18 cadáveres en un ómnibus en Iraq

No cesa la violencia y el horror en Iraq, convertido en un desastre racial desde que se produjo la invasión estadounidense.

La policía iraquí ha encontrado los cadáveres de 18 personas, maniatadas y con los ojos vendados, en el interior de un autobús abandonado en el distrito Amriya, de mayoría suní y situado al oeste de Bagdad.

"No existen señales de disparos y los primeros exámenes indican que posiblemente fueron ahorcados", apuntó un capitán de policía.

Sin embargo, un portavoz del Ministerio del Interior no pudo ofrecer más aclaraciones acerca del trágico descubrimiento ni la identidad de los fallecidos.

Una fuente hospitalaria señaló que encontraron una soga en el cuello de uno de los cadáveres. Y que los cuerpos corresponden a hombres jóvenes y vestidos de civiles.

La ola de violencia interreligiosa desatada tras tras el ataque del 22 de febrero que destruyó la cúpula de un importante santuario chií de Samarra se ha cobrado desde entonces la vida de más de medio millar de personas.

Los líderes suníes han acusado repetidamente a efectivos de la mayoritaria comunidad chií en las filas de las fuerzas de seguridad de estar detrás del asesinato de musulmanes suníes.

Por su parte, los chiíes acusan a "terroristas suníes" de estar detrás de los atentados con coche bomba que en los últimos años causaron la muerte de centenares de personas en ciudades chiíes, como Kerbala y Hilla, al sur de Bagdad.

Durante el régimen de Sadam Hussein (1979-2003), la minoría suní (alrededor del 35% de la población) de Irak disfrutó de grandes privilegios y mantuvo sojuzgada a la mayoría chií (65% del total).

Desde la invasión angloestadounidensede de 2003, los chiíes han mejorado su situación y aumentado sus derechos.

La Alianza Unida Iraquí (AUI), agrupación chií confesional liderada por el ex primer ministro Ibrahim Yafari, obtuvo la victoria sin mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias del pasado 15 de diciembre.

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