COLETAZOS DE UNA HISTÓRICA DERROTA

La fragilidad de Angelici que preocupa a Macri

La superfinal le costó al "Tano" la Copa Libertadores y, antes, a un hombre de su extrema confianza en el gobierno porteño. El resultado deportivo abre interrogantes sobre cuál será su fortaleza en el último año de mandato en Boca, y sobre si podrá mantener la tradición macrista en el club. Atención a las réplicas dentro del PRO.

Mauricio Macri felicitó el domingo a River Plate por el triunfo ante Boca Juniors, lo que le otorgó al "Millonario" la Copa Libertadores en la final futbólistica más conflictiva de las últimas décadas. El Presidente, fanático del Xeneixe, no ocultó su desazón al reclamar una de esas revanchas que el fútbol "siempre da".

Pero la amargura del jefe de Estado bien podría trascender lo meramente deportivo. La histórica derrota puede generar el ocaso de la continuidad macrista en la conducción de Boca, y hasta generar coletazos en su propio Gobierno.

Como todo el mundo sabe, el presidente de Boca es Daniel "el tano" Angelici, un empresarios del juego con aceitados vínculos en el Poder Judicial que llegó a la conducción del club de la mano del líder del PRO. Además, referentes macristas del ala política integran la Comisión Directiva del Club, como Christian Gribaudo, presidente del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires, y el legislador Francisco Quintana, quien preside la Asamblea de representantes.

El mundo del PRO y el de Boca están estrechamente ligados. Eso sin decir que la presidencia del club con varios éxitos deportivos en su haber se convirtieron en el principal trampolín del salto a la política del mismo Mauricio Macri.

Boca es a Macri lo que Santa Cruz fue para los Kirchner. De allí que parece improbable que cualquier temblor que ocurra en el club de la ribera sea inocuo en la vida política del Presidente.

En principio, el resultado del partido y, antes, la suspensión de la 2da final dejaron en una situación de mucha fragilidad a Angelici. La agresión al micro de Boca en las inmediaciones del Monumental, los incidentes y la suspensión del partido causaron la renuncia de Martín Ocampo, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un hombre de la mayor confianza de Angelici. Su trato es familiar, ya que ambos son compadres. Era la vía más directa de acceso al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, quien no tardó mucho en aceptar la renuncia de Ocampo.

Eso en el plano político. En el plano deportivo, por estas horas se especula sobre cuál será el devenir de Angelici en el año que le queda de mandato en Boca. Según se sabe, "el tano" impulsa a Christian Gribaudo como su sucesor. En los corrillos del fútbol se habla de que el exdiputado nacional del PRO no estaría ganando las elecciones, por lo que se interrumpiría la tradición macrista en el club.

Hay versiones que indican que Macri tiene a un candidato más macrista aún para la sucesión: Andrés Ibarra, actual secretario de Moderninación de la Nación y un hombre que acompaña a Macri desde los tiempos de Socma.

Con este horizonte, en el mundo del fútbol se preguntan cuál será la fortaleza que tendrá Angelici para enfrentar su último año como presidente de Boca. Incluso, si estará en condiciones de imponer al DT que reemplazará a Guillermo Barros Schelotto, cuya salida estaba prevista incluso desde antes de que Boca se convirtiera en finalista de la Copa Libertadores.

La campaña en Boca coincidirá con la de las elecciones presidenciales. El mandato de Angelici vence en el mismo diciembre en el que vence el de Mauricio Macri. Macri puede competir por una reelección. Angelici ya no, por haber cumplido 2 mandatos consecutivos.

Los comicios en Boca, por sus réplicas en el mundo interno del PRO, serán seguidos con mucha atención por los analistas políticos tanto como por los periodistas deportivos. O, incluso, más.

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