estamos generando va a exigir mucha más determinación en la seguridad y responsabilidad de los clubes. No será solamente presentar a sus equipos, hay que garantizar el juego. Esto es dinámico y queremos que esta competición vuelva a surgir y esto va a conllevar unos cambios culturales importantes.
(...) —Ha habido críticas a su decisión de mover la final. Tévez, sin ir más lejos, dijo que «la Conmebol son tres locos atrás de un escritorio que no entienden nada». ¿Qué piensa de todo lo que dicen de ustedes? ¿Le afecta?
—No. Soy consciente de que toda decisión que hubiera tomado iba a ser criticada. Pero de ninguna manera hubiera tomado la decisión de no jugar este partido. Lo más importante es que se juegue la final. Luego, las críticas... Siempre hay alguien a favor y otros en contra. De lo que sí estoy seguro es que el 99% sabe que los partidos se resuelven en el campo de juego.
(...) —Pase lo que pase, ninguno de los dos equipos estará conforme. Boca, porque quería que le dieran por ganador yRiver, porque quería jugar en su casa.
—Pero el fútbol siempre da revancha. Tengo 23 años como dirigente y 23 más de hijo de dirigente, así que llevo 46 años en el fútbol, toda mi vida. Y ninguna derrota es completa, siempre el fútbol da una oportunidad más. El hecho de que River y Boca jueguen la final por primera vez en 58 años no significa que vaya a ser la última. Hay que mandar las señales positivas de esto, que la gente vea que el fútbol es ganar y perder, no matar o morir. (...)".