TRABAS A PIÑERA

También en Chile tambalea una reforma laboral

Los gobiernos de Chile, Argentina y Brasil, entre otros, tienen presente en su respectiva agenda política, la necesidad de un cambio en los derechos de los trabajadores. De distintas formas y con distintos obstáculos por parte de los gremios y las empresas, los gobiernos mencionados buscan tomar medidas que favorezcan a la economía.

En el caso de Argentina, la reforma laboral está en boca del Presidente y su gabinete desde febrero de 2017, cuando se llevó a cabo la reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo. Según el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, esa fue la única reforma en esa temática impulsada por consenso de todas las partes involucradas.

Los intentos que realizó Jorge Triaca cuando fue ministro de Trabajo, fracasaron en el Legislativo, probablemente por la amplitud de la ambición.

Entonces, el presidente Macri nunca pudo avanzar con el proyecto de blanqueo laboral, a pesar de haber obtenido un consenso parcial de empresarios y sindicatos. El proyecto proponía, por ejemplo, la baja de aportes patronales y perdón de multas para aquellas empresas que regularicen trabajadores.

La minoria legislativa de Cambiemos en el Congreso y las elecciones 2019, son argumentos por los cuales el oficialismo optó por abandonar la iniciativa de la reforma y buscar acuerdos con los distintos sectores en forma individual, en el marco de las convenciones colectivas.

En Chile, curiosamente, en estos días hay un intento de profundizar la reforma laboral pero trastabilla. El proyecto de ley enviado por el presidente Sebastián Piñera fue rechazado, antes de llegar al Congreso, por parte de los empresarios, grupos sindicales y legisladores de los opositores Partido Socialista y Partido Demócrata Cristiano.

El proyecto trata de la reforma a la Ley sobre Indemnización por Años de Servicio, o sea la legislación sobre indemnizaciones.

La Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT) ya anunció un paro nacional para el 11/04 en defensa de los trabajadores que, según Norberto Díaz, secretario general de la CUT, "la están pasando mal".

En agosto 2018 en Chile, el índice de desempleo fue de 7,3%, alcanzando su mayor nivel en 7 años, para ese periodo.

El proyecto de reforma consiste en que, en caso de despido, el trabajador reciba en el monto indemnizatorio el equivalente a la mitad de sueldo por año, cuando actualmente recibe un sueldo por año trabajado.

En caso de renuncia, el trabajador recibirá el mismo beneficio que al ser despedido: medio sueldo por año.

En Brasil la situación tiene variantes. El presidente Jair Bolsonaro, cuando era diputado federal y presidenciable, apoyó la reforma laboral que había propuesto el entonces 1er. mandatario Michel Temer, quien obtuvo los votos suficientes para aprobarla en 2017.

Sin embargo, hay quienes afirman que la reforma nunca quedó totalmente vigente, al menos es un reclamo del vicepresidente, general Hamilton Mourao, es que la reforma laboral se aplique 100%.

Sin embargo, el sistema laboral vigente en Latinoamérica fue resumida por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en su informe anual publicado el 13/02, con conclusiones no exactamente esperanzadoras: proyectan un aumento en el índice de desempleo en Chile y Argentina, por ejemplo.

Sin embargo, en el caso de Brasil se prevé un descenso a causa del crecimiento económico pronosticado para 2019. Conclusión: el ciclo económico impacta en las modificaciones legislativas.

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