Vergüenza en Santa Cruz: Sorprende la prostitución infantil en Río Turbio

Impresionante el informe publicado por el diario Tiempo Sur, de Río Gallegos, Santa Cruz, acerca de la prostitución infantil en la localidad minera Río Turbio. "Bastó un trabajo de campo de un día para constatar su existencia, la magnitud y extensión de las prácticas que involucran niñas y niños en esa sociedad, aún no se ha determinado. A punto tal que distintos sectores de la sociedad, se preguntan acerca de cuán extendida o importantes son", afirma el matutino.

RÍO GALLEGOS. 240 kilómetros separan Río Gallegos de la localidad de Río Turbio. Cuando se arriba a esta última, la primer imagen a la vista son las minas de carbón y las instalaciones que permiten su funcionamiento.

Desde allí, es posible advertir una vida que aparenta tranquilidad. Excepto la calle principal y algunas otras que llevan a oficinas gubernamentales o dependencias policiales, se encuentran pavimentadas; las demás son de ripio.

En las construcciones edilicias, se presentan casas que marcan el paso del tiempo y también el crecimiento de la cuenca carbonífera.

El jueves de la semana pasada 'Tiempo Sur' tituló, "Río Turbio: Presunta prostitución de niños".

En el cuerpo de la nota dábamos cuenta acerca de una grave denuncia: En el sector denominado "los pabellones", se habrían detectado casos de abuso y prostitución de entre 10 y 12 niños.

Ante la gravedad de la situación planteada, un equipo periodístico de este medio gráfico concurrió a la localidad para confirmar la veracidad acerca del deleznable caso.

En aquella ocasión, indicábamos que al menos 12 chicos habrían sido objeto de abuso y prostitución por parte de sus padres.

Durante el día de ayer, una fuente consultada por este medio confirmó que no se trataría sólo de 5 menores abusados y prostituidos, sino que se sumarían 5 chicos más que están recibiendo asistencia desde el Ministerio de Asuntos Sociales, lo que en definitiva, no hace más que corroborar lo vertido por este medio el día 2 de febrero del corriente: son 10 los niños involucrados.

Como informáramos en la edición del día lunes, 5 de ellos se hallan a resguardo en el Gimnasio de la localidad en tanto que los restantes 5, se hallarían alojados en otra dependencia que depende de la comuna de Río Turbio.

De este modo, se confirma lo adelantado en exclusiva por este diario y se incrementan sobremanera, las hipótesis que indicaban que se había descubierto "sólo la punta del ovillo", en un caso que dejará marcada una impronta en la cuenca carbonífera.

El caso

5 hombres fueron detenidos y se hallan a disposición de la justicia, acusados de prostituir y abusar a por los menos 4 niños, de entre 4 y 10 años de edad.

Al parecer, los sujetos en su mayoría oriundos de Corrientes y otro del vecino país de Chile ‑que ahora se hallan detenidos en la Comisarías de Río Turbio y 28 de Noviembre ‑, "venían cometiendo los aberrantes hechos desde hace al menos dos años", dijeron a 'Tiempo Sur' las fuentes consultadas.

Las víctimas, "habrían sido obligadas por su propio padre a someterse a abusos deshonestos y violaciones a cambio de dinero y mercaderías", cuestión que ahora investiga la jueza de Primera Instancia de Río Turbio, Bettina Bustos.

La Magistrada (a través de su secretario) confirmó que está investigando los hechos, pero se negó a brindar otros pormenores del delicado caso, en virtud del marco legal que se le impuso a la causa, aunque - según pudo averiguar 'Tiempo Sur' - no se descarta que el día jueves, se levante el Secreto de Sumario en la causa que se le instruye a los supuestos implicados.

Los sospechados, son cinco hombres de entre 45 y 59 años de edad. Otra de las fuentes consultadas indicó que no está determinada fehacientemente cuántas son las víctimas, pero en principio, hay cuatro chicos involucrados y la justicia intervino en el caso, luego de una denuncia que se realizara desde la Casa de la Juventud.

Más involucrados

Apostados al costado de las calles, se encuentran los pabellones que durante muchos años, albergaron a los mineros que trabajaban en Río Turbio.

La titularidad de estos pabellones responde tanto a la Municipalidad como a YCRT (Yacimientos Carboníferos de Río Turbio). Pero no es una propiedad compartida: La Municipalidad tiene como "responsabilidad directa de administración, conservación y disposición", los pabellones Nº6, 7 de empleados, Nº 7 bis, o, 9, 10, 11, 15 y 15 bis.

En cambio, los pabellones Nº 1, 2, 3, 4, 5,13, 16 y 17 fueron cedidos para "uso Empresario a la Nación". De este modo, las personas que residen en ellos no responden a las mismas necesidades: En los pabellones de YCRT residen los mineros que trabajan allí y, en los pertenecientes a la Municipalidad diversas personas provenientes de distintas regiones de la provincia, residentes de Río Turbio o que provienen del interior del país (Tucumán, La Rioja, Corrientes) o de países limítrofes como Chile, Bolivia, Paraguay, entre otros.

Infraestructura

Llegar a los pabellones; traspasar la puerta al espanto. Caminar por una pasillo y divisar la cruda realidad que viven los que menos tienen. Subir las escaleras del edificio y encontrar que la cotidianidad escupe a los ojos, las desigualdades de todos los días.

De esta manera, los pabellones Nº 8, 9 y 10, lejos de escapar a esta impresión, la acentúan.

Dichos pabellones son construcciones de dos plantas que comprenden, en cada una de ellas, 18 habitaciones - 36 en total-. En ellas viven familias completas que, en algunos casos alojan hasta seis hijos, primos y abuelos.

Las condiciones en las que se presenta dicho lugar son precarias. Es decir, en la entrada de estas construcciones, es posible hallar montones de basura y el olor nauseabundo proveniente de su interior invade, comprende y define la realidad que allí se vive.

Por otro lado, si lo que se pretende es ingresar al condominio, resulta imprescindible tomar la precaución de llevar linternas o velas, debido a que en los pasillos no hay luz y sólo las ventanas del baño - lavadero, ubicadas al final de dicho pasillo, iluminan el sector.

Sin embargo, la gente que allí vive se ilumina a partir de "ganchos". Es decir, extensiones de cables provenientes de cada habitación y que se "conectan" a la toma de luz de los pasillos. Esta situación se debe, probablemente, a que las habitaciones carezcan de luz eléctrica. Siendo así, estas instalaciones de electricidad son precarias y se presentan como una fuente potencial de peligro.

Condiciones de Higiene

Tal como se mencionó más arriba, en cada piso de estos pabellones se encuentra un lavadero y baños. Los mismos se sitúan en el extremo opuesto a la entrada; sin embargo, llegar a él implica ser conducido por los olores rancios que marcan la presencia del abandono y la negligencia.

Ello se debe a que estos baños no poseen inodoro ni bidé; son escusados. Es decir, huecos en el piso que, en la mayoría de los casos, no poseen depósito de agua. Razón por la cual, el mantenimiento higiénico es dificultoso. Por otro lado, los lugares que separan a cada escusado no tienen puerta, hecho que no favorece a la intimidad que requiere un lugar como éste.

En cuanto al lavadero, éste presenta las mismas condiciones de precariedad y abandono que los baños: algunos de ellos no tienen griferías, llevando a las personas que lo utilizan a conectar una "manguera" para hacerse del agua.

Situación similar presentan las "duchas": no cuenta con puertas y las paredes están sucias y percudidas.

Por último, las ventanas de rodean este lugar no tienen vidrios y algunas de ellas, están tapadas con cartones o bolsas de nylon.

Otro hecho que refiere al mantenimiento higiénico del lugar, son los espacios que se encuentran debajo de las escaleras. Estos se construyen como "grandes depósitos de basura". Este hecho, se presenta como grave ya que dichas escaleras se encuentran al interior del edificio y con ella, los basurales.

Experiencia

Tal como estas palabras lo describen, vivir en los "pabellones" se presenta como un factor de riesgo no sólo sanitario, sino también lo es en lo edilicio.

En relación con ello, María una de las personas entrevistadas por 'Tiempo Sur' y que vive en el "pabellón" 9, expresó: "Acá vive mucha gente amontonada, no tenemos baños en las piezas; para bañarme caliento agua y la pongo en un fuentón, pero me baño en la pieza".

María es una mujer de 31 años que llegó a Río Turbio proveniente de Buenos Aires, tiene 4 hijos y su marido tiene trabajo. Ella llegó allí, como tantos, buscando mejores condiciones de vida. "Mi marido es de Corrientes, pero antes vivíamos en el gran Buenos Aires. Nos vivimos para acá porque allá no teníamos trabajo".

Sin embargo, tras la pregunta si ella se encontraba mejor en Río Turbio o en su provincia, respondió: "Acá mi marido trabaja, pero lo que gana no nos alcanza para el alquiler (...) pero no vivo mejor".

Al terminar estas palabras, el silencio inundó la tensa calma que había en el lugar. Ella bajó la mirada y abrazó a su hija, luego expresó: "Yo vine en invierno y las personas de acá, me prestaron mantas y calefactores eléctricos (...) acá no hay gas, no tenés nada". Mientras María contaba su experiencia, señalaba los "radiadores" que se encontraban en el piso que ya no cumplían la función de calefaccionar el lugar; estaban allí ubicados unos al lado de otros como señalando un camino que guiaba al interior de los pabellones.

Los "pabellones" de Río Turbio, se presentan como construcciones de la desidia y el abandono. Visitarlos es asistir a una cruda realidad que aborda a los más necesitados; a ellos que fueron seducidos por la promesa de que allí encontrarían una vida mejor y sin embargo, los embarcó la miseria y el espanto.

"No sabíamos que ahí vivían familias"

Así lo afirmó en exclusiva a 'Tiempo Sur', la subsecretaria de Acción Social, Marcela Are, La funcionaria se refirió a la situación social que se vive en los pabellones de Río Turbio.

El caso del presunto abuso sexual y/o prostitución de menores en la localidad de Río Turbio, sigue causando conmoción, tanto en nuestra Provincia, como a nivel nacional.

La subsecretaria de Acción social, Marcela Are dialogó en forma exclusiva con Tiempo Sur.

La entrevista se centró en dos partes: Por un lado la asistencia a los chicos, víctimas de este aberrante hecho; y por el otro la situación social de los grupos familiares que conviven allí.

Al ser consultada acerca de cómo actuó el Ministerio al enterarse de la situación, Marcela Are, comentó que: "Cuando el intendente interino, Verón, nos comunica lo que sucedía viajamos a la localidad el Ministerio de Asuntos Sociales, representado por Acción Social, en este caso por mi persona, el área de Salud Pública, representado por la doctora Berrueta y la subsecretaria provincial de Protección Social, Silvana Ramponi". A su vez, como no es una cuestión social solamente, "solicitamos que viaje el representante del Instituto de Desarrollo y Vivienda, conjuntamente con trabajadores sociales y por último el subsecretario del Interior(Osvaldo Pérez)".

Una vez conocida la problemática, el día miércoles "realizamos una audiencia con la jueza y posteriormente en conjunto con gendarmería y la policía, se concretó un relevamiento de todos los pabellones dependiente del municipio local". Remarcó la funcionaria.

Más adelante y al ser consultada acerca de los menores y de las familias involucradas, se puedo saber que automáticamente tomaron intervención los psicólogos del hospital y que "están conteniendo toda la situación".

La Subsecretaria de Acción Social afirmó que, "la causa ya se inició, hay un secreto de sumario, por eso es que a veces parecemos un poco antipáticos o no queremos responder, pero es para no entorpecer el trabajo de la justicia y para que ésta llegue a buen término".

Por otra parte, Are confirmó que uno de los grupos familiares que está recibiendo asistencia, -que se halla conformado por 5 niños-, se encuentra alojado en el gimnasio municipal.

Además, agregó la funcionaria que "estamos hablando de otros 5 chicos aproximadamente y se están tomando los recaudos del caso, para que tengan una contención adecuada".

Pabellones

En la segunda parte de la entrevista realizada por este medio a la Subsecretaria de Acción Social, se abordó el problema de las familias que aún residen en los pabellones.

La funcionaria de la cartera social explicó que, "una vez que realizamos el relevamiento nos hemos reunido con todas las autoridades municipales, elaboramos una estrategia y nuevas pautas de trabajo en función de cómo vamos a abordar la problemática de todo este grupo de familias, que se encuentran en los pabellones y también a aquellas personas que están solas. Fundamentalmente, nosotros apuntamos a la protección de los chiquitos", y continuó: "Estamos trabajando para ellos y viendo cómo podemos mejorar la calidad de este grupo familiar y esto lo hacemos en conjunto con el IDUV y el municipio".

Consultada acerca de si el Ministerio tenía conocimiento de la situación en la que vivían estas familias, Are afirmó: "Nosotros teníamos conocimiento de la existencia de los pabellones, que se habían modificado algunos", pero "no teníamos conocimiento de que vivan familias, sino hubiéramos actuado de manera urgente, más allá de que lo podemos trabajar desde el lado de un funcionario, pero también hay que hacerlo como madre y padre de familia".

El Ministerio de Asuntos Sociales, realizó durante la semana pasada un relevamiento en los pabellones donde habrían ocurrido los desgraciados sucesos.

Este censo reflejó que en los pabellones 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, (todos los que están a cargo del municipio), viven aproximadamente 162 personas dividido en 26 grupos de familias. Un dato a tener en cuenta, es que hay familias que utilizan varias piezas de un mismo pabellón.

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Nota: El nombre María es ficticio. Su mención responde a la finalidad de reservar la identidad de la fuente.

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