EDUARDO BAUZÁ

Adiós al amigo de Menem, aliado de Clarín y freno a Cavallo

Eduardo Bauzá fue un coprotagonista fundamental de los años '90. No merece que sólo se citen datos biográficos sino para comprender algo de su inserción en el tiempo que vivió hay que relatas parte del contexto de aquella etapa que, inevitablemente, en breve habrá que revisar con más equilibrio y profundidad.

“Soy un hombre que lleva muchos años al lado del Presidente. No soy ni la mano derecha ni la izquierda, sino un colaborador de este gobierno y me toca en este momento coordinar las reuniones de trabajo del gabinete, pero no me siento en absoluto la mano derecha del Presidente. Simplemente, por los años que llevamos juntos y por la confianza que él me dispensa, tengo que intervenir en muchos casos para aliviar su tarea y eso hace que trabaje muchas horas, entre 15 y 16 por día.”
Eduardo Bauzá


Hay dos formas bien diferentes de redactar un obituario:

* la formalidad de informar sobre el fallecimiento de una persona, o
* el relato del contexto en el cual se desempeñó quien se marchó.

Tiempos demonizados los años '90 por el progresismo que todavía no se hizo responsable del brutal fracaso de su ícono, Carlos Alberto Álvarez, en el aquelarre de la alianza UCR FrePaSo. Y que, en su vertiente más antiperonista, se sintió reivindicado con Elisa Carrió, en el experimento siguiente, la alianza Cambiemos, que también está fracasando.

Sin embargo, nadie mantuvo a raya la inflación como en los años '90, y nunca ocurrió una inversión directa tan voluminosa, que permitió modernizar toda la infraestructura de servicios públicos, de la que todavía vive la Argentina. Porque los K y los M utilizan redes eléctricas, de gas, de telefonía, de agua potable y autovías de los años '90, en la mayoría de los casos. Nunca más recibió inversión extranjera directa un país que necesita esos recursos. 

Era más sencillo mejorar lo que había que cambiar todo para ir a ninguna parte, pero la sociedad argentina, con libertad y ejerciendo todos sus derechos, eligió avanzar hacia su presente que parece concluir en una Grieta suicida.

Eduardo Bauzá fue un decisivo protagonista de los años '90, en especial el 1er. mandato de Carlos Menem, que fue el mejor período del riojano porque el 2do. fue tan malo como la 2da. etapa de los Kirchner.

Si bien la prensa oficialista en aquellos años, entre la que brillaba Clarín, insistió en darle un contenido intelectual a Bauzá afirmando que su ideario coincidía con el de que Giuseppe Giovanni Luigi Enrico Lanza di Trabia, más conocido como Lanza del Vasto, pero Mohandas K. Gandhi lo llamaba Shantidas, Bauzá no fue un intelectual. Sí un personaje práctico y diligente.

Difícil conocer cuánta influencia había conseguido el pensamiento de Lanza del Vasto en Bauzá pero por eso lo consideraban 'el asceta' del dispendioso menemismo, obviando la realidad: dolencias físicas que le obligaban a un rigor alimentario muy diferente de las bacanales que otros disfrutaban en aquellos años. Y fue esa disciplina la que, pese a todo, le permitió llegar hasta 2019, que incluía hasta hace poco y con dificultad alguna caminata junto al Lago del Golf, en Palermo.

Lo cierto es que, en especial, mientras fue secretario general de la Presidencia y Jefe de Gabinete de Ministros, Bauzá era quien llevaba el día-a-día de la Casa Rosada, persistencia no sólo administrativa que le permitía a Menem mantener su estilo de tenis, y luego golf, con una intensidad que nadie volvió a imitar.

El poder de Bauzá era considerable, y con mejores resultados que Marcos Peña porque 4 años después de iniciada la gestión 1989/1995, Menem logró un enorme triunfo legislativo y luego la reforma de la Constitución Nacional que lo habilitó, Pacto de Olivos mediante, a una reelección.

También es cierto que Bauzá no era un gran negociador político. De hecho el Pacto de Olivos nació entre Luis Barrionuevo y Enrique Nosiglia cuando Menem desesperaba porque habían fracasado los intentos de Gustavo Béliz y de Eduardo Bauzá.

Pero Bauzá, quien libró una batalla exitosa para desplazar a Béliz de sus áreas de influencia, construyó un poder importante hasta que fue acusado de trabajar para el proyecto político de Eduardo Duhalde, lo que provocó su sustitución intempestiva por quien era el ministro de Educación, Jorge Rodríguez.

Bauzá era quien equilibraba la influencia de Domingo Cavallo. Menem utilizó a Bauzá como un freno permanente a la ambición sin límite de Cavallo. Es interesante destacar que ambos fueron eyectados casi al mismo tiempo: cuando se fue Bauzá, para evitar el desequilibrio previsible, Menem ubicó a Roque Fernández en vez de Cavallo, y así transcurrió aquel 2do. mandato de la ilusión vana de la rereelección. Enrique Mouján, quien fue su vocero, podría abundar en detalles.

Para entonces, Bauzá ya era senador de la Nación representando a Mendoza.

Celestes

En un comienzo, Bauzá era el eje de los 'celestes', la corriente interna del menemismo que gobernó la mayor parte del tiempo en los '90. Pese a las diferencias con Cavallo, el entonces ministro de Economía tuvo que convivir porque los otros menemistas, llamados  'rojo punzó',  eran más complicados en cuanto a comprender la propuesta por la modernización de la economía. El tan exitoso hoy día Guillermo Seita, por entonces funcionario de Cavallo, podría escribir varios libros al respecto.

Los 'celestes' eran Eduardo Menem, José Luis Manzano, Eduardo Bauzá y José Roberto Dromi. Manzano, Bauzá y Dromi eran, además, los mendocinos del menemismo, enfrentados a José Octavio Bordón, un santafecino que se había afincado en Cuyo.

Ni Bauzá ni Manzano (Dromi nunca fue político, sólo abogado) pudieron derrotar en el PJ mendocino al 'Pilo' Bordón, quien así escaló hasta competir con Menem en 1995, y fue derrotado en 1ra. vuelta pese a la crisis económica.

Desde un comienzo los 'celestes' eran protegidos por Grupo Clarín, en plena expansión, y así fue como ocurrió la paradoja que nunca se entendió: Héctor Magnetto destrozaba a Carlos Menem desde Clarín y Página/12, por entonces controlado por la gente de la calle Tacuarí, pero defendía a Eduardo Menem, José Luis Manzano, Eduardo Bauzá y José Roberto Dromi tal como si fuesen de otro gobierno. A la lista de menemistas con salvoconducto luego de sumó Hugo Anzorreguy pero más por decisión de los periodistas que del CEO.

'El Fideo' Bauzá pudo sobrevivir a varios escándalos de supuesta corrupción: desde aquella denuncia por negocios en la Petroquímica Bahía Blanca, que lo quitó del Ministerio del Interior pero Menem lo preservó en el Ministerio de Acción Social, a las denuncias por sobreprecios en la compra de guardapolvos y contratación de leche en polvo no autorizada para consumo humano, en Acción Social. Nada impidió que regresara a la Casa Rosada, ya secretario general de la Presidencia. Menem confiaba en él, y no había muchos que aceptaran trabajar de sol a sol.

De la cantera de Bauzá salieron varios personajes fundamentales más adelante: Carlos Corach, Félix Borgonovo, Esteban Caselli y uno que llegó hasta Cambiemos: Alberto Abad.

En cuanto a Bauzá, continuó coprotagonizando escándalos: apareció en la supuesta 'Banelco', el episodio que quiso utilizar 'Chacho' Álvarez para escalar más de la cuenta, y terminó derribándolo.

Finalmente, los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado consideraron correcta la falta de mérito que el juez Carlos Liporaci dictó a los entonces senadores Ramón Ortega, Eduardo Bauzá, Alcides López y Raúl Galván.

Sobre Bauzá, “sólo se erige en su contra la versión de (Antonio) Cafiero y no existe prueba autónoma que la corrobore. Además no es posible vincularlo con las negociaciones”.

Pero durante el 'caso Banelco' ocurrió una noticia que sorprendió a muchos: Clarín escrachó a Bauzá tal como si fuese cualquier otro político. Magnetto le había quitado los fueros.

Una bio

Bauzá tuvo su primer cargo público entre 1973 y 1976, durante la gobernación de Carlos Menem en la provincia de La Rioja, cuando se desempeñó como secretario de Desarrollo. Esto va para quienes insisten en un origen demócrata cristiano del mendocino. Antonio Erman González fue el DC del menemismo, Bauzá siempre se consideró peronista.

Es más: entre mayo de 1976 y abril de 1977 fue detenido por el Proceso de Reorganización Nacional.

A partir de 1982, al recomenzar la actividad política en el país, Bauzá participó en la creación de la corriente interna del Partido Justicialista conocida como Federalismo y Liberación, que presidió Menem para lanzar su precandidatura presidencial.

Bauzá fue elegido diputado nacional por la provincia de Mendoza por el período 1987-1991.

En 1989 renunció a su banca para asumir como ministro del Interior de Carlos Menem, pero 6 meses después debió emigrar hacia el Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación, aunque regresaría a la Casa Rosada como secretario general de la Presidencia.

En 1995, reformada la Constitución Nacional, él fue el 1er. Jefe de Gabinete de Ministros. Más tarde senador nacional.

Después llego el Alzheimer y el Parkinson.

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