Castells regresa con comedor comunitario en Puerto Madero

La 'burbuja inmobiliaria' en Puerto Madero sufrió un duro revés con la decisión del dueño de un restaurante, molesto por la clausura que le impuso el Gobierno de la Ciudad, de cederle su local a Raúl Castells para que monte un comedor comunitario para carenciados. El diario Página/12 realizó una investigación y aqui algunos fragmentos:

El comedor comunitario de Raúl Castells en Puerto Madero funcionará en el quiosco que existe sobre Alicia Moreau de Justo frente a la Fragata Sarmiento, cerca del Puente de la Mujer.

Ayer a la tarde, los militantes del Movimiento Independiente de Jubilados y Desempleados ya habían instalado una cocina eléctrica de varias hornallas, junto a la cual aguardaba una enorme olla. En los estantes se apilaban grandes paquetes de fideos guiseros.

"El jueves de la semana que viene a las 18:30 inauguramos el comedor –anunciaba Castells–: habrá mate cocido y tortas fritas; convidaremos con lo que se come en las casas pobres cuando no hay plata para hacer otra comida."

Nélida Leguisa, dirigente del Movimiento, precisó que el comedor estará destinado a "gente carenciada, especialmente chicos y personas que trabajan en el cartoneo".

Según sus organizadores, el comedor comunitario contará con mesas al aire libre.

Castells insistió en denunciar que "por pedido del Casino de Puerto Madero, la Prefectura Nacional (a cargo del orden en Puerto Madero) solicitó a los restaurantes que tiren la basura después de las 4 de la mañana, para que los apostadores no se sientan molestos. A esa hora se abre un espectáculo dantesco, con gente peleándose por buscar comida entre la basura. Lo que queremos es que nadie coma las sobras de los otros. Lo que los ricos y poderosos quieren es que los comedores comunitarios estén bien lejos, no a cien metros del hotel Hilton y a 150 de la Casa Rosada".

Los restaurantes de Puerto Madero funcionan violando varias normas:

- Algunos han cerrado las recovas que dan hacia los diques, con superficies vidriadas, lo cual está prohibido por el Código de Planeamiento Urbano, ya que convierte en privados espacios que son considerados públicos.

- Cuando en esos espacios cerrados ilegalmente colocan sillas y mesas destinadas a comensales, están cometiendo además una contravención: realizan una actividad lucrativa en un espacio público sin autorización. (La misma falta se aplica a los vendedores ambulantes.)

- Si además en esos restaurantes, en determinado momento, corren las mesas para convertir el lugar en una pista de baile, están cometiendo una falta que, para las autoridades porteñas, implica un riesgo para la seguridad de las personas, dado que el local no está habilitado (ni preparado) para esa actividad.

Esta última fue la infracción que cometió Miguel Doñate, el dueño del restaurante Tocororo: el 4 de diciembre, inspectores de la Secretaría de Seguridad le hicieron una clausura preventiva al descubrir que el lugar se utilizaba como local bailable. Desde entonces, Tocororo no recibió más sanciones por ese motivo.

Pero ya estaba en curso una denuncia realizada por la Corporación Puerto Madero –la entidad pública que maneja el diseño urbanístico del barrio– contra los restaurantes que invadieron el espacio público.

"En total hay cinco cuerpos de denuncias con 12 establecimientos cada uno, lo que hace un total de 60", dijo el fiscal contravencional Martín Lapadú, a cargo de la causa.

"Recién vamos por el 2do. cuerpo. En enero clausuramos los lugares en infracción en 9 locales, secuestramos sillas y mesas. Ayer hicimos 2 procedimientos: se clausuró uno pero en Tocororo no había mesas en el sector prohibido. Sólo se notificó al Gobierno de la Ciudad por el cierre con vidrios de la recova. Pero ésa no es una contravención", explicó el fiscal.

–De los 24 que ya vieron, ¿cuántos tienen habilitación definitiva?

–Ninguno.

La venganza

La sociólogo Alcira Argumedo fue entrevistada al respecto.

–¿Cuál es su impresión acerca de lo que aconteció en Puerto Madero sobre la instalación de un comedor comunitario?

–Me da la sensación de que es una venganza simbólica del dueño del restaurante al que se lo cerraron. La forma de dar cuenta de esta actuación fue simbólicamente llegar al otro extremo: invitar al símbolo de la resistencia piquetera que mayor rechazo tiene para quienes transitan por Puerto Madero habitualmente.

–Este hecho se encuentra atravesado por distintas cuestiones, entre ellas, por un lado, la distribución desigual de la riqueza; por el otro, la cuestión mediática.

–Castells ha hecho bastante para que se demonizara a los piqueteros, entró en el juego. Lamentablemente, el comportamiento de Castells junto a la política de los medios de comunicación ayudó a la demonizacion de piqueteros por las medidas irritativas que tomaba. Teóricamente está bien que no haya vedado ningún lugar para los sectores más golpeados.

–Entonces, en Puerto Madero confluirán dos realidades que aquejan a este país.

–Son los dos símbolos de polarización social de la Argentina: Puerto Madero, por un lado, espacio de las nuevas clases ricas del país, de turbios orígenes, enriquecidos en la década de los ’90, y por el otro, estarán aquellos que fueron víctimas de los ’90. Además, me parece que hay mucho de manipulación...

–¿Por parte de quién?

–Por parte del dueño del restaurante, esto de "aquí traigo a pobres a arruinar el barrio". Eso es aberrante porque no se los dignifica. No debería existir esta polarización: Puerto Madero, fruto de la corrupción de los ’90, y los piqueteros, fruto de la corrupción de los ’90.

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