Cardíacos: El valor de las estatinas

Las estatinas protegen frente a la infección en los pacientes con enfermedades cardíacas. Un grupo de investigadores demostró los beneficios de las estatinas en el control de las infecciones en cardiópatas o diabéticos.

De acuerdo a estudios recientes, las estatinas podrían ser beneficiosas gracias a su capacidad para disminuir las infecciones graves que padecen los cardiópatas.

De confirmarse esos datos, las estatinas podrían ser la solución para múltiples infecciones como, por ejemplo, la pandemia de la gripe.

El papel de las estatinas, fármacos encargados de disminuir los niveles de colesterol, como parte del tratamiento de pacientes con enfermedades cardiovasculares, está ampliamente comprobado.

Los niveles elevados de colesterol facilitan su acumulación en las paredes de los vasos encargados de alimentar a todo el organismo.

Esto implica una dificultad para que se pueda distribuir todo el oxígeno necesario a sus correspondientes destinos, de forma que facilita el desarrollo de trombosis y otros problemas cardiovasculares.

Sin embargo, estudios recientesdemostraron que las estatinas pueden ser beneficiosas en otros aspectos y conseguir disminuir la morbilidad y la mortalidad asociada, diferente a las enfermedades cardiovasculares. Estos fármacos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, son capaces de regular la inmunidad del organismo y de mejorar la calidad de las paredes de arterias y venas, entre otros efectos beneficiosos.

Así, las investigaciones descubrieron que, tras la administración de estatinas a grupos de ratas con infecciones pulmonares por Chlamydia, se produce un control del agente infeccioso y una potencial curación.

El estudio más relevante publicado al respecto ha sido realizado por un grupo de investigadores de Ontario e incluye a más de 140.000 personas con enfermedades del corazón, y que aceptaron recibir tratamiento con esta medicación hipolipemiante.

Los resultados del trabajo demostraron los beneficios en el control de las infecciones en cardiópatas o diabéticos. Aunque todavía es prematuro aconsejar el tratamiento con estos fármacos, como una forma preventiva de enfermedades infecciosas, es posible que en un futuro no muy lejano se los contemple.

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