Majul se hace el Gallo, y retruca a Fopea

Darío Gallo contó en su blog sobre un debate ocurrido en Fopea acerca de la condición de Luis Majul; y en su blog, el hombre de 'La Cornisa' (programa a punto de reiniciarse en América 2) le retrucó a Fopea, y aplicó un 'kit' de ironías a Gallo.

Se podría decir cualquier cosa de Darío Gallo, incluso tomarlo en serio, pero no que es ajeno a las polémicas sobre medios, periodismo y periodistas.

Acabo de enterarme, por un comentario en su blog, que tres (supuestos) colegas se oponían a mi incorporación a FOPEA por considerarme un "empresario".

Agradezco, primero, que la mayoría me haya aceptado como un miembro más.

Considero exagerada la opinión de Gallo cuando afirma que yo podría darle clases de periodismo a muchos de los que integran FOPEA.

Por otra parte, creo que cometió una falta ética al revelar una conversación privada que mantuvimos en junio de 2004.

Y falló otra vez al recordar los ejes de la charla (ni lo traté mal, ni le dije "se creen los únicos puros"; solo le plantee que no me parecen muy sobrios ni muy dignos los colegas ni los medios que sobreactúan su supuesta independencia. Se es honesto o no se es, y no me parece que haya que andar golpeándose el pecho a cada rato para alimentar una carrera).

Es cierto que con Darío nos llamamos solo por cuestiones profesionales.

Yo tampoco lo quiero, pero también lo respeto, como lo hago con casi todo el mundo.

En todo caso, su comentario es un buen pie para explicar un par de cosas. Quizá me extienda un poquito. Sepan ustedes disculpar:

Soy periodista gráfico desde los 17 años. Trabajé en El Porteño, El Periodista de Buenos Aires, Humor, la etapa democrática de Somos, DYN, La Razón y el diario Perfil, entre otros medios.

Amo las redacciones de los diarios y las revistas, pero un día de 1990 me empecé a sentir incómodo y presionado por las rígidas estructuras empresarias en las que trabajaba y tomé mi primera decisión de emprendedor: la de escribir un libro. Se llamó "Por qué cayó Alfonsín", tuvo muchas y buenas repercusiones y me permitió comprar mi primer departamento.

Cuando uno escribe y publica un libro, se convierte en "empresario".

Es decir, en socio minoritario de la editorial que lo vende y lo distribuye. Y siente algo más: la libertad de culminar un proyecto sin depender del humor del Jefe de Redacción de turno.

Un par de años después escribí "Los Dueños de la Argentina". Fue uno de los libros de investigación más leídos junto con "Robo para la Corona" y "Nunca Más".

La aceptación que obtuvo hizo que me ofrecieran contratos en Radio Continental y Todo Noticias.

¿Puede ser que mi paso de la gráfica al periodismo electrónico me haya convertido en un "traidor"?

Se que lo piensan muchos periodistas gráficos de los que trabajan en radio y televisión. Presuponen que son menos "periodistas" que los que investigan y escriben en los diarios y revistas.

En algunos casos es así. Y en otros casos no. Conozco muy pocos periodistas gráficos que "hacen bien" radio o tele.

Sí es verdad que esos pocos suelen destacarse y perdurar. Por mi parte, sigo haciendo periodismo gráfico cada vez que algún medio al que respeto me pide que escriba.

Durante el gobierno de Carlos Menem volví a sentirme asfixiado.

Fue cuando las presiones del ex Presidente determinaron el levantamiento de "Sin Límites", el programa que hicimos con Alfredo Leuco, Román Lejtman y Marcelo Longobardi (lo recuerdo porque no suelo incluir este episodio en mi currículum, como tampoco lo hago cuando desde este gobierno llaman a los dueños de los medios donde trabajo quejándose de algo que hacemos o denunciamos).

La censura contra "Sin Límites" fue determinante para fundar La Cornisa Producciones.

La creación de la productora independiente estuvo impulsada por la búsqueda de más libertad.

El objetivo central siempre fue el mismo: generar proyectos de calidad, tener y dar trabajo (y, en especial, no perderlo cada vez que se le ocurre al Presidente de turno). Nunca mi sueño fue ser "empresario", pero si lo hubiese sido: ¿cuál sería el problema?

Hoy La Cornisa no es Cuatro Cabezas, ni Ideas del Sur, pero produce "La Cornisa TV", "Espíritu crítico" en La Red, "Hemisferio Derecho" y "El detonador de ideas" (conducido por Eduardo Cura) en Canal á, "Televisión Abierta" y "Cuentos de Terror" (para Canal 7).

También produce la película "Sr. Presidente", en asociación con Pol-ka, que será estrenada en cines en los próximos meses. Y además creó y realizó "¿Por qué?", que condujo jorge Lanata.

Esto quiere decir que da trabajo a mucha gente, y el 80 por ciento de los laburantes son periodistas, incluido quien esto firma.

Como productor independiente, jamás despedí a nadie, y he soportado algunas crisis sin mandar a la productora a concurso y sin dejar de pagar nunca a los periodistas y la DGI.

También soporté las mentiras que escribieron dos periodistas que hoy trabajan en una editorial que se jacta de contar con los profesionales más prestigiosos del momento.

Esos colegas le agregaron un par de ceros a la facturación de La Cornisa Producciones, y mucha imaginación a la sencilla historia de mi vida (a veces pienso que sería mejor visto si hubiese mandado la "empresa" a la quiebra al mismo tiempo que denunciaba censura y persecución con la muletilla "somos los únicos que te lo podemos contar").

Y ahora sí, me encantaría dejar algunas preguntas abiertas, con nombre y apellido y sin el ánimo de ofender a nadie:

> ¿debe el presidente de FOPEA, el dedicado periodista Daniel Santoro, ser considerado un empresario porque en su programa de cable tiene firmas que lo auspician?

> Los respetados y respetables Nelson Castro, Joaquín Morales Solá y otros están en la misma situación.

> La dedicada Magdalena Ruiz Guiñazú fue, durante un tiempo, miembro de CAPIT, la Cámara de Productores Independientes de Televisión ¿Debemos plantear otra encuesta en vez de colocarlos como los más respetados?

> Cuando Jorge Lanata hizo su experiencia empresaria ¿dejó de ser periodista?

> ¿Es el fino analista Jorge Fontevecchia un periodista, un empresario, un ensayista o qué?

> ¿Es más periodista un redactor que trabaja en La Nación y se muerde de rabia porque no puede publicar determinada nota o alguien que pone la voz todos los días y la cara todas las semanas, y que casi siempre está a tiro del pedido de cabeza del gobierno de turno?

Quizás el caso más ilustrativo sea el de Pepe Eliaschev. Su contrato con Radio Nacional fue interrumpido de manera abrupta por este gobierno. El hecho generó una mezcla de bronca y de miedo en casi todas las redacciones y las producciones periodísticas del país.

Pepe y yo no somos amigos, pero jamás dudé en decirle que utilizara mi nombre, si lo consideraba necesario, en cualquier solicitada o comunicado que tuviera que ver con lo que le pasó.

Pepe no es un tipo fácil (igual que yo). Tampoco somos amigos. Y para colmo de males, tiene una productora.

La agresión contra Pepe ¿es hacia un periodista o hacia un empresario de la comunicación?

Para terminar, tengo malas noticias para los tres (supuestos colegas) que me consideran un empresario. Una importante editorial tuvo la loca idea de ofrecerme un contrato para escribir tres libros.

Uno de ellos debería ser de dos tomos, y se trata de un trabajo de investigación de no menos de tres años. Hoy, mientras leía las cláusulas del acuerdo, me sentí mas periodista que nunca.

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