Por Irán, Kirchner y Lula se diferencian de Chávez

Demoledor artículo en la revista 'Zeta', de Caracas, Venezuela, que involucra a la Argentina: "Se perdieron los US$ 4.000 millones concedidos a la Argentina. Cuando se trató de defender la posición de Irán en la Organización Internacional de Energía Atómica, el presidente argentino Néstor Kirchner dejó a Hugo Chávez solo y se alineó con las grandes potencias. Igual podría ocurrir en marzo, cuando Argentina presida el Consejo de Seguridad de la ONU y el tema a tratar sean los planes nucleares de Irán". POR EDGAR C. OTÁLVORA

Las acciones de violencia contra sedes diplomáticas en el Medio Oriente, por parte de grupos musulmanes, justificadas por la publicación en septiembre pasado de caricaturas de Mahoma en el diario danés Jyllands-Posten, llegaron hasta las puertas de la embajada argentina en el Líbano el pasado miércoles.

La misión argentina en Beirut que actualmente acoge también a los diplomáticos chilenos cuya sede fue quemada la semana anterior, habría sido apedreada y sólo la intervención de un "clérigo" que atendió las razones de un diplomático sureño, habría salvado al edificio del fuego.

En Buenos Aires sonaron las alarmas. En diversos medios se discute la pertinencia de publicar las caricaturas de Mahoma, las cuales ya aparecieron en medios como InfoBAE.

En estos días medios argentinos han recordado que la voladura de la sede de la embajada israelita en Buenos Aires en 1992, se produjo luego de una acción israelí para eliminar al para entonces cabeza de la organización Hezbollah, Habas Musawi.

Y la destrucción de la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994 ha sido conectada con organizaciones o países musulmanas. Y ahora, Argentina está en medio de las tensiones que amenazan con una crisis global provenientes de Irán.

Si bien la ola de ataques a Embajadas no ha tocado a los Estados Unidos, esta semana la Secretaria de Estado Condolezza Rice, señaló a los gobiernos de Irán y Siria como los responsables de difundir el tema de las caricaturas con el propósito de crear un clima de tensión internacional.

Porque la violenta reacción del mundo musulmán coincide con las tensiones creadas alrededor del programa nuclear iraní, sobre cuyos aspectos militares ya no sólo Washington tiene sospechas.

El tema del desarrollo nuclear iraní está siendo manejado a nivel de la Agencia Internacional de Energía Atómica OIEA, cuyas decisiones son tomadas en la llamada Junta de Gobernadores integrada por 35 países.

El pasado mes de septiembre, la junta de gobernadores, con el sólo voto en contra de Venezuela, y con la abstención de doce países incluyendo a la Argentina y Brasil, decidió emitir una declaración que lamentaba el hecho de que Irán no atendiera la petición formulada por la Junta en agosto del 2005 para suspender totalmente las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio. En esa oportunidad, la OIEA acordó solicitar al Director la elaboración de un informe sobre los incumplimientos de Irán para ser elevado "posteriormente" a consideración del Consejo de Seguridad de la ONU.

La elevación del tema al Consejo de Seguridad, representa dejar a un lado la instancia técnico-política de la OIEA y asumir el contenido estrictamente político del caso.

La resolución de septiembre se consideró como una etapa intermedia, ya que a juicio de Europa y Rusia el contenido de la resolución mantenía abiertas las puertas para negociaciones con Teherán. A finales de septiembre, la junta de gobernadores de la OIEA fue renovada, y por Latinoamérica ingresaron los representantes de Cuba y Colombia.

El pasado 4 de febrero, la junta de gobernadores de la OIEA avanzó un paso más en el camino para presionar internacionalmente sobre Irán.

Con el voto de 27 miembros, incluyendo a Rusia, China e India, y a los latinoamericanos la Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador, la OIEA instruyó al Director General para "que ponga en conocimiento del Consejo de Seguridad todos los informes" y las resoluciones que ha aprobado sobre los incumplimientos iraníes.

La decisión no incluyó sanciones contra Irán.

Cuba, Venezuela y Siria, tres países con alianzas políticas con Irán votaron en contra de la medida.

Desde que a finales de enero se conoció la decisión conjunta de Rusia y China de acompañar a Europa y USA en su posición ante el renuente Irán, la mirada latinoamericana se volteó sobre Buenos Aires. Dadas las especiales relaciones entre el gobierno de Néstor Kirchner con Venezuela, la prensa argentina especulaba sobre el voto que Argentina daría en la OIEA.

> ¿Acompañaría Kirchner a Hugo Chávez en su apoyo a los planes nucleares de Irán en abierto enfrentamiento contra Washington?

> ¿Mandaría Kirchner a abstenerse en la inminente votación en la OIEA o amarraría su voto a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad que ya habían decidido elevar el caso Irán a la ONU?

> ¿Qué pediría Kirchner a Washington a cambio de su voto?

Finalmente Argentina, en una posición que probablemente fue consultada con Brasil, se sumó a los países que decidieron llevar el caso Irán al Consejo de Seguridad.

La solidaridad automática de Kirchner con las posiciones de Chávez brilló por su ausencia. El promocionado eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires se desvaneció de pronto, porque al menos en temas de seguridad mundial, Argentina y Brasil prefirieron cobijarse bajo el paraguas de la seguridad occidental.

El desmarcaje de Brasilia y Buenos Aires de la posición radical venezolana en el tema iraní, coincidió con dos hechos que han servido para sopesar el grado de compromiso de Néstor Kirchner y Lula da Silva con el gobierno de Caracas. El primero de ellos fue la ausencia de ambos mandatarios en el Foro Social Mundial del cual Chávez fue anfitrión.

El segundo lo constituyó el silencio que los representantes de Brasil y Argentina ante la OEA guardaron durante la presentación del informe sobre las elecciones parlamentarias venezolanas de diciembre pasado. Mientras el informe presentado por los observadores de la OEA era defendido por el representante de USA, los embajadores de Lula y Kirchner dejaron sólo a su colega venezolano.

Para Kirchner las decisiones sobre Irán aún no terminan. Como actual miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, Argentina ejercerá su presidencia durante el mes de marzo, justamente en las fechas previstas para analizar el asunto iraní.

Con la decisión anunciada por el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad de suspender las inspecciones "sorpresa" de la OIEA y de reanudar el enriquecimiento de uranio a gran escala, a nivel internacional ya se comienza a perfilar un posible escenario en el cual la ONU imponga algún tipo de sanciones a Irán, ante lo cual Argentina tendrá que pronunciarse.

El representante argentino en la ONU, Embajador Cesar Mayoral ha dicho que su país "no se alineará necesariamente" con USA, ni contra la posición de Venezuela. Pero en la ONU, alrededor del tema de los planes nucleares iraníes, Kirchner podría verse en la disyuntiva de decidir entre los intereses estratégicos y coyunturales de su país.

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