INFLACIÓN 160%, GAS 3008%, SALARIO Y JUBILACIÓN -20%

Números de la gestión atormentan a Cambiemos

La tendenciosidad del Centro de Economía Política Argentina, que dirige el concejal del partido de San Martín por Unidad Ciudadana, Hernán Letcher, egresado de UBA y magíster en Economía Política, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), no opaca la contundencia del balance numérico que elaboró de los 3 años de gestión de Cambiemos: 291% de devaluación, 160% de inflación, 3008% de alza en el gas, 2136% en la luz, 515% en el agua, 22% de caída en el salario real promedio y 24% en el mínimo y 18,5% en la jubilación. Pero además la destrucción de 51.700 empleos privados, la resignación de 107.933 puestos industriales y la desaparición de 9609 Pymes. Aún así, a cada argentino le tocan $283.380 de la deuda contraída, que supera en 420% a la que dejó la encepada economía kirchnerista y que ocupa 17,7% del gasto público, 10,2 puntos más que desde que asumió el actual gobierno. Uno de los espejismos de campaña, como la promesa de reducción del peso del Estado, se usó en realidad de camuflaje para echar personal de planta y contratado heredado de la gestión anterior, pero reemplazándolo con creces por gente propia e inclusive mejor paga. CEPA contabiliza un crecimiento de 87.700 empleos públicos, al quedar ahora la nómina en 3.161.300. El Frente Renovador elaboró también un inventario, en el que queda en evidencia que, en verdad, se hipotecó el futuro: se achicó la actividad económica, hay menos trabajo, se benefició más a los ricos en desmedro de los pobres y se disminuyó la inversión destinada a educación y ciencia, ¿a cambio de qué?

Los lapidarios resultados que están difundiendo los institutos económicos opositores de la Administración Mauricio Macri en los 3 años que lleva de gestión, casi en vísperas de la campaña de Cambiemos para renovar el mandato hasta 2023, ponen más que nerviosos, antes que nadie, a los socios radicales de la coalición.

Y asimismo preocupan a las propias huestes del Pro que rodean a la gobernadora María Eugenia Vidal (que presionan para desdoblar para abrirse de una suerte de plebiscito nacional) y algo menos al jefe del gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta.

Si bien tanto el kirchnerista Centro de Economía Política Argentina (CEPA) como el massista Frente Renovador intentan llevar agua para su molino mostrando las tétricas estadísticas del oficialismo, el pellejo ciudadano no deja de percibir que todo va de mal en peor y los números no hacen más que corroborarlo.

Una lectura rápida de ambos documentos daría que ya había hasta el año pasado 1,7% más pobres que en diciembre de 2015, y la proporción este año, aún sin datos definitivos, empeoró; que el producto bruto por habitante retrocedió 4,56% en estos 3 años, y que el reparto fue más desparejo, ya que la diferencia entre el decil más rico y el más pobre se amplió una vez y media, al pasar de las 15 del punto de partida a 16,5 en el 1er semestre de 2017.

Pero aún en este contexto de retroceso, cada argentino está más empeñado: la deuda per cápita acumula un 420%de crecimiento y los intereses ocupan 10,2 puntos más del gasto público, ya que de 7,5% saltaron a 17,7% en el trienio, según consta en los Presupuestos de 2015 y 2018, con el Ministerio de Hacienda como fuente.

CEPA expone la regresiva distribución del ingreso que practicó el gobierno nacional, empezando por una inflación del 160% en los 3 años, que el instituto K contrasta con el 117% en el mismo lapso que dejó CFK al dejar la Casa Rosada.

O sea que, combinando el IPC general y el de CABA, Macri llevaría incrementada la marca 43 puntos, aunque la anterior estaba sospechada de haber sido dibujada y, con ese argumento, fue que se intervino el INdEC para la normalización.

La opinión pública daba por sentada la manipulación de los índices hasta 2015, pero a fines de 2016 el Ministerio de Hacienda, por entonces bajo la conducción de Alfonso Prat Gay, justificó ante la Justicia los porcentajes de PBI e inflación dictaminados en la anterior gestión.

El propósito pudo haber sido no pagarles más a los bonistas que reclamaban por la diferencia en los guarismos, pero de hecho se terminaron convalidando las actuaciones estadísticas del INdEC K y el acusado Guillermo Moreno quedó limpio de polvo y paja.

Equipo de lujo, y la gran Lampedusa

(N. de la R.: El príncipe Giuseppe Tomasi di Lampedusa es el autor siciliano de Il Gattopardo, la novela italiana que popularizó la famosa frase: "Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi" (“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”, en español.)

La economía macrista atravesó por varias etapas, una peor que la otra. Empezó con la trilogía Prat-Gay-Caputo-Sturzenegger, viró hacia la 2da línea de Jefatura de Gabinete, bajo las planillas Excel del dúo de Ceos Mario Quintana y Gustavo Lopetegui; luego apareció Nicolás Dujovne, en tándem con Sturze primero, Toto después y finalmente Sandleris. A todo esto, en el medio hubo sangrías de funcionarios, desde la primera Ceo exonerada de Aerolíneas, Isela Costantini, a economistas de predicamento como Carlos Melconián, o el ex Shell autor del modelo energético, Juan José Aranguren

Muchos cambios en el equipo de lujo proclamado por Macri para cosechar resultados tan negativos y, tal como coinciden el fuego amigo con el enemigo, sin plan económico ni ministro de Economía, por más que en una de las últimas reformas semánticas haya aparecido ese rótulo sobreimpreso en la cartera de Hacienda.

Tampoco la recorrida presidencial por los espineles del alto poder político y empresarial internacional, los foros organizados en el país con las más ilustres presencias, que coronaron en la organización de la cumbre del G-20, se reflejó en lluvia de inversiones alguna, e inclusive la extranjera directa hoy se encuentra por debajo del estándar de los organismos técnicos globales.

Por el contrario, los capitales no dejaron de emigrar entre enero de 2016 y septiembre de 2018.  El massismo estimó la salida en esos 2 años y medio en US$60.823 millones, que equivaldrían a:

- 16 presupuestos de salud

- 8 presupuestos para educación

- 49 presupuestos destinados a ciencia y tecnología

- 10 presupuestos para el cubrir la Asignación Universal.

(Fuente: Presupuesto Nacional / BCRA)

Sin resto de ahorro doméstico, la bicicleta en retromarcha y sobreendeudado, el Estado no aportó humedad de capitales para compensar la escasez privada y de invertir 2,7% del PBI en 2015 cayó a 1,4% en 2018.

En este contexto de sequía de dinero, el cambio climático ofrendó, paradójicamente, la suya pero real, y la falta de agua diezmó especialmente la cosecha de soja, lo cual le costó 1 punto y medio al PBI y de US$5.500 millones en más a la balanza comercial.

Con el 120% que el mercado devaluó la moneda en 2018, en 3 años el dólar recuperó el atraso que traía desde el 50% que siguió al levantamiento del cepo y punta a punta, subió 291%, a $38.

Pero como la inflación no para de escalar a un ritmo mensual que estuvo duplicando la actualización del 3% establecido para la banda de flotación cambiaria, el líder del  grupo Techint, Paolo Rocca, advirtió que empieza a retrasarse la paridad.

Las tarifas, desde antes que reapareciera la devaluación, no sólo son conspicuas animadoras del IPC sobre el que se indexa la economía, sino que golpean directamente sobre los presupuestos familiares.

Desde diciembre de 2015 a nuestros días, según CEPA, el gas aumentó 3008%, la electricidad 2136% y el agua 515%, aunque ahora le toca el turno de avanzar más que sus compañeras en los servicios públicos.

La nafta lo hizo 192%, por lo que las compañías petroleras ven que ahí queda mucha tela por añadir.

No obstante, la capacidad adquisitiva de la población lleva perdido un 22% en términos reales tomando el promedio del sector privado que brinda SIPA, ya que de los $15.809 de 2015 pasó ahora a $32.776.

No fue óbice para que más del 60% de trabajadores empezaran a pagar impuesto a las ganancias, debido a la desactualización de las escalas no imponibles.

Si bien el actual valor aún se encuentra por encima de los $24.241 que se hubieran necesitado ganar en octubre para no ser pobres, empatar con la inflación desde 2015 requeriría de $41.968, advierten los economistas K.

En el caso de los mínimos, llevan 24% de retroceso en 3 años, y de acuerdo con datos de ANSES hacia fin de mes debería estar en $11.300, aunque si se le reintegrara lo perdido en relación al IPC, tendría que ir a $14.834.

Coquetea de todos modos con la línea de la indigencia, ya que la canasta alimenticia anda por los $9.735, según INdEC.

Plato en la mesa

Del seguimiento realizado por el instituto económico K surge que las remarcaciones de precios hicieron que la harina por kilo subiera 315%, el aceite de 1,5 lt, el 440%, el asado por kilo 160% y el litro de leche 114%.

La referencia sirve asimismo para medir el deterioro del haber jubilatorio mínimo, que atañe al 75% del padrón. Quedaría en $9.306, conforme a los datos de CEPA, aunque debería haber sido situado en $11.412 si se lo hubiese querido mantener en términos reales desde 2015.

Resignó, en suma, 18,5 puntos en 3 años, pero peor aún perfora la cuerda de las necesidades básicas de comida.

Recuerda el FR que en septiembre de 2018 un informe de la ONU advirtió que casi 4 millones de personas enfrentan una seria inseguridad alimentaria y que eso se refleja en "la cantidad de personas que concurren a comedores y que saltean comidas por falta de dinero". Entre abril de 2016 y octubre de 2018, los alimentos aumentaron 73%.

El empleo entrañó, estructuralmente hablando, uno de los mayores y más trascendentales déficits de la gestión. En el caso del público, pese a los despidos y cancelaciones de contratos que caracterizaron al 1er medio término, entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2018 deparó un incremento de 87.700 de agentes en las nóminas.

De 3.073.600 que había se saltó a 3.161.300.

El privado, en tanto, destruyó 51.700 puestos, al bajar de los 6.237.600 registrados por SIPA para aquel momento a los 6.185.900 actuales.

Desglosándolo por rubros, la industria sacrificó 107.933 empleos entre los 1.256.996 contabilizados en setiembre de 2015 y los 1.149.063 de hace 2 meses.

Las Pymes fueron las que más sufrieron la jibarización, al caer 9.609 persianas en estos 3 años, con lo que en pie permanecen 549.745, de acuerdo con datos de la Secretaría de Finanzas.

El Frente Renovador estimó que la desocupación se ubicará alrededor del 10% para fines de 2018.

La radiografía estadística desnuda mucho más que un presente complicado para la ciudadanía: condiciona el futuro, inclusive, para el que se postula la reelección.

Se destinó -0,3% a la ciencia (de 1,5 a 1,2% del PBI) y se redujo el 60% el ingreso de nuevos becarios al Conicet, al tiempo que se recortaron los recursos para educación, que del 7,4% presupuestado en 2015 se bajó al 7%

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