ENTRE POBREZA Y ABUSADORES

Pidamos justicia por los abusos, pero no olvidemos que el 33,6% sufre la pobreza (y sus consecuencias)

El tema de los abusos sexuales es grave, es importante, merece su lucha, merece que se difunda, que se conozca, que se haga justicia, pero no puede opacar una realidad que además la incluye y quizás, acaso si fuera posible "medir", de una manera aún peor. ¿Quién alza su voz por los pobres? ¿Quién llora en TV por un sector que incluyó a 2,2 millones más de argentinos, hombres y mujeres, en sólo un año? No dividamos la agenda social, en ella no caben las grietas.

Son hoy 2,2 millones de argentinos más los que cayeron en la pobreza, según el informe de la UCA difundido ayer, en medio de las denuncias de un tema que atrapa a toda la sociedad: los abusos sexuales.
 
María del Cerro lloró en TV al contar que fue abusada cuando era tan solo una niña y hoy está en boca de toda la sociedad, ella tiene voz. Es imposible desestimar su dolor, su causa, que es grave, muy grave, tanto como la de Thelma Fardín o la de Calu Rivero.
 
Eriza la piel escuchar los relatos de estas jóvenes, y se celebra y aplaude el coraje de las mujeres que no se callan, y lo denuncian públicamente. Pero también eriza la piel saber que ese espacio "abierto" en los medios "garpa", aunque sea crudo decirlo. 
 
¿Cuánto rating puede lograr escuchar un relato de una madre pobre? Seguramente, el de 'Mery' del Cerro movilice más a la audiencia, que sabe que todo eso también ocurre en los sectores más pobres y probablemente con mayor frecuencia.
 
Una cosa no justifica la otra. Pero también se sabe que a menores niveles de educación, menores posibilidades económicas, mayores hacinamientos, esta problemática crece. 
 
Así y todo, pasa desapercibido. La pobreza es incluso una de las mayores violaciones a los Derechos Humanos. Y también tiene responsables.
 
Carolina Stanley anuncia que repartirán un bono de 5.000 pesos y con ello garantiza un "diciembre en paz" porque no hubo saqueos en los supermercados. Pero es literal: "pan para hoy, más hambre para mañana".
 
La inflación de noviembre alcanzó el 3,2% y se festeja porque fue menor que en octubre, ¡pero batimos récords!: Con la última cifra, respecto del año pasado los precios reflejan una evolución de 48,5%, mientras que el acumulado en lo que va de este año ya llega a 43,9%.
 
Pero, mientras la agenda social se divide entre las mujeres abusadas y la pobreza. ¿Cómo encontrar el equilibrio ante dos temas tan importantes, que no impactan por igual en términos "políticos": Juan Darthés no es Cambiemos y por si fuera poco, la mayoría de los que se han manifestado políticamente en el ambiente artístico lo han hecho a favor del gobierno kirchnerista. 
 
Según el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) que se conoció ayer y del cual informamos, en la Argentina hay 2,2 millones de pobres más que el año pasado.
 
El índice de pobreza afecta al 33,6% de la población argentina, lo que se traduce en 13 millones 600 mil personas pobres en todo el país. Es decir que 1 de cada 4 hogares es pobre.
 
En tanto, hay 2 millones 470 mil indigentes, 161.500 más de lo que había el año pasado. "La incidencia de la pobreza en ese período alcanza a niveles superiores a los registrados en 2016, cuando significativas devaluaciones provocaron un alza de la inflación y una caída del poder adquisitivo", explican los autores del informe.
 
Con estos números, la cantidad de personas por debajo de la línea de pobreza pasó de 28,2% a 33,6% en el último trimestre del año, en comparación al mismo período del año anterior. Se trata del número más elevado desde el 2010.
 
"El nuevo escenario ha tenido efecto sobre los ingresos reales de los que disponen los hogares por un deterioro del poder adquisitivo de los salarios, de los haberes jubilatorios y de las prestaciones sociales", agregaron.
 
Pocos días antes, Unicef le pondía cara de niño/a a esta pobreza: "uno de cada dos chicos es pobre en la Argentina". 
 
"La pobreza tiene cara de niño y de niña", afirmó en conferencia de prensa, al presentar los datos Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de Unicef.
 
"En un contexto económico adverso, con una inflación que atenta contra el poder adquisitivo y que afecta mayormente a los sectores más vulnerables de la población, los indicadores actuales de pobreza monetaria y no monetaria son preocupantes", agregaba el experto.
 
En este contexto, que promete no mejorar, el pedido es válido: no dividamos la agenda social, en ella no caben las grietas.
 

 

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