TRAGEDIA EN MÉXICO

Bien AMLO ratificando la lucha contra el robo de combustible

El ducto Tuxpan-Tula de Pemex explotó este viernes 18/01 cerca de las 19:00 en la comunidad de San Primitivo, en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, tras una toma clandestina de combustible durante 2 horas realizada por pobladores irresponsables. El gobernador Omar Fayad y el secretario de Gobierno estatal, Simón Vargas, confirmaron que hay al menos 71 muertos y 76 personas heridas, la mayoría de ellas con quemaduras. La fuga de combustible ocurrió en la carretera Teltipan-Tlahuelilpan, en los límites con Tlaxcoapan. La Policía Estatal dijo que había al menos 400 personas en la zona tratando de recolectar combustible que salía por la fuga en el ducto. El presidente Andrés Manuel López Obrador ratificó su decisión de luchar contra el tan extendido robo de energía: "Vamos a continuar con la misma política, y yo creo en el pueblo, confío en la gente y sé que con estas lecciones dolorosas, lamentables, la gente va también a alejarse de estas prácticas. Y .no es una orden, sino una política (de Estado)".

En un comunicado, Petróleos Mexicanos (Pemex) aseguró que la explosión fue causada por la manipulación de la toma clandestina para robo de combustible, pero que el accidente no afecta el suministro de naftas.

La explosión de una toma clandestina de naftas en el centro de México ha golpeado al país al dejar en evidencia la realidad: el robo de combustible es un fenómeno casi popular y suicida.

Pero la tragedia no debería afectar la estrategia de combate al robo de combustible del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Él debería persistir en evitar lo que está muy mal que ocurra desde hace años.

Transigir con lo que está mal no impedirá ni siquiera nuevas tragedias.

“Nosotros no vamos a apagar el fuego con el fuego, está demostrado que no se puede enfrentar el mal con el mal, por eso la decisión que se ha tomado es atender primero las causas que originan los hechos ilícitos, no se resuelve con medidas coercitivas, por eso se agravó la situación en el país porque se optó por la confrontación”, aseguró el Presidente en conferencia de prensa.

López Obrador dijo que su plan contra el "hauchicoleo" (robo de combustible) seguirá adelante.

“Por esto, aunque duela mucho, tenemos que seguir con el plan de acabar con el robo de combustible y estas prácticas, no vamos a detenernos, vamos a erradicar esto, que no solo daña materialmente, no solo es lo que pierde la nación por este comercio ilegal, este mercado negro de combustibles, sino el riesgo, el peligro, la pérdida de vidas humanas”.

Casi todas las preguntas de la prensa estuvieron dirigidas hacia el papel de los militares que localizaron la fuga 2 horas antes de la explosión.

Según López Obrador, la actuación del Ejército fue "correcta y oportuna", y la tragedia fue una "lección dolorosa pero aleccionadora".

En tanto, la Fiscalía General de la República inició ya una carpeta de carpeta de investigación por los hechos.

Según el Presidente mexicano, el nuevo fiscal general del Estado, Alejandro Gertz, con apenas horas en el cargo, deberá investigar: "¿Quién lleva a cabo la perforación del ducto? (...) ¿quién convoca?, ¿quién llama?, ¿cómo acude tanta gente?, ¿por qué los recipientes?, ¿qué se hace con ese combustible ¿quiénes compran?".

Ante la explosión, las autoridades activaron el Grupo de Respuesta y Atención para Manejo de Emergencias (GRAME). También desplegaron 11 ambulancias; 13 médicos de urgencias y 2 especialistas, así como personal especializado en contraincendios.

Pemex ejecutó la alarma Verde en el Hospital de Tula, y anunció que los lesionados con quemaduras graves fueron enviados al Hospital Norte y Sur de la Ciudad de México.

Así se llevaban el hidrocarburo antes de la explosión en Tlahuelilpan

Irresponsables

Explosión del ducto en Tlahuelilpan

El escenario al día siguiente de la catástrofe en Tlahuelilpan, un municipio rural de 20.000 habitantes en el valle del Mezquital, en Hidalgo, exhibió cuerpos carbonizados y decenas de triángulos amarillos para indicar a las víctimas, junto a una gran tubería de combustible.

La detonación ocurrió 2 horas después de que las autoridades localizaran una fuga provocada por manos no identificadas. La salida a gran presión del combustible hizo que cientos de habitantes corrieran hacia el potente chorro con un bidón en cada mano para intentar llevarse unos litros, mientras los soldados intentaban convencerlos para que no lo hicieran.

"Las Fuerzas Armadas trataron de impedir y de persuadir de que se retiraran del lugar porque corrían peligro. Sin embargo, la gran mayoría no escuchó este llamado", dijo el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad.

Según López Obrador, el siniestro es una amenaza que podría volver a repetirse: "Desgraciadamente le tocó a la gente de Hidalgo, pero es un riesgo constante y permanente (...) Hemos llamado a la población a que deje estas actividades, y que ahora que el gobierno atiende las demandas de la gente, que se inscriban (a los programas sociales)", pidió el mandatario.

La explosión provoca interrogantes sobre los protocolos a seguir en estos casos y sobre la capacidad del ejército para atender contingencias y accidentes de este tipo —que incluyen el uso de prácticas de protección civil y de manejo de la fuerza—.

Se sabe que 25 militares llegaron al lugar de la fuga, pero se desconoce por qué no llegó más personal a la zona cuando la gente llegó en forma masiva.

El Ejército intentó persuadir a la población para que se alejara de la toma clandestina pero eran apenas 25 uniformados para contener a alrededor de entre 600 y 800 personas, algunas agresivas, detalló el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresensio Sandoval.

Sostuvo que el personal recibió la orden se retirarse a un costado para evitar una confrontación, y aunque se intentaba persuadir para que se alejaran, la gente que llegaba con recipientes al ducto seguía aumentando, e incluso algunas personas se llenaron la ropa de combustible.

“Es difícil que 25 hombres pudieran detener a 600 u 800 personas y más si los pobladores están convencidos de que deben ir por el producto. Al verse rebasados completamente por la cantidad de gente que esta enfrente de ellos, lo mejor para ambas parte es retirarse", explicó.

¿El Ejército debió haber desplegado un cordón de seguridad alrededor de la toma para evitar el accidente?

López Obrador dijo que se tomó la decisión no enfrentar a una turba que superaba las 600 personas: "No es fácil ante una multitud hacer prevalecer el orden aunque se explicaran los riesgos", resumió el Presidente.

“Nosotros no vamos a apagar el fuego con el fuego, está demostrado que no se puede enfrentar el mal con el mal, por eso la decisión que se ha tomado es atender primero las causas que originan los hechos ilícitos, no se resuelve con medidas coercitivas, por eso se agravó la situación en el país porque se optó por la confrontación”, aseguró en conferencia de prensa.

“Por esto, aunque duela mucho, tenemos que seguir con el plan de acabar con el robo de combustible y estas prácticas, no vamos a detenernos, vamos a erradicar esto, que no solo daña materialmente, no solo es lo que pierde la nación por este comercio ilegal, este mercado negro de combustibles, sino el riesgo, el peligro, la pérdida de vidas humanas”.

Cuando a las 18:50 del viernes 18/01 todo saltó por los aires, había entre 600 y 800 personas que recogían combustible en un ambiente festivo, mientras un grupo soldados observaba con los brazos en la espalda el imponente chorro que se elevaba a gran presión por encima de los pobladores que esperaban con bidones en mano.

Según la empresa Pemex, en 2018 había 12.500 puntos de extracción ilegal de combustible similar al que explotó.

Municipios enteros del centro de México conviven con una práctica delictiva contra la petrolera, que abunda en los municipios rurales por donde pasa el tubo.

López Obrador ha delegado en el Ejército la vigilancia de los ductos "pero sin enfrentamientos con la población (...) porque no se puede apagar el fuego con más fuego", dijo este sábado en una rueda de prensa acompañado de sus principales ministros y generales. Ellos son la punta de lanza de un plan prioritario para su gobierno de combate al huachicol, como se conoce en el país. De ahí que las críticas a su actuación se han multiplicado. Según el presidente, "Vamos a continuar con la misma política, y yo creo en el pueblo, confío en la gente y sé que con estas lecciones dolorosas, lamentables, la gente va también a alejarse de estas prácticas", añadió. "Y esto no es una orden, sino una política (de Estado)

Desde la puesta en marcha de la operación contra el robo de combustible, el Ejército ha desplegado 5.000 soldados para vigilar 6.000 kilómetros "críticos" de ductos de los 54.000 que tiene la red.

Según el secretario de Defensa, Luis C. Sandoval, cada 20 kilómetros de tubos y cañerías hay un batallón de 50 hombres que los recorren 24 horas al día, reveló el general.

Dejá tu comentario