"DEFENSOR CHRISTIANORUM"

El Vaticano satisfecho con el apoyo de Trump en Medio Oriente

Aún hoy se festeja en el Vaticano lo que ocurrió en la Casa Blanca el martes 11/12, cuando Donald Trump firmó la “Iraq and Syria Genocide Relief and Accountability Act (HR390)”, que compromete oficialmente al gobierno de USA a ofrecer asistencia humanitaria (y no solo) a los yazidíes y a los cristianos del Medio Oriente, representados como víctimas de un "genocidio" que habría ocurrido en los recientes años a cargo de las redes yihadistas en Siria e Irak. Para el papa Francisco, Trump es “defensor christianorum” o defensor de los cristianos.

Exitoso lobby en Washington DC, que comenzó en días de Barack Obama y concluyó ahora con Donald Trump, realizaron organizaciones como Caballeros de Colón, In Defense of Christians, Family Research Council, la Comisión por la Ética y la Libertad Religiosa de la Convención de Bautistas del Sur, y el Centro por la Lbertad Religiosa del Instituto Hudson.

Resulta que el presidente Trump firmó el martes 11/12 la «Iraq and Syria Genocide Relief and Accountability Act of 2018», que define como "genocidio" los crímenes cometidos en los últimos años por grupos yihadistas contra los cristianos y los yazidíes en Irak y Siria.

La legislación fue aprobada por unanimidad tanto de la Cámara de los Representantes como del Senado.

El nuevo instrumento legislativo transforma en una obligación de la política nacional de USA el apoyo financiero a proyectos humanitarios que ayuden en la estabilización, la tutela y la defensa de las minorías religiosas afectadas por los crímenes de las milicias yihadistas.

La asistencia será proporcionada o por el gobierno federal o mediante otras organizaciones, incluidas las de carácter eclesial y religioso.

Entonces, los proyectos y el financiamiento a favor de las minorías religiosas en el Medio Oriente podrán ser administrados por grupos religiosos (“faith based groups ”) ya comprometidos en la defensa de los cristianos y de las demás comunidades étnico-religiosas presentes en las zonas conflictivas del Medio Oriente.

Ellos podrán, a partir de ahora, competir para reunir fondos y administrar los recursos que los estadounidenses ponen a disposición de los proyectos de desarrollo en zonas del mundo de las que se ocupan con interés las políticas de seguridad nacional del país. Obviamente que provocó fricciones con Naciones Unidas, a través de la que hasta ahora USA asignaba los recursos.

Quien propuso involucrar a las organizaciones de inspiración religiosa en la administración de los proyectos humanitarios financiados por USA fue el vicepresidente Mike Pence.

Él anunció el interés de la Administración Trump de administrar directamente financiamientos y ayudas a favor de los cristianos en Medio Oriente durante una cena de solidaridad anual para reunir fondos para los cristianos del Medio Oriente, organizada en Washington DC por la organización “In Defense of Christians”.

A la ceremonia de firma en la Casa Blanca asistieron, entre otros, el arzobispo caldeo de Erbil Bashar Warda; el Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, Carl Anderson; la Embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede, Calista Gingrich y el Arzobispo Timothy Broglio, Ordinario militar en los Estados Unidos de América.

La ley permite que el Departamento de Estado lleve a cabo investigaciones penales y que arreste a sujetos identificados como autores de violencia y persecución en contra de las minorías religiosas.

Hace algunos días, en una entrevista con el sitio iraquí ankawa.com, el mismo arzobispo Warda (que en febrero de 2015 fue uno de los eclesiásticos que pidió con mayor énfasis una intervención militar occidental contra ISIS o Daesh para "defender a los cristianos") dijo que la ley era "un punto de luz al final del túnel".

La ley que acaba de firmar Trump asume las consecuencias de la decisión (que comenzó con la legislación en la época de la Administración Obama) de aplicar la definición de “genocidio” a los crímenes perpetrados contra cristianos y yazidíes en Siria e Irak por parte de grupos extremistas de inspiración yihadista, como los grupos afiliados al autoproclamado Estado Islámico o Daesh.

Después de la firma del documento, Trump confirmó el compromiso de los aparatos estadounidenses para perseguir y atrapar a los responsables de los crímenes.

"En esta propuesta de ley", declaró Kristina Arringa, vicepresidenta de la Comisión estadounidense sobre la libertad religiosa internacional (Uscirf), "reconocemos también el mensaje de que los responsables de estos crímenes, incluido el genocidio, no podrán escapar de la justicia".

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