Se agudiza el conflicto con el campo: El Gobierno suspende por 180 días las exportaciones de carne

El presidente Néstor Kirchner había anunciado el miércoles que esta misma noche haría anuncios importantes con respecto al precio de la carne. Y cumplió. Esta noche, en su segunda conferencia del día, la ministra de Economía, Felisa Miceli, quien horas antes se había presentado mutis por el foro en la inauguración de Feriagro, anunció que las exportaciones de la carne se interrumpirán por el término de 180 días para incrementar el abastecimiento del mercado interno y aumentará al 15% las retenciones a este producto. ¿Qué ocurrirá si no logra el gobierno con estas medidas controlar el precio de la carne?¿Es este el modo de solucionar un conflicto cuya raíz no son las exportaciones sino la baja productividad del mercado doméstico?El sector agropecuario y los frigoríficos no tardarán en repudiar estas medidas.

El presidente Néstor Kirchner anunció el miércoles por la tarde que aquellos quienes propulsaron el aumento en los precios de la carne verán frenados sus intentos cuando "esta misma noche" adoptara "determinaciones importantes". "La carne, primero para los argentinos, al precio que puedan comprar los argentinos", pronunció desde Avellaneda el mandatario por la tarde.

Casi una hora después, la ministra de Economía, Felisa Miceli, apareció por segunda vez en el día ante las cámaras de TV para anunciar lo que tramaba el gobierno. Pero esta vez, Miceli, quien había sonreído ante la alta cúpula del sector agropecuario ocultando las medidas que ya habían sido discutidas con Kirchner (ambos se reunieron a la mañana por el Día Internacional de la Mujer), anunció una serie de medidas que no harán más que agudizar el conflicto con el campo.

Miceli comenzó desde Casa de Gobierno explicando "La demanda de la carne se ha incrementado notablemente, tanto a nivel local como a nivel internacional". La funcionaria agregó que, sobre el incremento del stock ganadero, el Gobierno espera "desde el mes de octubre del año pasado, para que esta situación se hubiese normalizado. En este contexto, estamos empeñados en esta tarea de contener los precios internos y vemos que el precio de la carne no sigue estas reglas". Sin más vueltas, Miceli aseguró que "en este contexto de emergencia" era necesario una suspensión de la exportación de la carne por 180 días.

Miceli, escuetamente, indicó que esta medida va a facilitar que se equilibre el precio y aclaró que se mantendrán la porción de Cuota Milton o los convenios entre países que ya están comprometidos. De todas maneras, sto "representan una pequeña porción del total" y estimó que cerca de 600.000 toneladas se sumarán ahora al mercado interno.Además, Miceli aseguró que se producirá un aumento en las retenciones al 15% en los cortes sin hueso.

El sector agropecuario, quien mantiene un contencioso con el gobierno desde hace ya varios meses, se sintió indignado con esta medida y con el hecho de que Miceli no hubiese anticipado nada en Feriagro el miércoles y se saludase con el sector como señal de una mejora en las relaciones.

Fuentes del mercado ganadero no tardaron en cuestionar si estas medidas garantizarán efectivamente una baja en el precio de la carne. Todas estas medidas no atienden al fondo de la cuestión porque no hay una política de estímulo a la producción de vientres, es el argumento que los entendidos en el tema sostienen. Este es el problema sobre el cual alerta desde hace casi dos años el sector agropecuario que se solucionaría asegurando una mayor producción de vacas.

Actualmente, existe la misma cantidad de cabezas de ganado que el país aseguraba cuando los habitantes ascendían a 32 millones (actualmente la cifra ascendería a los 40 millones de argentinos).

Muchos entendidos temen que estas medidas, lejos de solucionar el conflicto, conduzcan a un desabastecimiento.

Como si esto fuese poco, el gobierno anunció en diciembre pasado una extensión al decreto sobre el límite mínimo para faenar animales en pie de 260 kilos. El sector ganadero también criticó esta medida, porque de este modo se redujo mucho la producción, pues el ganado era muy joven.

El gobierno falla en entender el problema de raíz que es la productividad, conflicto que se extenderá posiblemente este año. Además, se teme por el modo en el que los frigoríficos reaccionarán a estas medidas.

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