Pese a Romagnoli, los testimonios afirman que algo no andaba bien en el Gobierno de la Ciudad

Demasiado se habló sobre el 'caso Cromañón' sin tenerse en cuenta los testimonios concretos, que resulta lo único judiciable. ¿Qué dijeron los testigos?, esto es lo importa a la hora que cada legislador que integra la Sala Juzgadora defina su voto con más seriedad que el admirador de Eduardo Lorenzo Borocotó, el sospechado legislador Romagnoli. La revista EDICIÓN i publicó extractos de los testimonios; algunos fragmentos significativos son los siguientes:

Chabán-Ibarra

José Antonio Iglesias, padre de Pedro, quién murió en Cromañón el 30 de diciembre de 2004. Además, querellante en la causa penal. Testificó el 19 de enero:

"Sr. Jorge Enríquez (diputado de la Sala Acusadora, actúa como fiscal): -Usted manifestó ser querellante en dos causas. ¿Puede describir los motivos de esas querellas?

Sr. Iglesias: -Una es la causa por los hechos de República de Cromañón, que, obviamente, persigue la determinación de la responsabilidad final de los implicados en el hecho.

La otra causa es de asociación ilícita, que empezó como consecuencia de que yo asistí a casi toda la etapa de prueba realizada en la comisión especial (N de la R: se trata de la comisión investigadora ad doc de la Legislatura) ; también seguí la causa, comparando declaraciones, etcétera. Así fue que empecé a advertir en las declaraciones una gran cantidad de hechos aislados de corrupción, pero que parecían tener un mismo patrón, que salió de esas declaraciones.

Entonces, hice un escrito, en el que hablaba de la existencia de una asociación, que consistía en evitar o burlar inspecciones a través de cajonear expedientes y de avisar a través del handy.

Fui mencionando todo esto y presenté un pedido de ampliación de indagatoria de los funcionarios que en ese momento iban a ser llamados a declarar, como Fabiana Fiszbin y todos los que declararon en la primera etapa de la causa. El juez la consideró una causa independiente. La separó y la mandó a sorteo.

(…) Hacía mucho tiempo que yo veía, por lo que conocía de la causa, algunas situaciones que se repetían. Por ejemplo, el hecho de que Chabán tenía una suerte de trato preferencial.

En una de las audiencias de la comisión especial declaró el señor Davidziuk, inspector de la policía del trabajo, que habló de cómo funcionaba esa área y que, en el momento de su relato, estaba a cargo de Marcelo Antuña y cuya directora operativa era Fabiana Fiszbin.

(…) Según la comparación que hice, la Dirección de Policía del Trabajo funcionaba con el mismo patrón con que lo hacía la Dirección de Inspecciones, a través de denuncias de particulares, de la "handy-manía"; era el mismo sistema.

Este señor contó –lo había llevado a esa audiencia–, que había impreso de la pantalla una actuación de la Policía del Trabajo sobre el boliche El Reventón. Y él cuenta que esa actuación no había generado una inspección; que automáticamente, cuando había una denuncia, se generaba una inspección, pero en este caso no.

Luego, investigando, me hago de una copia del expediente.

Y este expediente de El Reventón –o sea, después, boliche República de Cromañón– tiene muchas singularidades, empieza con una denuncia que hace –no recuerdo ahora las fechas exactas, pero es todo de 2003–,el sindicato de músicos, respecto de muchos locales, entre ellos, El Reventón.

(…) Lo siguiente a la denuncia tenía que ser una inspección. Sin embargo, en lugar de eso, hay una audiencia de conciliación. Después aparece un acta donde se dice que se fue a notificar El Reventón, que allí no había nadie y que se frustró la audiencia de conciliación.

En ese acta comparece, como apoderada del Sindicato de Músicos, una mujer de nombre Romanosky. Casualmente, por esta búsqueda o no sé cómo fue, entré al Registro de Agentes del Gobierno de la Ciudad y esta persona figura como inspectora de la Dirección de Policía del Trabajo. O sea que, simultáneamente, estaba cumpliendo los dos roles: apoderada del Sindicato de Músicos e inspectora de la Dirección de Policía del Trabajo.

Entonces, esto lo uno con otra cosa que estuve investigando, que hacía tiempo que estaba persiguiendo. Yo dije: "¿qué pasó en El Reventón?". En realidad, lo que había pasado es que esa inspección se había superado con un pago que había hecho Omar Chabán de los aportes adeudados.

(…) Es medio absurdo y fíjense que esto es muy singular: Omar Chabán alquiló un local que inauguró como República Cromañón. No tenía ningún sentido que él se hiciese cargo de aportes adeudados por El Reventón.

(…) Varias veces me habían comentado acerca de la relación del Jefe de Gobierno con Omar Chabán. De casualidad, un día me encontré en la calle con una amiga que me dijo "Te estaba buscando, porque conozco a una vecina de Chabán que te puede dar unos datos muy importantes. Llamala de mi parte". (…) Esta persona vive en el mismo edificio en donde se domicilia Omar Chabán –Rodríguez Peña 24– y me confirmó algo que yo había escuchado varias veces: Omar Chabán se domicilia en el 6to. piso y, en el piso 2do., tiene una unidad funcional Aníbal Ibarra.

Es más, esta señora me dijo que los vecinos varias veces habían visto a Chabán entrar en el departamento del 2do. piso; se conocían. Yo le pedí más información y ella me dijo "Incluso en la reunión de consorcio de noviembre, sin ir más lejos, el que compareció –y el que siempre viene– en representación de la unidad funcional de Aníbal Ibarra, fue Aníbal Ibarra padre".

(…) Me trajo el reglamento y el acta de la asamblea de noviembre y en ella vemos a Aníbal Ibarra padre participando, firmando el acta y proponiendo la remoción del administrador y la designación de uno nuevo –Ronaldo Campo–, que cuando empecé a mirar, noté que el domicilio que da como domicilio de la administración es Paraná 539, el mismo domicilio donde está el Estudio Ibarra, el estudio de Aníbal Ibarra padre y de Vilma Ibarra. (…) Además, es el domicilio que Aníbal Ibarra hijo denunció en Poder Ciudadano en las elecciones del año 1999.

Junté estas dos cosas, seguí investigando y encontré que en el año 1993, cuando Aníbal Ibarra era integrante del Concejo Deliberante, Cemento había ocasionado infinidad de problemas. Incluso, había tenido un muerto: Muzzopappa. (...) ¡Se murió y lo tiraron! Hubo una causa y, como siempre, no pasó nada.

Yo investigué y vi recortes de diarios de la época. (…) Los vecinos estaban tan indignados por el desorden que se ocasionaba después de cada recital, que presionaron al Concejo Deliberante y lograron la clausura. Con un proyecto del concejal Pirra, el Concejo Deliberante dispuso la clausura.

(…) La clausura se decide por unanimidad en una sesión en la que no estaba presente el concejal Aníbal Ibarra. Pero, en ese momento, el concejal Aníbal Ibarra escribe dos artículos: uno en Página 12, que se titula ‘Clausuromanía’, criticando la clausura de Cemento, y otro, en la Revista Humor, titulado ‘Los conflictos no se clausuran’.

Obviamente, sigo investigando y los vecinos me dicen que en aquel momento Chabán pidió una manifestación de apoyo de su gente, a la que concurrió el concejal Aníbal Ibarra.

Yo junté todo esto y amplié la causa de asociación ilícita, pidiendo esta vez que se considerase jefe de la asociación ilícita al Jefe de Gobierno. En este momento, en esa causa de asociación ilícita, hay un requerimiento del fiscal sobre 39 hechos de corrupción. (…) Allí se está investigando el patrimonio de los funcionarios. Es una causa que, en este momento, tiene 15 ó 16 cuerpos (...)".

Tráfico de influencias

Horacio Santinelli, coordinador de la Unidad Polivalente de Inspecciones entre mayo y diciembre de 2003, declaró el 1 de febrero.

Santinelli: -La UPI fue creada, pero no tenía registros, no tenía un número para hacer infracciones, no tenía talonarios para hacer infracciones y no tenía poder de clausura. Nosotros utilizábamos inspectores de la Ciudad y el poder de clausura la tenía la Dirección de Inspecciones; es decir, el Director, que era Alejandro Kampelmacher.

En el operativo que hicimos en Flores, recorrimos 18 locales y sancionamos a 13 con clausuras incluidas, pero ellos nunca fueron clausurados, porque el que ratificaba la clausura era el Director de Inspecciones. Nosotros clausurábamos y los vecinos nos venían a reclamar nuevamente, porque posteriormente los locales estaban abiertos. No se terminaba el circuito administrativo.

(…)

Santinelli: -(…) Después de eso, tuvimos otro tipo de inconvenientes porque, por ejemplo, nos limitaban los lugares.

San Martino: -¿Quién limitaba los lugares?

Santinelli: -El Subsecretario pedía, con quince días de anticipación, que le dijéramos dónde íbamos a ir, cómo iba a ser el operativo, las direcciones –si era posible–, y nos pedía que no fuéramos a estaciones de servicio porque estaban "articulando" –utilizaba esta palabra– con las cámaras para poner en orden las estaciones y no clausurarlas. Por eso es que en algunos casos teníamos limitaciones.

(…)

San Martino: -Cuando organizaron los operativos, ¿detectaron algún tipo de filtración de la información?

Santinelli: -En muchas oportunidades, sí. Creo que en sus declaraciones, la secretaria que había en ese momento –la que había sido enviada desde la oficina de Antuña– dijo que muchas veces llevaba información.

(…)

San Martino: -¿Recuerda alguna inspección a la parrilla de Brasil y Santiago del Estero?

Santinelli: -(…)Fuimos a esa parrilla con inspectores de planta, que luego de hacer su trabajo fueron castigados: no salieron más de inspección y se quedaron adentro por haber labrado infracciones en ese lugar.

Recuerdo –y por eso se lo puedo detallar– que a las 3 de la mañana llegó el jefe de inspectores de planta, un tal Corso, con el director de ese momento a increparnos acerca de por qué estábamos haciendo esa inspección, que la estábamos haciendo mal, que estábamos ensañados con ese lugar y que dejáramos de hacerla.

(…) Trataron de detener la inspección. Luego se retiraron y nosotros seguimos con el operativo. Al otro día, Kampelmacher fue citado por la Secretaria de Control Comunal para ser sancionado. Cuando me encontré con él me pidió disculpas, me dijo que le habían vendido una historia y que se había equivocado.

San Martino: -¿Kampelmacher era el director?

Santinelli: -Era el director. (…)

Majdalani: -¿En alguna ocasión que usted concurrió a inspeccionar algún local, ¿le exhibieron tarjetas de funcionarios?

Santinelli: -No sólo en locales. (...) En otros casos, de boliches bailables, nombraban al director. Por ejemplo, nos decían en un boliche bailable que está frente del Automóvil Club de Flores, en diagonal -doy estas referencias porque no recuerdo las calles–, en la planta alta. Era un boliche que creo que se llamaba Rock de Arriba o algo así. Ahí nos dijeron que "la habilitación la está haciendo Alejandro Kampelmacher", el director del área.(...)

N. de la R.: Están hablando sobre una inspección que realizó Campesano al local Cemento el 11 de julio de 2004.

"(...) San Martino: -En esa oportunidad, ¿por quiénes fueron atendidos en el local de Cemento?

Suárez Campesano: -En Cemento, en principio, fuimos atendidos por un empleado y algunos minutos más tarde, llegó Omar Chabán.

San Martino. -¿Recuerda usted si había algún faltante dentro de la documentación que ustedes solicitaron?

Suárez Campesano: -En principio, pedimos la habilitación y después pedimos los planos de habilitación, de instalación termomecánica, certificado de bomberos, certificado de fumigación; la documentación que siempre se pide en estos casos.

Se nos aportó el libro con la plancheta habilitante y no se nos aportaron los planos que habíamos solicitado. Después hicimos un recorrido –específicamente, lo hice con la arquitecta Marta Cali–, mientras que Ameijeiras y López terminaban de pedir la documentación. Recorrimos todo el establecimiento y después informamos al coordinador de esa noche cuáles eran las novedades que estábamos viendo, las cosas que veíamos y las cosas que faltaban.

San Martino: -¿Cómo informaron al coordinador de esa noche?

Suárez Campesano: -La comunicación es vía handy. Cada grupo sale con un handy. Una vez que terminamos el recorrido, comentamos las novedades.

San Martino: -¿Quién era el coordinador de esa noche?

Suárez Campesano: -Ignacio Penco.

(…)

San Martino: -Cuando ustedes se comunicaron vía handy, ¿recibieron alguna instrucción del coordinador?

Suárez Campesano: -Le hicimos un comentario acerca de la novedad, en el sentido de que el lugar estaba habilitado, teniendo en cuenta los datos de la habilitación y la documentación exhibida, con la aclaración de que faltaban los planos y el certificado de Bomberos estaba vencido. Además, estaba faltando el certificado de fumigación y en el recorrido habíamos constatado que había carencias en cuanto a higiene en algunos sectores, tales como baños y pasillos.

Ante esas novedades, nos dijeron que labráramos las actas, volcando esas anomalías, que hiciéramos el informe y nos retiráramos.

San Martino: -¿Ustedes preguntaron si debían clausurar?

Suárez Campesano: -No. Simplemente, hicimos la consulta respecto de lo que había y de lo que faltaba, y nada más.

San Martino: -¿Cómo fue que tomaron la decisión de dejar abierto el local?

Suárez Campesano: -El local no se encontraba como para clausurar; si no, lo hubiésemos planteado. Somos nosotros quienes vemos las anomalías, y por eso puedo decir que el lugar –a nuestro entender– no estaba para ser clausurado.

San Martino: -Sin embargo, ante el ofrecimiento del certificado de Bomberos vencido, ustedes tienen la discrecionalidad de no clausurar…

Suárez Campesano: -Con respecto a ese tema específico, la Ordenanza 50.848 anuló el último párrafo de la Ordenanza 50.250. En esa norma están especificados los motivos para clausurar, y queda claro que el momento de la inspección no es el más oportuno para realizar la clausura. De todos modos, elevamos un informe, pero aclaro que con el coordinador no hablamos de la Ordenanza 50.848, ni de la 50.250: hablamos de lo que veíamos.

(…) Enríquez: -Recién, usted hizo referencia a la Ordenanza 50.828.

Suárez Campesano: -Sí. (...) Anulaba el último párrafo de la Ordenanza 50.250: multa en unidades y clausura inmediata.

(…) San Martino: - ¿Usted considera que el local debía ser clausurado?

Suárez Campesano: -Era una opinión lo que declaré. De no cumplir con lo que se había intimado, se debía clausurar. A eso me quise referir.

(…) Beatriz Baltroc (miembro de la Sala Juzgadora): -Quiero saber si el testigo en algún momento, ya sea por algún tipo de actuación en locales bailables, fue sumariado.

Suárez Campesano: -Sí, con respecto a esta inspección se abrió un sumario. No sé cuál es el estado actual.

Baltroc: -¿Por qué motivos?

Suárez Campesano: -Fui sumariado respecto de la inspección de Cemento.

(…)

Helio Rebot (miembro de la Sala Juzgadora): -¿Habló con alguien sobre lo que iba a declarar hoy?

Suárez Campesano: -Sí. Tuve una reunión con la defensa por cuanto quería saber de qué se trataba esta convocatoria.

Rebot: -¿Qué quiere decir con "la defensa"? ¿Se refiere a los abogados de la defensa?

Suárez Campesano: -Con los abogados de la defensa.

Rebot: -¿Usted se entrevistó, antes de venir acá, con los abogados de la defensa?

Suárez Campesano: -Sí.

Rebot: -¿Esto fue requerido por los abogados de la defensa o fue iniciativa de su parte?

Suárez Campesano: -Fue una orden de la superioridad...

Rebot: -¿Quién le ordenó entrevistarse con los abogados de la defensa?

Suárez Campesano: -Mi superiora.

Rebot: -¿Quién es su superior? ¿Quién le dio la orden directa?

Suárez Campesano: -Paula Trunzo.

(…) Rebot: -¿Nos puede decir con quién se entrevistó de los abogados de la defensa?

Suárez Campesano: -Con el doctor que está sentado al lado de Strassera. No conozco su nombre.

Rebot: -¿Con el doctor Strassera?

Suárez Campesano: -No, con el que está al lado. (...)

(El señor Suárez Campesano señala al doctor Castejón.)

(…) Rebot: -Me interesa saber si en esa reunión estaba presente algún funcionario de gobierno o si estaba presente el Jefe de Gobierno.

Suárez Campesano: -Después llegó Aníbal Ibarra.

(…) Rebot: -¿El doctor Ibarra habló en la reunión?

Suárez Campesano: -Sí. Se presentó y nos hizo presentar a cada uno de nosotros. Habló con cada uno, al igual que el doctor, sobre las dudas que teníamos.

Rebot: -¿Qué significa "las dudas que teníamos? ¿Me puede explicar lo más detalladamente posible qué dijo el doctor Ibarra?

Suárez Campesano: -En mi caso específico, era el tema de Cemento. Mi única duda era el marco en el cual me iba a encontrar y por qué me citaban por Cemento. Yo suponía que era por el sumario y porque se cuestionaba la clausura o no. En esa oportunidad, Ibarra me entregó la Ordenanza 50.848.

(N de la R.: la misma que Campesano había mencionado que anulaba la ordenanza que obligaba a la clausura inmediata de Cemento).

Rebot: -¿El doctor Ibarra le dio la ordenanza?

Suárez Campesano: -Sí.

(...)".

Argentinos Juniors

Sr. Rubén Devoto (diputado de la Sala Acusadora, actúa como fiscal): -¿Usted fue a inspeccionar el estadio de Argentinos Juniors el 23 de diciembre de 2003?

Sr. Walsoe: -Sí. Estaba haciendo inspecciones de rutina, de alcohol, y nos llamaron para que fuéramos a inspeccionar el estadio de Argentinos Juniors. Me trasladé al Estadio de Argentinos Juniors e hice la inspección con directivos, personal de Obra y gente de la DGFOC. Llegamos a la conclusión de que el estadio no podía ser habilitado, porque le faltaba más del 25% de obras. Eso fue el 23 de diciembre a las once y pico de la mañana.

Sr. Devoto: -¿A quién comunicó el resultado de la inspección?

Sr. Walsoe: -Hice el informe y comuniqué por escrito a mi superior, el señor Adrián Rivero.

Sr. Devoto: -¿Qué respuesta tuvo?

Sr. Walsoe: -Que el informe era correcto, que estaba bien y nada más.

Sr. Devoto: -¿Qué observó usted en la fiesta de inauguración del estadio?

Sr. Walsoe: -El día 26 de diciembre –con dos feriados de por medio– se me ordenó, como yo había hecho el informe, que fuera a habilitar el Estadio de Argentinos Juniors para la fiesta inaugural. En principio me opuse, pero no estaba en condiciones de oponerme; aunque me dijeron que si no quería no fuera, fui igual con otro inspector. El estadio no contaba con agua corriente ni con electricidad, que se generaba por medio de grupos electrógenos; no tenía alambrado de seguridad, no tenía baranda de protección y otros elementos. Todo eso constaba en el informe.

Sr. Devoto: -¿Usted informó en ese momento al señor Jefe de Gobierno sobre las condiciones del estadio?

Sr. Walsoe: -Sí.

Sr. Devoto: -¿Qué le respondió?

Sr. Walsoe: -La orden fue impartida por la licenciada Fabiana Fiszbin, en cumplimiento de un pedido del señor Alberto Fernández (N. de la R.: conocido simpatizante de Argentinos Juniors). Cuando llegó el doctor Ibarra a la cancha de Argentinos Juniors me apersoné, me presenté y le informé lo que estaba ocurriendo en ese estadio.

Sr. Devoto: -¿Qué le respondió?

Sr. Walsoe: -Que lo mantuviera informado. El hecho ya estaba consumado.

(...)

Sr. Devoto: -Usted dijo ante la Comisión Investigadora que la UPI funcionó seriamente hasta diciembre de 2003 y que después quedó en estado delincuencial. ¿Podría explicar qué quiso decir?

Sr. Walsoe: -No dije "delincuencial", sino "de caos". Quedó en un estado de caos y de descontrol total. Con la asunción de Fabiana Fiszbin la oficina era un caos total. Comienza el desmantelamiento de equipos de trabajo, de quién daba las órdenes. Hubo bastante descontrol. Comenzaron a faltar insumos. Para sacar una fotocopia había que recurrir a la casa de enfrente a comprar el tonner; nosotros comprábamos el papel; nosotros hacíamos las planillas. Nos encargábamos de los gastos corrientes, hasta el 1° de mayo.

Sr. Enríquez: -Usted recién relató sobre las inspecciones que había hecho en espectáculos en horarios nocturnos. ¿Podría decirnos si usted participó en inspecciones a locales bailables?

Sr. Walsoe: -Sí; participé de locales bailables. Había un montón de boliches que no tenían habilitación, y no contaban con nada. Directamente, abrían la puerta y apagaban la luz y empezaba el baile o el concierto de rock; siempre fuera de la ley. Por consiguiente, ese lugar había que clausurarlo. Una vez hecha la clausura, o se reabría al día siguiente como si nada, ya que no contaba con nada o, directamente, no lo abrían nunca más y quedaban ahí las fajas con la tierra.

Sr. Enríquez: -Si lo reabrían al día siguiente, ¿por qué motivo era? ¿Por orden de alguien?

Sr. Walsoe: -En algunos casos nos dijeron que habían recibido permiso de los antiguos inspectores, de los antiguos jefes, pero son solo dichos. Yo no recibí orden de abrir ningún boliche, porque respondía a otros jefes.

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