Chile observa: Cuando el Estado pedalea contra el mercado

Por CAROLINA SOZA J. (*) Algunos gobiernos de la región están tomando medidas intervencionistas contrarias al libre mercado. ¿Los más radicales ganan terreno con ello?

Varios de nuestros vecinos están dando señales que para muchos son preocupantes. Están tomando algunas medidas que no sólo van en el sentido contrario al libre mercado, sino que han sido el blanco de críticas de economistas de toda la región.

A través de distintos mecanismos, que van desde el control de precios hasta la manipulación de cifras oficiales para "mejorar" ciertos indicadores, algunas economías están con una tendencia cada vez más intervencionista.

Argentina, Venezuela, Perú y Bolivia figuran dentro de la lista de países en que sus gobiernos o candidatos presidenciales están dando señales intervencionistas e inefectivas, ya que no consiguen el objetivo esperado.

Para Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría en Argentina, existe una tendencia general en América del Sur que combina ideas de izquierda, nacionalismo e indigenismo, que está generando más estatización, nacionalización y más controles en la región.

Óscar Landerretche, economista de la Universidad de Chile, advierte que hay que partir de la base de que algunos de estos países toman ciertas medidas económicas en el contexto de convulsiones políticas y sociales. A su juicio, hay que distinguir la realidad de un país y de otro. Uno no puede juzgar a Bolivia y Ecuador con los mismos parámetros con los que se debería usar en Argentina o Venezuela. En cambio, en Argentina, no tienen excusas. "Lo que me asusta es que se resistan a controlar la inflación con la política monetaria tradicional".

Argentina: El control de los precios

Para frenar la inflación, el Presidente Néstor Kirchner comenzó a fines del año pasado a reunirse con las cadenas de supermercados para disminuir en 15% el precio de una canasta de productos. Después se juntó con muchos proveedores para congelar el precio de cientos de productos.

En el último tiempo, esta ofensiva se ha ido ampliando cada vez más, al agregar más productos y extender los plazos de esta política de contención de precios en Argentina.

Esta medida es cuestionada por diversos economistas de distintas tendencias políticas, porque si bien puede ser un pequeño freno para los precios en el corto plazo, no es efectivo en el mediano o largo.

La inflación de diciembre y enero superan el 1%, lo que muestra que pese a los acuerdos, esta política no está teniendo demasiado éxito, comenta Rosendo Fraga. Pero el gobierno sigue con este plan porque cree que una política más ortodoxa (como podría ser un alza de tasas) sacrificaría crecimiento en el corto plazo, lo que le puede generar costos políticos para una eventual reelección de Kirchner en las presidenciales y por eso prefiere esta opción, agrega.

"Es pura demagogia. Si bien algo disminuye la presión sobre los precios en el corto plazo, el efecto es irrelevante. Es como una bomba de tiempo, porque controlar los precios es crear una situación ficticia", comenta un analista de Wall Street.

A su juicio, el Presidente Kirchner está tratando de intervenir el libre mercado con la falacia de que el Gobierno está redistribuyendo el ingreso y ayudando a los pobres al impedir que los precios de los productos suban.

Más que ayudar a los más desposeídos, lo que se está logrando es ahuyentar a los negocios, coinciden muchos.

Venezuela: El Estado como empresario

El petróleo está dando mucho dinero a las arcas fiscales en Venezuela. Pero, por desgracia, el país no se ha visto mayormente beneficiado con estas condiciones porque la pobreza no ha disminuido.

Según Alexander Guerrero, economista de Cedice (Centro de Divulgación del Conocimiento Económico en Venezuela), en los últimos años se ha visto un intervencionismo sistemático de parte del Gobierno, ya sea por la vía de fijación de precios, como por la del Estado empresario.

El Estado hace una competencia desleal con los privados y lo va arruinando lentamente, afirma Guerrero.

La ruina se puede ver, por ejemplo, en la estructura del mercado laboral. Como se han cerrado muchos puestos de trabajo de empresas capitalistas, ha crecido el mercado informal, que hoy llega al 30%.

"El paradigma del Presidente Hugo Chávez es Cuba. Él lo dice abiertamente. Y poco a poco nos va llevando a un régimen cubano, no me cabe la menor duda", advierte.

Otra de las manifestaciones de este intervencionismo tiene que ver con la manipulación de las cifras, con el fin de "mejorar" ciertos indicadores. La producción de petróleo aparece un 30% superior a lo que muestran los datos de la OPEP.

Las cifras de desempleo tampoco son transparentes, ya que se considera que una persona tiene un puesto laboral, aunque ésta sólo trabaje una hora a la semana.

Otros economistas comentan que, sin querer justificar las medidas del Presidente Chávez, hay que entender que se trata de un país petrolero, al que le entran muchos dólares por esta vía, lo que tiende a distorsionar los precios de otros sectores. En ese contexto, hay que entender que se trate de subsidiar a otros rubros de la economía.

Perú: El límite a las inversiones

Aunque en las encuestas últimamente ha caído un poco, Ollanta Humala sigue siendo uno de los candidatos favoritos para llegar al sillón presidencial en Perú.

Hasta ahora, él ha dado claras señales de intervencionismo. Una de las más preocupantes tiene relación con Chile, ya que recientemente dijo que sus intenciones eran limitar las inversiones de nuestro país en Perú, en el área portuaria y aerocomercial.

Eduardo Morón, director del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, en Perú, considera que es un absurdo poner normas para impedir inversiones chilenas.

"Asumió la bandera nacionalista y a mucha gente le gusta que agite esa bandera contra Chile, pero a mí me parece que es un error", asegura.

Una de las cosas más preocupantes, según Morón, es que el candidato cree que el desarrollo pasa por cerrar la economía, en vez de abrir las empresas para que compitan con el resto del mundo. Hay que pensar que se trata de un país pequeño, por lo que su postura de desarrollarse de espaldas al mundo no concuerda con los tiempos.

Sin embargo, no es fácil saber cuán intervencionista podría ser un eventual gobierno de Humala, porque él ha dicho que no le interesa dar a conocer su plan de Gobierno ni quiere debates por el momento.

Pero por sus declaraciones realizadas hasta ahora se ha visto esta tendencia más bien intervencionista en la economía, por lo que ha ido perdiendo adhesión, opina Morón.

Bolivia: Subsidios a las empresas

Hasta ahora mucho se ha hablado sobre eventuales medidas radicales que pueda adoptar el nuevo Presidente de Bolivia, Evo Morales. Algunos de los temores son un eventual control de los precios y mayores subsidios a las empresas locales.

Lo que se ha visto hasta ahora en el gobierno de Bolivia es que han aprovechado los mayores ingresos fiscales (debido a los precios del gas) para aumentar el nivel de gasto.

El economista boliviano Roberto Laserna explica que en el último tiempo se ha visto un retorno del Estado intervencionista, lo que ha llevado a un esquema de proteccionismo. La gran tentación ha sido el gas, que ha dado el sustento económico al Estado para comenzar a subsidiar a ciertos sectores poco competitivos como la minería y a las pymes.

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* Periodista de El Mercurio de Chile

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