Europa arde: Bayern-Milan, Chelsea-Barcelona y Real Madrid-Arsenal

El programa de la Liga de Campeones Europeos ofrece esta semana dos partidos que dejarán en claro las respectivas jerarquías en las dos ligas más atractivas, España e Inglaterra, y también el orden en el plano europeo.

Mañana el Arsenal visitará al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, y al día siguiente el Barcelona saludará al Chelsea en Stamford Bridge.

El Madrid y el Arsenal fueron no hace mucho los dos mejores equipos de Europa; ahora lo son el Barsa y el Chelsea.

Los 2 gigantes españoles golearon el sábado, como locales: el Madrid 3 a 0 al Alavés y el Barça 5 a 1 al Real Betis.

Los equipos derrotados yacen al pie de la tabla, con 24 puntos, uno más que los 3 "farolillos de cola", que son Málaga, Athletic de Bilbao y Mallorca.

El Barcelona encabeza la tabla, con una ventaja considerable sobre su escolta.

En Inglaterra, el Chelsea sólo corre el peligro del aburrimiento: con 66 puntos, lleva una ventaja de 12 puntos al Manchester United y nada menos que 25 al Arsenal.

De modo que el equipo de Thierry Henry, que hasta hace poco maravillaba, ahora apenas da pie con bola.

Lo peor, como augurio de su viaje a Madrid, es que su forma como visitante es poco efectiva: esta temporada ha perdido 7 partidos en campo ajeno, varias veces en circunstancias que dejan mal parado el prestigio de Henry como capitán y de Arsene Wenger como manager general.

Vieira está en Turín, Bergkamp gestiona la jubilación, Pires tiene el pensamiento en vaya uno a saber qué, Ljumgberg no es el de antes, Lauren está lesionado, Sol Campbell piensa en Hollywood, Reyes sueña con su querida Andalucía, Fábregas, Walcott, Van Pierse y Adebayor son demasiado jóvenes, Senderos ha decepcionado.

Y Thierry Henry no firma la renovación de su contrato ni demuestra interés por hacerlo.

En Londres se abre paso la impresión de que el superdotado francés sólo despliega su plumaje de campeón en los compromisos fáciles.

El único que está jugando bien es el portero, Lehmann: de no ser por él, Liverpool, que no tiene delanteros, habría goleado el otro día, en vez de ganar 1-0.

Los galácticos del Real Madrid, en cambio, hartos de tantas humillaciones, respiran ahora aliviados, gracias al aire fresco que aportan Robinho y Cicinho.

El nuevo entrenador (provisional, claro), López Caro, es un hombre simple que no entiende por qué sus sofisticados predecesores se empeñaban en alinear a los jugadores fuera de posición.

Su sensatez, peligrosa en los despachos, está dando resultados en el campo de juego.

El Chelsea y el Barcelona libran desde hace varios días la guerra de nervios a la que nos tienen acostumbrados.

En Barcelona dicen que José Mourinho ha ordenado no atender el césped de Stamford Bridge, para perjudicar el juego más atildado de los culés; Mourinho replica con su habitual truculencia, recordando de paso que el césped del Camp Nou ya se ha cobrado las rodillas de varios jugadores.

El juego del Chelsea refleja la personalidad de Mourinho: directo, sin rodeos ni escrúpulos, de presión constante, explotando los defectos del adversario y, si estos no son evidentes, hurgando en busca de la debilidad psicológica.

(Cuando todavía sospechaba que el Arsenal era una amenaza para su Chelsea, Mourinho calificó a Wenger de "voyeur", mirón, alegando después que el término no tenía el contenido sexual que todos detectaron.)

André Villas, ayudante de Mourinho, estuvo en el Camp Nou viendo la victoria del Barsa ante el Betis.

Habrá informado a su jefe de 2 novedades, una buena y una mala.

La buena es que la defensa del Barça es vulnerable, ya que el Betis pudo marcar 4 o 5 goles. Los impidió el portero Valdés, quien sin embargo suele cometer errores groseros: se equivocó feo en el único gol del Betis y días antes ya había regalado el gol de la victoria del Valencia.

En Barcelona dicen que la defensa mejorará en Stamford Bridge, porque el mexicano Márquez estará en lugar de Oleguer en el corazón de la defensa.

La mala noticia (para Mourinho) es que Ronaldinho ha recuperado las ganas de jugar y de hacer jugar a sus compañeros.

La mala forma de Eto'o impidió que el marcador trepara a cifras de
escándalo.

Y el miércoles estarán Ronaldinho, un Eto'o tal vez más acertado y un Messi recuperado de su lesión (el sábado jugó unos minutos y marcó un gran gol).

Sí, esta semana sabremos algo más sobre las jerarquías en el fútbol europeo. De estos 4, no se escapa el ganador de la Champions 2006.

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