España pierde la 'golden share' de Repsol, que K mantiene sin límites

La petrolera hispano-argentina Repsol YPF deja de contar a partir de hoy con la protección de la "acción de oro", que concedía al Gobierno español la última palabra en operaciones estratégicas que afectaran a empresas privatizadas. Aunque el Ejecutivo decidió derogar este mecanismo de control, la "acción de oro" de Repsol YPF prescribirá antes de que el Parlamento tramite la ley correspondiente. De esta manera, se elimina una barrera de protección frente a eventuales ofertas hostiles a las que pueda enfrentarse la petrolera en el futuro. Pero Repsol pagó US$15.000 millones en 1999 por YPF, que estaba participada por el Estado argentino. Al privatizar su petrolera, Argentina estableció una acción de oro sin fecha límite. Por tanto, el Gobierno K no pierde el control, y en España especulan con que el pingüino podría aprovechar la situación para traspasar activos de Repsol YPF a Enarsa, la petrolera estatal creada por el propio Néstor K.

Pese a la desaparición de la "acción de oro", o "golden share", fuentes de Repsol YPF dijeron a la agencia Efe que esta prescripción no supondrá cambio alguno en su estrategia, porque "nunca hemos gestionado pensando en ella".

Las fuentes consultadas por el sitio español El Confidencial subrayaron que la gestión de Repsol YPF se basa en conseguir que la compañía aumente su rentabilidad y avance en una senda de crecimiento sólido y estable.

El fin de la "acción de oro" puede tener un efecto indirecto en Gas Natural, ya que una eventual OPA hostil contra Repsol YPF daría al comprador una fuerte presencia en el capital de la compañía gasista o de la empresa resultante de una fusión con Endesa. De hecho, el Gobierno español planteó a la petrolera hispano-argentina la conveniencia de reducir su participación en Gas Natural, que se sitúa ahora en el 30,8%.

Repsol YPF ya anunció que, si tiene éxito la OPA sobre Endesa, su participación en la compañía resultante quedará diluida hasta el 15%. Además, la petrolera no descarta reducir aún más su participación si surgen inversiones adecuadas con una rentabilidad superior.

Otras tres empresas cuentan todavía con "acción de oro": Iberia (hasta el 3 de abril), Telefónica (hasta el 18 de febrero de 2007) y Endesa (hasta el 8 de junio de 2007). Lo más probable es que la derogación de este mecanismo entre en vigor antes de que prescriban todas ellas.

La "acción de oro" se creó en 1995 a través de la Ley de Privatizaciones, que instauró un régimen de "autorización administrativa previa" para las empresas privatizadas. El Gobierno del PP modificó esta ley en 2003 para cumplir una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), pero la Comisión Europea (CE) consideró que los cambios eran insuficientes.

Finalmente, el pasado 25 de noviembre el Consejo de Ministros decidió derogar la "acción de oro" para "zanjar definitivamente" los problemas planteados por Bruselas.

Pero, si bien el Estado español pierde su capacidad para impedir que la mayor petrolera del país, Repsol YPF, pase a manos extranjeras, el Gobierno argentino podría dificultar una opa sobre Repsol con su acción de oro en YPF.

Repsol pagó US$15.000 millones en 1999 por YPF, que estaba participada por el Estado argentino. Al privatizar su petrolera, Argentina estableció una acción de oro sin fecha límite.

Por tanto, la Argentina mantiene su propia acción de oro en YPF, la compañía en la que Repsol posee el 99,9% de las acciones.

Precisamente, ese otro 0,1% está en manos del Estado sudamericano, que además tiene el derecho de vetar cualquier decisión que provoque un cambio de control de YPF.

Según fuentes cercanas a Repsol YPF, ese blindaje de la filial sería una traba significativa para cualquier interesado en comprar el grupo español. El Gobierno que preside Néstor Kirchner podría dificultar entonces que el nuevo dueño de Repsol asumiera el control de YPF, que representa el 40% de los activos de todo el grupo y el 70% del negocio de exploración y producción de hidrocarburos.

Pero, en los últimos días, los analistas españoles llegaron a especular con que Néstor K podría aprovechar la situación para traspasar activos de Repsol YPF a Enarsa, la petrolera estatal que el santacruceño constituyó hace un año.

Otros analistas creen que algunas compañías cederían gustosas el negocio latinoamericano de Repsol YPF, por su incertidumbre regulatoria, para quedarse con sus activos en España (refino y distribución de gasolinas) y los yacimientos del norte de África.

La última reducción de reservas del grupo (1.254 millones de barriles) afectó a 509 millones de barriles de Argentina, por la posibilidad de no lograr una prórroga en la explotación de algunos yacimientos, según informan medios españoles.

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