DUHALDE 02/01/2002

"El que depositó dólares recibirá dólares, el que depositó pesos recibirá pesos"

El 02/01/2002, el abogado laboralista Eduardo Alberto Duhalde, más conocido como compañero de binomio y luego crítico de Carlos Menem y gobernador de la Provincia de Buenos Aires, pasó de senador nacional PJ-Buenos Aires a Presidente de la Nación provisional, dejando atrás así la dura derrota que había sufirdo en 1999 ante Fernando De la Rúa. "Argentina está quebrada, Argentina está fundida", dijo luego de jurar el cargo ante la Asamblea Legislativa, a medianoche. También prometió: "El que depositó dólares recibirá dólares, el que depositó pesos recibirá pesos", pero el mercado no le creyó. En marzo el dólar llegó a $4,00 pero más tarde ya con Roberto Lavagna en el comando de la Economía, se estabilizó a $2,88.

 

El 01/02/2002, Eduardo Alberto Duhalde se convirtió en el 5to. Presidente argentino en 13 días.

El entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, acababa de abandonar la Presidencia en un discurso desde su provincia, donde se había refugiado luego de temer que una turba invadiera Chapadmalal, donde había citado a todos los jefes del peronismo y casi nadie había asistido.

Duhalde ya había acordado con la mayoría de ellos y con Raúl Alfonsín, el jefe de la UCR, que sumaría 2 ministros al gabinete de unidad.

Entre Duhalde y Alfonsín, la Provincia de Buenos Aires llegaba a la Casa Rosada. En forma coincidente aunque no asociada, ambos habían hecho esfuerzos para derribar la Convertibilidad aunque con ello se cargaran a Fernando De la Rúa, quien había sido Presidente porque Alfonsín lo ungió candidato por la UCR, y así derrotó a Duhalde, candidato del PJ sin el respaldo de Carlos Menem. Pero De la Rúa fue "renunciado" por un acuerdo UCR/PJ el 21/12/2001.

Dato    

A De la Rúa le sucedieron el presidente provisional del Senado, Ramón Puerta; el presidente provisional Adolfo Rodríguez Saá, elegido por el pleno del Congreso, pero aguantó 1 semana, hasta que la mayoría de los gobernadores peronistas le restó su apoyo; siguió el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Camaño, Nº3 en la línea de sucesión y presidente en funciones tras la inesperada renuncia de Ramón Puerta a la presidencia provisional del Senado.

Camaño, tras un interinado de 2 días entre el fin de un año y el comienzo de 2002, entregó bastón y banda presidencial a Duhalde.

El pleno del Congreso aprobó su designación por 262 votos a favor contra 21 en contra y 18 abstenciones.

Concluía así una carrera extenuante entre la dolarización y la pesificación, que terminó siendo asimétrica, una estafa a muchos argentinos.

Ahí aparecía lo que había detrás: la transferencia de riqueza para licuar pasivos en dólares y utilizar el derrumbe del peso como herramienta de depreciación del salario. Muchísimo le costó tanto a la Unión Industrial Argentina como a José Ignacio de Mendiguren la vinculación con esos conceptos aunque, en verdad, no fueron los impulsores sino que había corporaciones y personajes más importantes detrás.

Paradoja: así Duhalde terminó enfrentado a Domingo Cavallo, último ministro de Economía de De la Rúa y padre de la convertibilidad. En años anteriores, Cavallo y Duhalde habían sido aliados contra Menem y también para imponer a Carlos Ruckauf como gobernador bonaerense.

Tanto convertibilidad como dolarización y pesificación son herramientas que requieren un superávit fiscal y una inflación de variación internacional, lo que nunca pudo sostenerse en el tiempo. En días de Duhalde se consiguió el doble superávit (fiscal y comercial) que más tarde perdió con los Kirchner.

Para colmo Duhalde cuestionó el 'corralito' pero implementó el 'corralón', que fue peor aún.

Y prometió no sólo un dólar a $1,4 sino devolver dólares a los depositantes en dólares, lo que demostró que desconocía la profundidad de la crisis.

Pero la Argentina no es sólo generosa sino también rica, y pudo 'rebotar' en los meses siguientes.

"No hay nada que celebrar ni aplaudir", dijo Duhalde. Él fue elegido para completar el mandato presidencial hasta diciembre de 2003, pero se terminaría yendo en forma anticipada, temeroso por las consecuencias sociales del doble asesinato en la estación Avellaneda de los piqueteros, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.

Duhalde dijo que tenía 3 objetivos básicos:

> "Reconstruir la autoridad política e institucional",
> "Garantizar la paz social", y
> "Sentar las bases para el cambio del modelo económico y social'.

El acuerdo logrado con los representantes de todas las líneas peronistas quedó ratificado en el discurso inaugural. Duhalde se comprometió no presentarse a la reelección.

Aquí algunas frases del discurso inaugural de Duhalde:

> “La responsabilidad en el ejercicio de un gobierno de transición es incompatible con la pretensión de competir por una candidatura presidencial en el año 2003. Por lo tanto, me comprometo a realizar un gran esfuerzo personal para resolver la crisis y poder transferir la banda presidencial a otro ciudadano electo por la voluntad del pueblo argentino dentro de dos años.”

> “No son horas de festejos las que corren. Sin embargo, son horas de esperanza, porque estamos asistiendo a una experiencia inédita en nuestra vida política que es la formación de un gobierno de unidad nacional construido por sobre las banderías políticas y los intereses partidarios que constituye un preciado reclamo de nuestro pueblo.”

> “A los afectados por el "corralito", les digo que el Estado no permitirá que sean víctimas del sistema financiero. Quiero decirles que van a ser respetadas las monedas en que hicieron sus depósitos. Es decir, que el que depositó dólares recibirá dólares, el que depositó pesos  recibirá pesos.”

> “Ante esta espiral de derrumbe del sistema financiero y del tipo de cambio fijo, sólo quedaban dos opciones: la dolarización plena de la economía,  como reclamaban y reclaman quienes sostuvieron el anterior modelo  económico; o un nuevo modelo, orientado a un desarrollo sustentable, lo que supone no anclar toda la economía a una sola variable. Esto implica la adopción de un régimen monetario y cambiario con pesificación y tipo de cambio flexible, que es lo que hizo este gobierno y que reclamaban los sectores productivos y del trabajo de la Argentina y la comunidad internacional.”

>La dolarización hubiese condenado al país a perder definitivamente su  política monetaria y cambiaria; hubiera agravado la problemática de la competitividad y la desintegración de las cadenas productivas; hubiera primarizado las exportaciones y nos hubiera excluido de los procesos de integración regional y mundial. La dolarización era el proyecto de los poderosos, de los que no tienen sus intereses atados y comprometidos con la Patria. En otros términos: la dolarización significaba el triunfo definitivo
del proyecto económico, social, político y cultural cuyos cimientos fueron impuestos a sangre y fuego en marzo de 1976.”

>La adopción de un tipo de cambio flexible y la pesificación de la economía  modifican los precios relativos y abren un horizonte de rentabilidad que permitirá recuperar la dinámica del crecimiento, basada en una estructura productiva más diversificada y con mejor inserción internacional.”

> “Esta decisión no es coyuntural. Es un objetivo estratégico del gobierno argentino. Una decisión vital para la suerte de millones de familias trabajadoras. O defendíamos y protegíamos a los industriales,  productores, comerciantes y emprendedores chicos, medianos y grandes,  sobrevivientes del caos recesivo, o los condenábamos a la desaparición. Quienes criticaron y critican esta decisión del gobierno argentino tuvieron su oportunidad para actuar y fundieron la Patria. Nosotros hemos decidido dar su oportunidad a los creadores de riqueza y generadores de trabajo.”

> “Los pueblos toleran cualquier circunstancia adversa. ¡Y vaya si lo toleran! Lo que ningún pueblo tolera es el caos, la anarquía. Y quiero decirles que el caos y la anarquía que vivimos, no se resuelve con balas ni con bayonetas, se resuelve ocupándonos seria y responsablemente de los problemas que afligen a millones y millones de excluidos en la República Argentina. Excluidos de todas las relaciones: políticas, económicas, sociales, culturales, laborales. Millones son los que están afuera. Y decir que venimos con todo el amor, como antes manifestaba, a poner de pie a nuestro país.”

> “En estos momentos el Estado no tiene posibilidades materiales de dar  respuesta a todos los reclamos sectoriales al mismo tiempo. Por eso mismo, es preciso fijar un orden de prioridades para que los costos de la crisis no vuelvan a recaer sobre los sectores más vulnerables. En primer lugar, los recortes presupuestarios no afectarán el gasto social. En segundo lugar, los recursos del Estado se aplicarán de acuerdo con las siguientes prioridades: primero, los jubilados; luego los programas sociales para atender a los más desamparados; siguiendo después con todas las obligaciones de pago de salarios, comenzando por los que ganan menos.”

> “Mi compromiso a partir de hoy, es terminar con un modelo agotado que ha sumido en la desesperación a la enorme mayoría de nuestro pueblo para sentar las bases de un nuevo modelo capaz de recuperar la producción, el trabajo de los argentinos, su mercado interno y promover una más justa distribución de la riqueza.”

> “Esta gestión que hoy mismo comienza su tarea, se propone lograr pocos objetivos básicos: primero, reconstruir la autoridad política e institucional de la Argentina; segundo, garantizar la paz en Argentina; tercero, sentar las bases para el cambio del modelo económico y social.”

> “¿Cuál es uno de los rasgos comunes que tienen todos los modelos exitosos? Es la defensa irrestricta de los intereses permanentes  nacionales. Ningún país del mundo se desintegra en estos procesos que son de integración; sólo quienes elegimos los más perversos modelos, nos desintegramos en él. Y el segundo rasgo de aquellos países que progresan, es la conjunción del esfuerzo entre el sector público y el sector privado.”

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