CONSTANTINI, ROCCA Y SOLDATI

El boom inmobiliario desata una batalla entre mosqueteros argentinos... en Uruguay

Con el paradisíaco José Ignacio ya consolidado, la pelea se traslada ahora 'al más allá', hacia un lugar que nada tiene que ver con el aventurero parador de Pinamar, ni siquiera con la Argentina, salvo por el hecho de que los 3 empresarios que se batallan por asegurarse el actual boom de las costas uruguayas son todos argentinos con ambiciones al otro lado de la frontera. Esta es la guerra de ricos vs. ricos:

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Los millonarios personajes que batallan en esta historia serían nada menos que Paolo Rocca, Eduardo Costantini y Santiago Soldati. El lugar: Punta del Este, Uruguay. El motivo: el gran negocio inmobiliario que crece hacia el Este.

Se trata de un lugar situado a 30 kilómetros del consolidado José Ignacio, en la zona de la Laguna Garzón, en el departamento de Rocha, una de las zonas más exclusivas y vírgenes en lo urbanístico.

El financista y coleccionista de arte Eduardo Costantini, dueño de la firma Consultatio impulsa construir Las Garzas Blancas, un country exclusivo de 450 viviendas en un terreno de 240 hectáreas, con un costo de inversión estimado en los US$60 millones, según publicó la revista 'Noticias'.

En tanto, lo resiste Paolo Rocca, el hombre fuerte de Techint, que le cuestiona la construcción de un puente (para conectar dos departamentos y lograr un cruce más fluido por la ruta 10) que cambiaría la fisonomía de la zona, para el cual Costantini aguarda la aprobación de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).

Mientras tanto, el multimillonario Rocca, que tiene un establecimiento rural en la zona, ofreció US$500.000, a través de la fundación "Amigos de las lagunas costeras de Rocha", para la creación de un sistema eléctrico de balsas en la laguna, según informó el diario uruguayo 'El País'. Esta opción se contrapone a la construcción de un puente. Es que mientras unos están interesados en potenciar el movimiento en el lugar otros prefieren mantener su exclusividad y tranquilidad.

"Entramos a Uruguay e invertiremos US$40 millones en 'Las Garzas' (un terreno de 240 hectáreas para la construcción de lotes comercializables). Y lo hicimos porque las autoridades nos dijeron en su momento (2008) que había una nueva ley de reordenamiento territorial y se quería lograr la construcción del puente", dijo al diario 'El País' Eduardo Costantini, quien ofreció a las autoridades financiar la construcción del puente por unos US$2,5 millones. La obra fue autorizada en 2008 por el gobierno, la Intendencia Departamental de Rocha y Maldonado, y aguarda (hace meses) la aprobación final de Dinama.

Contrario al proyecto, Rocca ofreció medio millón de dólares para impulsar el sistema de balsas eléctricas mediante la mencionada fundación que entiende que resulta "contradictorio que una dependencia estatal promueva una obra de infraestructura que pone en riesgo a un sitio que es considerado un área protegida por la autoridad de otra dependencia del mismo Estado". La Laguna Garzón está comprendida en el área Reserva de Biosfera Bañados del Este. No tiene categoría de área protegida ni de reserva natural, según 'El País'.

En cuanto al otro empresario en discordia, Santiago Soldati, ex presidente de Sociedad Comercial del Plata y vecino del nuevo proyecto, éste lo intima judicialmente por sentirse perjudicado por la apertura de una calle lindera a su mansión.

Soldati presentó el año pasado en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo una acción de nulidad contra la resolución de junio de 2008 de la Intendencia, por la que se declaró viable el proyecto "Las Garzas". Al contestar la demanda, la Intendencia rochense sostuvo que la acción de nulidad de Soldati carecía de fundamento porque pretendía impugnar el acto de promulgar una autorización concedida por la Junta Departamental de Rocha.

También, según la revista 'Noticias', el 23 de diciembre, la jueza Jacqueline Enríquez Toledo dictó una medida cautelar contra el proyecto de Costantini, que prohibió cualquier innovación o construcción "sobre la faja de defensa de la costa, la zona entre 150 y 200 metros desde la línea de ribera al continente hasta que se acredite la autorización ambiental previa de las construcciones realizadas". La jueza apuntaba al Beach House del barrio, que Costantini pudo inaugurar el 8 de enero, porque fue notificado de la decisión recién dos días después del evento.

Consultado por 'El País', Costantini dijo que volvieron a medir la distancia de la costa al Beach Club "y está de acuerdo a lo que fue aprobado y a lo que corresponde". "El Beach House está retirado 200 metros, no está de 150 a 200", sostuvo. Dijo que ellos no podían hacer descargos hasta que fueran notificados formalmente. "Ahora vamos a hacer el descargo correspondiente para que el juzgado determine qué paso hay que seguir. Probablemente habrá que llamar a un agrimensor y que mida la distancia. No es un tema de criterios", señaló.

En total, el creador de Nordelta enfrenta 3 causas judiciales que lo afectan indirectamente en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Dos de las causas son contra la intendencia de Rocha, por la aprobación municipal del loteo de Las Garzas Blancas, que se instaló en el 2008. Una es promovida por SPU y la otra por el abogado de Soldati, Ricardo Gorosito Zuluaga, que también patrocina la tercera demanda en esos juzgados, contra la aprobación que le dio la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) al fraccionamiento de tierras del proyecto. Según fuentes judiciales, los tres juicios tendrían resolución durante este año.

Sobre la postura de Soldati y Rocca, el empresario Costantini fue categórico: "Saquémonos la careta. Tienen otros intereses. A ellos no les importa el empleo ni el desarrollo ordenado y sustentable del departamento. Quieren que eso quede para unos pocos, y sea exclusivo. No quieren que haya vecinos más chicos, porque les incomodan. Y está bien si lo piensa así. Son condiciones económicas distintas", remató el empresario.

Como sea, Costantini niega irregularidades y se enfrenta a dos verdaderos pesos pesados, con tierras e intereses en la zona, y no le está siendo fácil.

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